Cuando el cine se adelantó al futuro de la inteligencia artificial

El estreno de ‘ Justicia Artificial ‘ de Simón Casal ha vuelto a reabrir el debate de los retos que la humanidad tiene por delante con el superdesarrollo que está alcanzando la IA: en este caso, un algoritmo dicta sentencia mucho más rápido y de manera más eficaz que cualquier juez humano, pero la cuestión que se plantea es qué futuro nos espera como sociedad cuando los poderes fácticos, los partidos políticos y las organizaciones criminales controlen dicho programa nada más ejecutarse. Los tres axiomas de Isaac Asimov que dictaban que las máquinas debían proteger por encima de todo la vida de los seres humanos comienzan a tambalearse… Noticia Relacionada estandar No Simón Casal hace ‘Justicia Artificial’ en el cine y pone el foco en el abuso de la IA Clara Mollá Pagán El director estrena este viernes la película y reabre el debate sobre la IA para mostrar el peligro de un mal uso de esta herramientaPero el séptimo arte ya entendió muy pronto que los hombres mecánicos eran una cosa seria. La serie de quince episodios ‘ El maestro del misterio ‘ (1918), con el escapista húngaro Harry Houdini en la piel del agente del departamento de justicia Quentin Locke, ya planteó por primera vez que una banda criminal podía manipular una inteligencia mecánica y ponerla al servicio del mal, como es el caso de ‘ Q el Automatón ‘, al que dio vida Floyd Buckley. En Italia, ‘El hombre mecánico ‘ (1921) de André Deed, cinta perdida y rescatada en un archivo de Brasil, presenta a un hombre creado por un científico que puede moverse por control remoto a través de una gran máquina ‘inteligente’, con una espectacular batalla final de los ingenios en el Palacio de la Ópera. De poco después de los albores del cinematógrafo, ya en plena vanguardia, merece también mencionarse ‘ Pérdida de la sensación ‘ (1935) de Aleksandr Andriyevsky, una auténtica joya con guion de Georgiy Grebner protagonizada por un joven ingeniero que crea unos robots gigantescos fabricados para reemplazar a los humanos en los trabajos industriales y en los altos hornos: cuando el ejército tiene noticia de las moles metálicas, empieza a financiar operaciones militares protagonizadas por estos personajes indestructibles.El cine inglés también abordó la cuestión de la inteligencia digital, en este caso femenina, con ‘ The Perfect Woman ‘ (1949) de Bernard Knowles, con la ayuda de cuatro guionistas: Nigel Patrick y Stanley Holloway como amo y mayordomo acompañan a la mujer perfecta, creada por el profesor Belman y que acaba con ambos protagonistas en la suite nupcial del Hotel Splendide, donde se descubre el lado más divertido de tanta sofisticación. También a Marcello Aliprandi le preocupaban las perfecciones femeninas hechas mecanicismo en ‘ La mujer robot ‘ (1970), a las que da vida una bellísima Sidney Rome, una mujer de lata, como indica el título original, de la que anda enamorado un financiero muy extravagante en este título de humor absurdo. Ya en plena década de los años setenta, el genial Michael Crichton convenció a la Metro para producir ‘ Almas de metal ‘ (1973), con Yul Brynner como vaquero mecánico escapado de ‘ Los siete magníficos ‘. El guion fue pergeñado tras un viaje del escritor a Disneylandia y ver los alucinantes animatronics de la atracción de Piratas del mar Caribe. La autonomía de las atracciones llevó a Crichton a idear un parque temático futurista en el que los robots podían fallar y aniquilar a los visitantes a balazos, en el caso del pistolero. Contiene el primer uso de imágenes digitalizadas por ordenador, correspondiente al punto de vista del robot cuando enfoca a sus víctimas: cada diez segundos de pixelado en la gran pantalla se correspondían con ocho horas de trabajo. La película dio lugar a una secuela, ‘ Mundo futuro’ (1976), ya con presencia de la megalópolis al estilo de ‘ Desafío total ‘, y a una excelente serie producida por HBO, que se emitió de 2016 a 2022. Y, a finales de la década, Walt Disney Productions estrenó ‘ El abismo negro ‘ (1979) de Gary Nelson, en la que un robot de enormes proporciones dotado de láseres y cuchillas desafiaba a los recién llegados a una estación espacial y a su mismísimo creador, el doctor Hans Reinhardt, interpretado de manera magistral por Maximilian Schell: este tipo de máquinas, como se indica en la película, estaba rigurosamente prohibida en la Tierra debido a sus dimensiones y el peligro que entrañaba. ‘Almas de metal’, ‘Odisea 2’ y ‘Runaway’Integridad físicaA finales de la década pues, el debate se abría ya a las cuestiones referentes a la integridad física de los humanos frente a los robots desproporcionados, y la Disney le tuvo que adjudicar la calificación por primera vez en su historia de PG (Parent Guided-niños acompañados de adultos ) a uno de sus estrenos. Revolucionaria resultó ‘ Runaway , brigada especial’ (1984), de nuevo dirigida y escrita por Michael Crichton, en la que ya las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen la obligación de controlar a la inteligencia artificial. Antes de su estreno, su protagonista, Tom Selleck, anunció que a los robots de la película los veríamos en unos pocos años en las fábricas y en los hogares; y, a decir verdad, la cinta predijo los robots domésticos, el correo electrónico, las redes sociales, internet, la activación por voz, la identificación por retina, los drones dotados con cámara, las tablets, los auriculares inalámbricos y un largo etcétera. Noticia Relacionada estandar Si Crítica de ‘Justicia artificial’: Conspiraciones contra los jueces Oti Rodríguez MarchanteEse mismo año, y por decisión de Stanley Kubrick , Peter Hyams dirigió la grandiosa secuela de ‘2001: una odisea del espacio ‘. Se trata de ‘2010: odisea 2’, producida de nuevo por la Metro y coescrita también por Arthur C. Clarke a través de correo electrónico desde Sri Lanka -por cierto, la primera vez que se usó en Hollywood este sistema en la historia del cine para escribir un guion-. Habida cuenta de Kubrick, mandó destruir los planos y maquetas originales de las naves. Hyams hubo de reconstruir a través del visionado y captura de los fotogramas la nave USS Discovery, cuyo ordenador central es la computadora HAL 9000, a la que una expedición conjunta entre la Unión Soviética y los Estados Unidos reactivan en la órbita de Júpiter, nueve años después de que desobedeciera a su comandante y matara a la tripulación. ¿Les suena de algo?

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