Cuatro de cada diez jóvenes dicen tener o haber tenido problemas de salud mental en el último año

Alae, de 16 años, y José Ángel , de 17, han puesto voz esta mañana de martes 8 de octubre a los problemas de salud mental que han experimentado en carne propia y que también observan con frecuencia entre chavales de su entorno. Cursan primero y segundo de Bachillerato respectivamente, y se quejan, entre otros factores que disparan sus malestares, de la presión social por mantener buenas relaciones, la presión familiar por sacar buenas calificaciones y el estrés. También admiten, dice Alae, que el «bullying» lo trastoca todo e influye en que «si no estás integrado, si te sientes excluido en tu clase por ejemplo, no tengas ganas de seguir estudiando, quieras dejar los estudios, tampoco sientas ánimos de hablar con tus padres o jugar con tus hermanos». Noticia Relacionada Para muchos es su «escuela de sexo» estandar No Nueve de cada diez jóvenes ven porno a partir de los 8 y sus padren creen que no ABC Cerca de seis de cada diez muchachos admiten que esos contenidos son su «escuela de sexo» Dice la cuarta edición del barómetro de Opinión de la Infancia y la Adolescencia de Unicef 2023-24, publicado hoy y elaborado por la organización de la ONU que vela por el cuidado de la infancia en colaboración con la Universidad de Sevilla, que más de cuatro de cada diez, concretamente el 41,1% de los adolescentes en España dicen haber tenido problemas de salud mental en los últimos doce meses o creen haberlos tenido. Porque muchos no están seguros, lo dudan, no identifican bien la raíz de su inquietud, pero se encuentran mal. Cuando buscan ayuda y consejo lo hacen en primer lugar entre sus amistades (un 73,6% de ellos), antes que en sus padres o familiares, y en el psicólogo en segundo lugar (más de un 60%). Pero casi la mitad de los que han tenido o creen haber tenido un problema de salud mental no han llegado a pedir ayuda nunca.Alae y José Ángel también han explicitado parte de los motivos: por el deseo de mantener los problemas en secreto (casi siete de cada diez), por el pensamiento de que el tiempo lo resolverá todo o por la desconfianza palmaria en sus educadores. Más de la mitad de los jóvenes entrevistados (el 56%) no creen que el personal de su centro educativo vaya a ayudarle en nada. En la rueda de prensa se ha puesto de manifiesto que los orientadores se dedican más tiempo a gestiones administrativas, a colaborar con la dirección y sus compañeros docentes, que a escuchar los problemas reales de los muchachos. «No tienen suficiente tiempo para ti, ves que no van a poder dedicarte el tiempo necesario y prefieres no abrirte» en canal con estas personas, han dicho los jóvenes presentes. También lo ponen de manifiesto en el informe con sus respuestas.«Está bien no estar bien» tiene que ser el mensaje para los jóvenes, para derribar los tabúes y el estigma y que se animen a hablar con sus familiares y entorno de lo que les pasaEstos dos jóvenes han abogado por derribar tabúes y el estigma que aún perdura sobre por qué un joven necesita ayuda psicológica o de un orientador educativo. «Todavía piensas en el qué dirán si acudes al despacho de un orientador a hablar», ha indicado el joven, mientras su compañera miembro del comité asesor de Unicef incidía en que el mensaje para los jóvenes tiene que ser « está bien no estar bien ». Uno de cada cuatro adolescentes cree que las personas con problemas de salud mental se sienten avergonzadas todavía. En general, los chicos tienden a tener una visión más negativa que las chicas hacia las personas que padecen este tipo de malestar. Los problemas pueden cronificarseDe acuerdo con los expertos, la salud mental es un componente esencial del bienestar integral de los jóvenes, especialmente durante la adolescencia, una etapa de desarrollo crítico en la que se consolidan habilidades emocionales, sociales y cognitivas fundamentales. En lo que se ha querido hacer hincapié en este informe es en la necesidad de colaboración entre los diferentes agentes sociales y académicos para promover ese bienestar de los adolescentes y contiene recomendaciones incluso para el Ministerio de Educación porque la figura del coordinador de protección y bienestar que contempla la Lopivi no está implantada mayoritariamente en los centros educativos ni está bien desarrollada en los que sí la tienen, ha reconocido José María Vera, director ejecutivo de Unicef España.Para elaborar este informe, los autores de la investigación liderados por Pilar Ramos han entrevistado durante el último curso 2023-24 a cerca de 5.000 muchachos (4.740 adolescentes de 13 a 18 años) de 168 centros educativos en España, públicos, concertados y privados. La propia Ramos ha explicado que para preguntar a los jóvenes partieron de una definición de problema de salud mental elaborada por un panel de expertos y que en nada tiene que ver con lo que se suele identificar como tal, véase la esquizofrenia, la depresión y el trastorno del espectro autista. La definición que se les brindó a los muchachos era la alteración en el funcionamiento normal de su cuerpo, tanto en su salud física o mental por un problema o dificultad adicional.Según la OMS, aproximadamente entre el 10% y el 20% de los adolescentes experimentan problemas de salud menta l en todo el mundo y la mitad de todas las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años y esto es, han explicado los autores, porque parte de esos malestares propios de una etapa de desarrollo evolutivo como es la adolescencia no se acometen bien, se cronifican y derivan en graves trastornos. Hay un apartado del barómetro de opinión donde la mitad de los adolescentes expresan quesí consideran que tienen «autoeficacia» para gestionar su salud mental por sí mismos, frente a una cuarta parte de ellos (uno de cada cuatro) que se ve incapaz de afrontarlo. MÁS INFORMACIÓN noticia No Sanidad y las CC.AA. se preparan para evitar el colapso por la gripe y el Covid-19 noticia No La alcaldesa de una de las ciudades de Florida en la trayectoria del huracán Milton: «Si no evacúas, morirás»De acuerdo con el informe del Estado Mundial de la Infancia que Unicef publicó en 2021, la pandemia exacerbó los desafíos de salud mental en los jóvenes. Y no se han puesto los medios precisos para hacerles frente.Las redes sociales, un espacio que no hay que «demonizar», han pedido desde Unicef, porque son soporte de mucha información y ayuda también para los jóvenes, son no obstante un campo minado para muchos. Un 32,3% de los encuestados consideran que usar demasiado el teléfono móvil o estar “demasiado conectado en internet” perjudica a su salud mental. Buena parte de ellos manifiestan que enseñan en sus perfiles «vidas perfectas» que no tienen, más en el caso de las chicas que en el de los chicos. Ellas son quienes perciben más el impacto relacionado con sentir presión por tener un físico determinado, concluye el estudio. La mitad de los adolescentes consideran «bastante o muy peligrosas» para su salud mental redes como X, Instagram y TikTok.La relación con los padresCuando se les pregunta por la mirada que tienen hacia ellos los adultos, cerca de la mitad de los adolescentes entrevistados sienten que les ven como demasiado «delicados, sensibles y vulnerables» si tienen algún problema. Cabe señalar que ocho de cada diez jóvenes remarcan que para mantener un buen estado de salud mental es crucial la relación con sus progenitores, recibir el apoyo de personas cercanas y hacer cosas que les gusten y hagan sentir bien.

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