Sevilla recibe a San Judas Tadeo con lágrimas de emoción: «Lo hemos echado mucho de menos»
Sevilla acudió puntual a la cita. San Judas Tadeo , una de las grandes devociones de la ciudad, regresaba al culto este jueves después de quedar prácticamente calcinado por el fuego hace tres meses. El recibimiento fue tan cálido y familiar como cabría esperar.A las diez de la mañana, hora en que abren las puertas del atrio de San Antonio Abad, ya estaban los primeros devotos depositando ramos de flores y haciendo promesas a la pequeña talla del venerado santo. Tres cuartos de hora más tarde, todas las velas estaban ya encendidas y una curiosa muchedumbre se agolpaba en torno a la reja tras la que se encuentra de forma provisional la urna con la imagen mientras continúan las labores de restauración de la hornacina en la que se desató el incendio fortuito el pasado 26 de octubre , apenas dos días antes de la jornada en la que mensualmente se dan cita decenas de sus fieles.El santo, de un valor devocional muy superior al artístico, se escapó de see completamente consumido por las llamas gracias a estar hecha de escayola. Esta circunstancia ha permitido su restauración a cargo de la empresa Restaur-Arte dedicada a la conservación del patrimonio, que le ha devuelto su esplendor, un esplendor humilde y callado, como el de quienes han acudido a rezarle en esta fría mañana de febrero.«Venimos cada 28 de mes. Lo hemos echado mucho de menos. En cuanto nos hemos enterado de que volvía, hemos venido a verlo», eran las palabras de una joven que, junto a su madre, fue de las primeras en depositar unas flores al pie de la ventana en la que está expuesta la talla. Nadie quería dejar de encender una vela en acción de gracias, aunque ahora el sistema es diferente para evitar nuevos sustos y percances como el acaecido en octubre. Las nuevas velas duran apenas una hora y media, no presentan plásticos para que no se genere humo y van colocadas en unos recipientes diseñados específicamente para minimizar riesgos y evitar incendios. Todas ellas cuentan, además, con depósitos de agua en su base, ganándose en seguridad en caso de que algún punto de luz caiga.Cambia la mecánica, pero no el fondo. Ni las nuevas velas, ni la ubicación temporal del santo ni la urna en la que se encuentra han mermado de forma alguna el fervor y el cariño con que Sevilla lo ha recibido en su vuelta. Personas de todas las edades han ido pasando en las primeras horas de la mañana por la sede canónica de la hermandad del Silencio , que ha vuelto a ser «el hervidero que acostumbraba», como han señalado los feligreses habituales.No han sido pocas las lágrimas de emoción vertidas por sus devotos más fieles. «No puedo evitar emocionarme, llevo años viniendo a pedirle», ni tampoco las visitas exprés de quienes tenían cinco minutos antes de ir al trabajo o a hacer los mandados, la cotidianidad recuperada. Algo más de tres meses de orfandad que, más allá del resto de cuestiones, quedan cerrados con el abrazo de los sevillanos a San Judas Tadeo: «Que nos ampare a todos, que es lo importante». Las causas imposibles vuelven a tener a su patrón en casa.