‘La Revuelta’: David Broncano y el guion de La Moncloa
A David Broncano le hicieron el trabajo sus críticos. El primer chiste llegó antes de la emisión, en la cuenta de Instagram de ‘La Revuelta’. «Moncloa nos envía los primeros guiones», escribieron sobre el vídeo de una impresora en funcionamiento, que remitía a aquella mañana en la que Rufián se llevó una al Congreso: historia populista. El cómico se pasó medio programa (la mitad buena) haciendo chistes a la defensiva sobre sus supuestas relaciones con el Gobierno, y la otra mitad haciendo postelevisión, surfeando sobre el escenario y preguntando por sexo y dinero. «Es la misma mierda de siempre», aclaró él. A modo de apoyo, Marta Carazo cerró el Telediario dando paso a Carlos del Amor, que se acercó al teatro Príncipe con su cara de selfi en el ‘crossover’ menos esperado de la televisión española. Por supuesto, solo salió él en cámara, porque Broncano estaba escondido tras un telón rojo. «Venimos a promocionar tu programa». «Ya». Como dejaron tanto silencio era difícil no pensar en quién le mandará los guiones al periodista estrella del ente público. El día anterior lo había promocionado Juan Carlos Rivero. Olé.Ya después de la careta, Broncano salió al escenario con un bombo («buah, niño, bien de populismo») y casi atraviesa una bandera de España gigante, que se quedó como parte del decorado. El público cantaba «lo-lo-lo-lo-lo-lo-lo» y él los jaleaba. Desengrasó el cuerpo con un par de bromas sobre el dinero de todos, que fueron en ascenso hasta que soltó: «Yo quería decir rápidamente tres cosas». Fueron serias. Uno: «No me ha puesto Pedro Sánchez como si fuera el primo tonto del pueblo, no me hace falta». Dos: «No cobro catorce millones de euros». Y tres: «Los catorce millones no salen del ELA ni de la Guardia Civil». Era lo que había repetido en las entrevistas que dio previas al estreno, y sirvió de pie para seguir con la coña del programa.Así que Broncano aclaraba que no tenía pensado adoctrinar («aquí bombo y chistes, en principio») y Ricardo Castella le respondía: «Yo pensaba que al final del programa la mitad serían gais y la mitad menas». Grison se abrió la camiseta y enseñó un tatuaje de Pedro Sánchez en el pectoral izquierdo. En el derecho llevaba a Pablo Motos . Este, en esos momentos, estaría saludando a Victoria Federica , que es el reverso tenebroso de la Generación Z que persigue Sumar en TikTok. Mientras tanto, en el teatro Príncipe Jorge Ponce presentaba las novedades de la temporada. El mejor gag fue el del Palco Real, con sus butacas de terciopelo: «Si un día Victoria Federica quiere venir con un novillero que haya conocido en Estepona, pues puede venir». Y luego: «Froilán puede entrar hasta con armas». En fin, la distancia que hay entre ‘El hormiguero’ y ‘La Revuelta’ es la que hay entre Marvel y ‘Superlópez’: unos buscan el entretenimiento; los otros, la risa. Y lo segundo siempre es más cutre. También más barato. El invitado de Broncano fue Aitor Francesena, campeón del mundo de surf adaptado. Tenía guasa y tenía historia. Le preguntó cuánto ganaba y cuántas relaciones sexuales había tenido en el último mes. Dijo: «Tengo un colchón en Suiza». Y: «Desde que amanece, me apetece». Entonces, ¿todos los hombres son…?