El Papa viaja a Bélgica y Luxemburgo para espolear a Europa ante la guerra y la crisis migratoria
Menos de dos semanas después de regresar de su gira de casi doce días por Asia y Oceanía, el Papa hace de nuevo las maletas. Desde este jueves y hasta el domingo visita Luxemburgo y Bélgica, para insuflar oxígeno a los católicos de estos dos países icono de la descristianización de Europa. El motivo teórico del viaje son los 600 años de la Universidad Católica de Lovaina , aunque con esa excusa el obispo de Roma aprovechará para llamar a Europa a recuperar su papel estratégico en la construcción de la paz, y para tender una mano a las víctimas de abusos en Bélgica. El Papa no tiene previsto reunirse con instituciones europeas, a las que ya visitó expresamente en noviembre de 2014 con un viaje a Estrasburgo, pero con la guerra en Ucrania y la crisis migratoria, es difícil que no aproveche la oportunidad para enviar algunos mensajes hacia el Parlamento Europeo y el cuartel general de la OTAN.En L uxemburgo pasará solo unas horas este jueves, y dormirá tres noches en Bruselas. El desafío común que encontrará en ambos lugares es la pérdida de presencia cristiana en la sociedad. Cuando en 1985 Juan Pablo II viajó a estos dos mismos países, el 97% de la población en Luxemburgo se declaraba católica, y el 90% en Bélgica. Hoy, cuatro décadas más tarde, en el gran ducado casi la mitad del país no cree en Dios y los católicos suman un 41,5%. En Bélgica el porcentaje de católicos es de alrededor de un 58%.Noticias Relacionadas estandar No El Papa expulsa del sacerdocio a un obispo que abusó de su sobrino en los años 80 Javier Martínez-Brocal | Corresponsal en El Vaticano estandar No El Vaticano expulsa a 10 miembros del Sodalicio de Perú por métodos sectarios, sadismo, abusos físicos y fraude Paola UgazFrancisco aterrizará en Luxemburgo a las 10 de la mañana. Se reunirá con los grandes duques Enrique y María Teresa , y con el primer ministro Luc Frieden. Por la mañana tendrá un discurso ante representantes de la sociedad civil y por la tarde un encuentro con los católicos en la catedral. A las 18:15 tomará de nuevo un avión rumbo a Bruselas.Reunión con 15 víctimas de abusosDurante su estancia en Bélgica, el Papa se reunirá en privado con 15 víctimas de abusos cometidos por eclesiásticos. Pero el ambiente es bastante tenso y una de ellas ha explicado públicamente que no acudirá porque lo considera «inútil». En 2019, un informe solicitado por los obispos belgas identificó 1.054 abusos cometidos por eclesiásticos, de los que un 73% fueron contra menores.Varias víctimas han anticipado el encuentro con una carta pública en la que escriben que «sería extraordinario que usted pasara a la historia como el primer Papa que protegió a las víctimas de abusos en lugar de a los agresores». Entre sus propuestas, solicitan «replantearse» el celibato sacerdotal, «animar a las víctimas a hablar libremente», o «introducir un sistema universal de reparación, aplicado por un organismo internacionalmente reconocido e independiente de la Iglesia».Luc Terlinden, actual arzobispo de Bruselas dice que el encuentro del Papa con las víctimas va a ser «un paso importante» pues «en el pasado existía en la Iglesia una cultura del secreto y del silencio, que hacía que cada una de estas tragedias fuera aún más difícil de soportar». El único aspecto positivo de este drama es que, según explicaron los obispos ante una comisión en el Parlamento, el programa de atención a víctimas es eficaz y a él acuden en busca de ayuda también personas que han sufrido violencia fuera de la Iglesia. Como medida previa al viaje, en marzo el Papa expulsó del sacerdocio al obispo Roger Vangheluwe , de 87 años, quien en 2010 reconoció haber abusado «durante años» de al menos uno de sus sobrinos. Benedicto lo había cesado en tiempo récord nada más conocer lo ocurrido, pero dada su actitud tanto los obispos belgas como el gobierno belga llevaban años solicitando la expulsión.Adopciones forzadasOtra cuestión compleja que Francisco podría mencionar es el caso de las «adopciones forzadas». Según una investigación del diario «Het Laatste Nieuws», unos 30.000 niños fueron quitados a madres solteras o sin recursos entre 1945 y la década de los 80, y vendidos a otras familias, con la complicidad de órdenes religiosas. El Papa también se trasladará a la Universidad Católica de Lovaina para conmemorar su sexto centenario. Además de Erasmo de Rotterdam, el cartógrafo Gerardus Mercator, y Georges Lemaître, padre de la Teoría del Big Bang, por sus aulas pasaron exponentes de la Teología de la Liberación como Gustavo Gutiérrez, José Comblin o Hugo Echegaray, que Francisco podría mencionar este viernes.La institución se dividió traumáticamente en dos en 1968, en una sección de habla neerlandesa, que se mantuvo en Lovaina, la «Katholieke Universiteit Leuven», y otra de habla francesa, considerado el idioma de la clase dirigente, «Université catholique de Louvain», para la que se construyó una nueva ciudad. «Fue como un divorcio en una institución católica y dividió también a los obispos. Las enciclopedias de la biblioteca se repartieron a mitad entre una y otra. Era surrealista. Hoy es diferente, son dos universidades con buenas relaciones», explica a ABC uno de los organizadores del viaje.Éste prefiere destacar la «presencia positiva» de la Iglesia en ámbito educativo, en hospitales y en la labor contra las desigualdades. «No creo que sea una Iglesia muerta, aunque sí secularizada. En la Historia de la Iglesia ha habido otras crisis, y todos pensaban que la Iglesia había muerto y no había nada que hacer. Pero con el tiempo nació una nueva vida cristiana», explica. «Quizá ya no existe una forma de Iglesia fuerte, institucionalizada, con muchas vocaciones. Pero el hecho de que algunos no vayan todos los domingos a misa no significa que no tengan fe o que para ellos no sea importante. El desafío es cómo hacer una comunidad con personas que viven así su fe», añade.Toque españolLa visita tendrá también un toque español, pues el domingo Francisco canonizará a la carmelita española Ana de Jesús (1545-1621), fundadora del monasterio del Carmelo en Bruselas y la colaboradora más estrecha de santa Teresa de Jesús. Como todos los viajes del Papa desde hace un par de años, uno de sus «acompañantes» será la preocupación por su salud. Francisco dio prueba de gran resistencia física durante la gira asiática, pero este lunes tuvo que anular su agenda a causa de una gripe. Ya el martes retomó las reuniones y este miércoles ha celebrado sin problemas la audiencia general y otros dos encuentros públicos. Aunque probablemente en Luxemburgo y Bélgica no encontrará el mismo entusiasmo que en el sudeste asiático.