España cae diez puestos en el índice de corrupción y se sitúa por detrás de Ruanda o Botsuana
El caso Koldo y la compra de mascarillas durante la pandemia, los escándalos que implican al exministro José Luis Ábalos, las acusaciones del comisionista Víctor de Aldama. Los indicadores internacionales reflejan ya la cargada agenda de tramas de corrupción en el sector público, y España empeora en un solo año notablemente su desempeño en el principal ranking mundial, el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) , que elabora la ONG Transparencia Internacional.Respecto al indicador de 2023, la nota de España disminuye cuatro puntos en un solo año y obtiene ahora una puntuación de 56 sobre 100 en este informe anual. Aunque se sitúa así por encima de la media global de 43 puntos, esa puntuación coloca a España como uno de los países del mundo catalogados como ‘democracias defectuosas’ o deficientes, según el índice de Transparencia Internacional, que desde su creación en 1995 se ha convertido en el principal indicador mundial de corrupción en el sector público.Con esta nueva calificación, la posición de España en el ranking mundial cae diez puestos en un solo un año, desde el 36 de 2023 al actual puesto 46 sobre un total de 180 países analizados por Transparencia Internacional, utilizando datos de 13 fuentes externas, incluidos el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial. En comparación con otros países de la Unión Europea, España ocupa ahora el puesto 16, por debajo de la media de los Veintisiete.Noticia Relacionada estandar Si La ONU reconoce su inoperancia con las graves crisis del presente Javier Ansorena | Corresponsal en Nueva YorkEl deterioro es tal que el Índice de Percepción de la Corrupción coloca a España por detrás de su país vecino Portugal (57 puntos) y de países como Ruanda (57), Botsuana (57) o Arabia Saudí (59); al tiempo que se sitúa solo un puesto por encima de Fiji y dos por encima de Omán, que obtienen 55 puntos en este informe. Supera, eso así, a otros países del entorno como Italia, Grecia o Polonia. Aunque Transparencia Internacional no ha registrado un retroceso significativo a nivel legislativo y en el marco anticorrupción, la realidad es que la organización tampoco ha percibido un «progreso sustancial» en estas áreas. Para la ONG, la falta de avances a nivel nacional, sumado al desmantelamiento de estructuras a nivel autonómico explica el descenso de cuatro puntos con respecto al último informe.La organización justifica este declive por el retraso en la transposición de directivas europeas (87 siguen pendientes) y que España continúa sin tener una estrategia nacional anticorrupción y una legislación sólida sobre los conflictos de interés, que en los últimos meses se ha venido planteando tras irrumpir el caso Begoña Gómez, la mujer del presidente del Gobierno.Por otro lado, «la transparencia institucional enfrenta aún serias deficiencias», cuestiona el informe, e indica paralelamente la eliminación de agencias antifraude autonómicas, como en Baleares, y el debilitamiento de otras, como la AVAF, «que han generado una aplicación desigual de políticas anticorrupción en el territorio nacional». Además, «solo cuatro comunidades autónomas y dos ciudades cuentan con agencias antifraude operativas, y apenas 11 comunidades han establecido consejos de transparencia».Este último informe del Índice de Percepción de la Corrupción llega en un medio sonadas polémicas por el caso Koldo y la compra de mascarillas durante la pandemia, también la llamada ‘trama de los hidrocarburos’ o los presuntos cobros de mordidas de destacados dirigentes socialistas, como denuncia el empresario imputado Víctor de Aldama. A estos casos se suman la investigación al fiscal general del Estado y los causas abiertas a la mujer y el hermano del jefe del Ejecutivo.Niveles de corrupción «extremadamente altos»La organización destaca en su informe que los niveles de corrupción a nivel global, con datos de 2024, son «extremadamente altos» mientras que los esfuerzos por combatirla cada vez van a menores. La media de todos los países del mundo se ubica en 43 puntos , evidenciando así la necesidad de «aplicar medidas urgentes» contra la corrupción. Más de dos tercios de todos los países del mundo cuentan con una nota inferior 50 puntos.Dinamarca, Finlandia y Singapur son los tres países con una nota más alta, mientras que Venezuela, Somalia y Sudán del Sur se encuentran a la cola, en gran parte también por el impacto negativo de las «situaciones de fragilidad y conflicto» por las que atraviesan. Más de una cuarta parte de los países analizados han registrado su puntuación más baja, incluidos Francia, Alemania, Rusia o Estados Unidos, entre otros.De los 31 países europeos analizados, tan solo seis mejoran su puntuación respecto al año anterior, mientras que casi una veintena registran un descenso en comparación a 2023. Grandes economías del viejo continente como Alemania o Francia están «en declive» y los países nórdicos, históricamente considerados como «sólidos», registran sus peores puntuaciones hasta la fecha.«Las diferencias en la integridad y los problemas persistentes en la contratación pública socavan la capacidad para enfrentar desafíos globales como la crisis climática . Este año la Unión Europea tiene la oportunidad de tomar medidas decisivas estandarizando las regulaciones anticorrupción en todo el bloque para revertir esta tendencia», ha destacado la asesora regiones de Europa Central en Transparencia Internacional, Flora Cresswell .