Karim El Baqqali, enviado a prisión tras comparecer ante la juez de Barbate por el asesinato de dos guardias civiles
A prisión provisional, comunicada y sin fianza. Así lo ha decidido este viernes juez que instruye el caso del asesinato de dos guardias civiles en Barbate a manos de Karim El Baqqali el pasado 9 de febrero.El piloto de narcolancha, que ha pasado en la mañana de este viernes a disposición judicial tras ser detenido en la madrugada del pasado jueves en Barbate después de pactar su entrega con la Guardia Civil , según ha explicado uno de los abogados, ha permanecido varias horas prestando declaración ante el juez que instruye la causa, el del número uno de Barbate, que finalmente ha acordado enviarlo a prisión. Según acaba de informar el TSJA, el juez ha ordenado, a petición de la Fiscalía -petición a la que se han adherido el resto de acusaciones personadas en la causa-, su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza.Inicialmente, se le atribuyen dos supuestos delitos de asesinato, cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa , seis delitos de atentado, un delito de contrabando y un delito pertenencia a organización criminal. Durante su comparecencia judicial, el detenido ha respondido a las preguntas formuladas por juez, la Fiscalía y su defensa. La causa está declarada secreta.Tras entregarse en la madrugada del jueves y después de permanecer desde febrero fugado en Marruecos, fue llevado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz, donde reconoció que pilotaba la narcolancha con la que embistió brutalmente a la zodiac en la que iban los guardias. Además de las dos muertes, hubo más agentes heridos, otro de gravedad.En dicha declaración ante la Guardia Civil, según ha contado uno de los abogados, el narco aseguró que intentó maniobrar para esquivar a la zodiac de la Guardia Civil aunque en los videos de aquel fatídico día se ve claramente cómo la embiste en varias ocasiones mientras era arengado por decenas de personas desde el muelle. Su defensa pretende así rebajar la acusación de asesinato a homicidio imprudente y por tanto, la condena que le sea impuesta tras el juicio.Karim había sido repudiado por las mafias del hachís del Estrecho tras lo de Barbate y el cerco policial era cada vez mayor. Se había refugiado en una localidad de Marruecos próxima a Ceuta y finalmente decidió entregarse.