La zarzuela, un género que nació en un palacio y se convirtió en espectáculo de masas
No es comedia, sino solo una fábula pequeña, en que a imitación de Italia se canta y se representa». Con estos versos Calderón de la Barca definió, en su obra ‘ El laurel de Apolo ‘ (escrita aproximadamente en 1657) un nuevo género teatral que se bautizó como ‘zarzuela’ por representarse sus primeras veces en el Palacio de la Zarzuela. ‘El laurel de Apolo’ se subtituló «fiesta de zarzuela, transferida al Real Coliseo del Buen Retiro: hizose al nacimiento del Principe Felipe Prospero». Con el tiempo, la zarzuela se acabaría convirtiendo en una de las manifestaciones artísticas más populares en nuestro país, y en un emblema cultural. «Ninguna música define tanto el panorama musical como la zarzuela», asegura el profesor Emilio Casares , un gran estudioso -además de defensor empedernido- de nuestro género lírico. Casares es, precisamente, el comisario de la exposición ‘ La zarzuela. Patrimonio de la hispanidad. Crónica cantada de nuestra vida ‘, que acaba de levantar el telón en el Teatro Fernán Gómez de Madrid Centro Cultural de la Villa . La muestra, que estará abierta hasta el 12 de enero, es una ampliación de la que pudo verse hace año y medio en el Museo Nacional del Teatro de Almagro, coproductora de la exposición.Alrededor de quinientas piezas tratan de narrar la historia de nuestro género lírico que, nuevamente en palabras de Emilio Casares, «nace como espectáculo cortesano en el siglo XVII, evoluciona a lo largo del XVIII y se transforma en espectáculo de masas a mediados del siglo XIX. Este género ha sido una constante de nuestra cultura y de nuestra vida y existen pocas instituciones que, como ella, representen y caracterizan la identidad nacional y la hispanidad».Que la exposición se presente en el Teatro Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa no es casualidad. Desde su creación a finales de los años setenta la zarzuela tuvo un lugar en su programación; de hecho, en aquellos primeros años de vida era una alternativa al Teatro de la Zarzuela, copado entonces por la ópera. Compañías como los Ases Líricos de Evelio Esteve o las que lideraban Antonio Amengual y Dolores Marco presentaron heroicas temporadas a los pies de la estatua de Colón.Tres aspectos de la exposición ABCLa exposición, diseñada por Enrique Bonet , está dividida en quince áreas y diecisiete paneles que recorren a través de figurines, carteles, cuadros, caricaturas, partituras, maquetas y otros objetos la historia de un género que provocó admiración en numerosos intelectuales, como se recuerda en las paredes de la muestra, salpicada por las frases que dedicaron al género gente como Nietzsche, Emilia Pardo Bazán o Adolfo Marsillach . El pensador alemán salió fascinado del estreno en Turín de ‘La Gran Vía’ y escribió a su amigo Peter Gant una ya célebre carta en la que le decía: «He oído dos veces la opereta española ‘La Gran Vía’, la obra de éxito en Madrid… Un terceto de tres gigantescos canallas es lo más fuerte que he oído y visto, incluso musicalmente: genial, imposible de calificar […] Sabe usted, ya la acción solo podría imaginarla un completo pícaro: nada más que cosas que causan el efecto de prestidigitación, así de repentina aparece la canaille. Cuatro o cinco piezas musicales que hay que oír».Noticias Relacionadas estandar Si Alondra de la Parra: «Ser titular de una orquesta es un constante aliciente» Julio Bravo estandar Si Juan Diego Flórez: «La música puede ser una herramienta de transformación social Julio BravoEmilia Pardo Bazán, por su parte, escribió: «¿Por qué hemos de incidir en la vulgaridad de desdeñar la zarzuela? En ella hemos descollado, y cuando se dice que nuestra música no logró interponerse en los mercados extranjeros, sé decir que preferiría siempre una zarzuela graciosa y divertida a una ópera de las que no hacen época en la historia del arte». Y, más cercano en el tiempo, también Adolfo Marsillach -que firmó en los primeros años ochenta una ejemplar versión de la propia ‘La Gran Vía’ y de ‘La Tempranica’- defendió nuestro género lírico -tan erróneamente denominado ‘género chico’- frente a la ópera: «A la ópera se le ha rodeado del celofán de la cultura y se supone que la ópera es más culta que la zarzuela, aunque a veces nos aburrimos en la ópera. Y ¿cómo nos enfrentamos a ese fenómeno de moda no siempre sana de la ópera? ¿Con la zarzuela? Puede, pero tendrá que ser con una zarzuela nueva».