Miguel Andreu: «Me gusta resolver mis thrillers en las últimas diez páginas de la novela»

Lleva veinticinco años en el gremio de la comunicación colocando noticias de empresas en los medios. Hace una década abrió su propia empresa, Andreu comunicación, que, adaptándose a las exigencias de los nuevos tiempos, también trabaja en el diseño de formatos. Le gusta escribir novela negra y previa a ‘El Viejo de Pilatos’, firmó ‘Cuatro de octubre’ y ‘El hijo del círculo’. El pintor Daniel Franca es el autor de la portada del libro y el portavoz parlamentario popular andaluz Toni Martín Iglesias se lo presentará. Su rincón favorito es la Plaza de Pilatos, donde brinca su infancia. Fue hermano mayor de una hermandad de gloria y no le falta público que le pide que escriba una novela sobre ese mundo. No se lleva con la masificación del Centro y con el malogrado Ismael Yebra piensa que la Alfalfa es el centro del universo.-Usted es un profesional de la comunicación, que tiene empresa propia y que se dedica a hacer llegar a los centros de prensa las noticias. Quiero entender que en ese mundillo sucederán cosas que alimenten sus argumentos.-Así es. Se dan argumentos porque estás en contacto con la realidad y con personas que viven historias reales. Y son argumentos puramente literarios.-Además, comenzó a ser puente de comunicación cuando aquí nadie se creía que se podía colocar una noticia en una radio o en un periódico levantando un teléfono.-La comunicación, por los años previos a la Expo, suponía en Estados Unidos el 11% aproximado de su PIB. En Sevilla ni se sabía lo que era la comunicación. Se nos confundía con publicistas.-También de lo vivido en otros ámbitos que le son familiares le han servido para sus novelas. Como la de aquel cofrade de su segunda novela, ‘El hijo del Círculo’, que desbordaron su correo electrónico de ‘piropos’…-No solo de ‘piropos’ sino que hubo algunos firmantes anónimos que pedían mi destierro de la ciudad. Debo reconocer que fui muy realista, aunque no era la trama principal de la novela.-Pero lo que nunca parece haber llamado su atención, ni profesional ni literariamente, han sido las historias del corazón. ¿Por qué?-Porque no se ha dado el caso. Nadie ha llamado a la puerta de mi agencia para tratar un tema del corazón. Cosa que, por otro lado, me alegra porque no es un asunto de mi predilección.-Usted pertenece a esa tribu de escritores que entienden que una novela negra debe resolverse en las últimas diez páginas y dejar con la boca abierta al lector.-Sí, me encanta jugar a eso con el lector, dejando siempre una puerta abierta porque nunca se sabe si puede haber una segunda parte.-Otros lo apuestan todo a un comienzo claro, fuerte y trepidante…-Mis comienzos, en cambio, son muy suaves, y van in crescendo. También intercalo una especie de voz de la conciencia que le habla a los personajes.-Usted es de los escritores locales que creen que Sevilla tiene la suficiente carga literaria como para aparecer como un personaje más de la narración.-Tiene carga literaria y escenarios idóneos para montar cualquier trama. Creo que ayuda al lector a imaginarse mejor la situación, porque al conocer el escenario, solo tiene que prestarle atención al personaje.-A mí me recomendaron una vez que abandonara los escenarios sevillanos y ubicara acciones lejos de la ciudad. Me razonaron que había que vender. ¿Usted cree que Sevilla no vende como atrezzo literario?-Sevilla puede vender lo que le de la gana, siempre y cuando no se abuse de esa venta.-Vamos a vender su libro. ¿Qué nos cuenta en ‘El Viejo de Pilatos’?-Es la historia de un pintor de los sesenta muy famoso, que cae en desgracia sin saber por qué, llegando a vivir en la indigencia. Un día descubre algo y ese algo le explica todo lo que le ha pasado en su vida.-Me suena. Sé de un pintor que acabó formando parte de una banda de falsificadores de arte…-No, no, es un personaje de ficción.-Usted es muy cofrade. ¿A Sevilla se le está yendo la mano con los actos cofradieros en la calle?-Últimamente un pelín. Creo que hay una sobresaturación. Y lo extraordinario se está convirtiendo en ordinario.-¿Qué opina de la tasa morada que quiere imponer el alcalde?-Creo que la ocupación de la vía pública es algo que no tienen por qué asumir todos los ciudadanos. Hay quien le gusta o no las cofradías. Creo que sería un buen arranque para poner coto a algunos excesos que se están dando.-¿Dónde verá la Magna?-En mi casa. Y creo que no voy a ser el único.

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