Enrique Ponce: «Esta vuelta ha sido un regalo que la afición y yo nos hemos dado mutuamente»

Este sábado, Enrique Ponce se despedirá de Las Ventas. Más de treinta años en lo más alto, cuatro puertas grandes en esta plaza y otros tantos triunfos históricos. ¿Quién no recuerda la faena a Lironcito, la primera puerta grande en aquella Beneficencia de 1991, aquella goyesca con Rincón o la tarde de los quites? Y eso sólo en la Monumental venteña. Bilbao, Valencia, México, Nimes… ¡Cuántas plazas considera el maestro como propias, por los grandes triunfos que se ha ganado en ellas! En menos de un mes dirá adiós definitivamente al toreo en España en su tierra natal, y podrá hacerlo orgulloso de haber conseguido todo en el toreo. Todo y más.A pocos días de venir a Madrid vestido de luces por última vez, ha tenido un encuentro con la plaza en un acto moderado por Ramontxu García, amigo durante tantos años y fiel seguidor, y en el que le acompañaron Víctor Zabala y Carlos Novillo, Consejero de Medio Ambiente de la CAM. «La plaza que más ha marcado mi trayectoria es Madrid», dijo Enrique. «Ha sido clave en mi carrera, junto con Valencia». Con la intención de despedirse de las dos plazas de su vida comenzó esta gira de «hola y adiós», como la denomina el valenciano. Entre los presentes estaban también Miguel Abellán y Mariano de la Viña, fiel al maestro como siempre. Fundamental para hacer eso realidad fue la figura de Víctor Zabala, que se reunió con el torero para cerrar esas dos tardes, «un acontecimiento en la historia del toreo». Sobre la tarde del próximo 28, Carlos Novillo comentó que «Madrid tiene esa deuda con Enrique y ahora tiene que demostrarle el cariño de tantos años». Además, adelantó que Isabel Díaz Ayuso estará presente para apoyar al torero.Noticia Relacionada LAS VENTAS estandar Si Diez toros saltaron, pero el que embistió fue Juan de Castilla Alicia P. Velarde El colombiano da otro toque de atención en una tarde de más toreros que torosCuando termina el acto, sale el maestro a hacerse unas fotos el en ruedo. Aprovechamos para charlar con él en la Cátedra del toreo, que impone aunque esté vacía. -En pocas palabras, ¿Cómo definiría usted su relación con Madrid?-Yo creo que ha sido muy positiva y muy importante para mi trayectoria. En Madrid siempre, desde que vine de novillero, he sentido el respeto de la afición. También es verdad que me han exigido mucho, pero eso es lógico y normal, entra dentro de la exigencia de la afición de Madrid con cualquier torero. Pero ante todo, ha sido una plaza para mí clave en mi vida y en mi trayectoria. Ha supuesto mucho para mí siempre.-¿Y cómo afronta entonces la despedida?-Creo que va a ser una tarde llena de emociones. Ya de hecho ahora cuando hemos entrado en el ruedo, me ha inundado esa nostalgia de tantas tardes aquí, de tantas emociones tan intensas. Es una plaza que impone, y yo espero que sea un día emotivo, y sé que Madrid tiene memoria. Es una afición que es difícil, es una afición dura y exigente, como todos sabemos, pero a la vez muy sensible ante estas situaciones, porque es una afición que reconoce y sabe estar a la altura de estos momentos. -Hace cuatro años decidió cortar la temporada el día antes de torear una corrida en Burgos. ¿Por qué esa decisión tan repentina?-No hubo motivo en especial de nada, de hecho esta tarde (toreó en León) corté dos orejas a un toro. Me encontré muy bien, pero así lo sentí. Dije: ya no toreo más. Posiblemente el haber alcanzado la plenitud en todo pudo ser interiormente el motivo que me llevara a decidir no torear más. Pero no hubo una decisión en concreto. Fue más un impulso de algo que venía yo ya pensando, cuál sería el momento de decir adiós, y en ese momento me salió así, y así lo hice.-Pero alguien como usted no se podía ir de la noche a la mañana. Tenía que tener una despedida al nivel de su carrera.-No estaba dentro de mis planes volver a torear. Allá donde iba la gente me decía que no me podía ir así. Pero estoy contento de haberlo hecho y sinceramente yo esperaba que me despidieran bonito y poder cuajar algún toro… Pero todo ha superado esas expectativas, con tantos parabienes, por así decirlo, y con todo el cariño del público. Las dos primeras plazas que cerramos fueron Madrid y Valencia. Sin menospreciar a ninguna otra, han sido dos plazas que han marcado mi vida. A partir de ahí nos pusimos a hacer algo más. En un principio, no quería que fueran más de diez tardes, pero era muy complicado elegir diez plazas, y nos planteamos hacer la temporada que hemos hecho. -Y ya estamos aquí. Más allá del cariño del público, ¿cómo se está encontrando en la cara del toro?-Me encuentro muy bien, he podido torear muy bien algunos toros, incluso algunas faenas se pueden encontrar entre las mejores de mi vida. Que diga esto después de tantas corridas, de tantos años y en mi temporada de despedida dice mucho del momento en el que me encuentro y de cómo estoy toreando. -Echando la vista atrás, ¿qué cambiaría de su carrera?-Esas cosas me las reservo para mí. Por supuesto, hay cosas que habría cambiado, no soy de los que piensa que todo lo que he hecho es perfecto.-¿Y qué no cambiaría por nada del mundo?-No cambiaría por nada la disposición que he tenido siempre. La ilusión y el afán de superación que he demostrado en la cara del toro. -¿Durante todos estos años ha visto cambios en la Fiesta?-Desde que yo tomé la alternativa hasta hoy ha habido muchos cambios, tanto en la Fiesta como en la vida. Aquí se ha notado mucho en la evolución de toro y torero, que tienen que ir siempre de la mano, y en estos últimos 30 años ha habido una evolución en ambos. Lo difícil de un torero que lleva tantos años y que lleva esa trayectoria tan extensa es precisamente adaptarte al tiempo que te toca vivir, con el toro que va a evolucionando, y ser capaz de hacer lo mismo en tu toreo. Yo creo que eso ha sido una de las claves de mi éxito también, que no me he conformado nunca, que he tenido la humildad para mejorar y aprender día a día, y que he buscado siempre perfeccionar mi toreo y evolucionar en él con los tiempos.-¿Se torea mejor que nunca?-No sé exactamente, posiblemente sí se torea más limpio que nunca, incluso más ajustado que nunca. En ese sentido creo que sí. Los conceptos a veces habría que discutirlos. Creo que ha habido momentos en los que los conceptos cambiaban, y yo mismo me sentía un poco incomprendido, porque no se pedía el concepto que me han inculcado, el del toreo se siempre de torear a la cadera en lo que es la circunferencia del toro, y eso es lo que es la pureza, que en algunos momentos no sé si se llega tampoco a realizar ahora mismo. Por eso digo que es una pregunta ambigua que no es fácil concretar, porque podríamos decir que sí se torea mejor que nunca, pero si ves el fondo, a lo mejor no.-¿Pero el toro sí es el mejor?-Sí, estamos ante el toro más sano y más bravo de la historia. El toro de hoy es un toro que tanto el bueno como el malo te exigen. Te puede salir el mejor toro, uno extraordinario, o un toro muy malo, con los problemas que conlleva. Además es el toro más grande y con más poder de la historia. -Ha dicho antes que estaba muy tranquilo estos cuatro años sin torear. ¿Pero nunca tenía un pequeño gusanillo?-Sinceramente, no tenía gusanillo para volver. Me fui pleno, me fui sin ninguna espinita ni resquemor, así que tampoco pensaba volver. Estaba totalmente realizado como torero. Había alcanzado torear como un día soñé, si es que pude imaginarlo. Esta vuelta ha sido un regalo que yo creo que nos hemos dado mutuamente la afición y yo. Por un lado, el hacer una despedida en la que pueda decir adiós a la afición de las plazas a las que he elegido ir, y dar esa oportunidad de que me vieran por última vez, y por eso he vuelto. Yo estaba muy tranquilo en casa ya. Pero sí sentía un poco esa deuda con el público de poder despedirnos juntos y hacer lo que hemos hecho. Como ha ido todo tan bien, estoy contento de haber tomado esa decisión que en un principio no la tenía nada clara.-¿Vendrán a verle sus hijas en su despedida?-Supongo, pero no sé si se atreverán.-Ha dedicado su vida entera al mundo del toro. ¿Seguirá ligado de alguna manera?-Pues yo creo que sí, porque realmente es mi mundo. Tengo la ganadería, a lo mejor ahora le puedo dedicar un poquito más. La tengo en un punto muy bueno, pero no he estado lidiando en plazas importantes, sólo sin picadores, precisamente por quitarme esa presión de además de torear, tener que estar también pendiente de la ganadería. Pero alguna cosa haré por aquí, aunque en principio ni yo mismo sé cuál. De momento con la ganadería ya es un motivo para estar y no alejarme mucho de lo que es mi vida.

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