Pimienta echa sal en la herida del Sevilla
Qué decepción. No había metido en este tiempo al entrenador del Sevilla en la categoría de los suavones, aunque tenía mis ligeras sospechas por su procedencia y ese gusto por lo estético tan poco realista en el fútbol. Lo dejaba fuera de ese grupo de técnicos que colocan la venda antes de la herida. Del clan del lloriqueo, pero quedando bien. Los que más coraje dan porque se ven venir desde lejos, aunque en esta fauna tienen sus aliados. Incalificables. Y no lo he visto venir. Mea culpa . Unos y otros. O quizás Pimienta haya inaugurado una nueva categoría, que siempre existió, pero hace tiempo que no veía en la elite: ventajista y cobardón. El técnico se cree a salvo por quitarse el muerto de encima . Dejando caer el clásico refrán al lavarse uno las manos: ‘Lo malo que pase a partir de ahora, a otra ventanilla’. O ese más clásico aún: ‘A mí que me registren’. Se habrá creído que por el Sur nos chupamos el dedo. O algo peor. Ha señalado sin disimulo y mala baba al director deportivo, su gran valedor para sentarse en un banquillo que ni en sus mejores sueños habría aspirado y, por consiguiente, ha dejado con el trasero al aire al propio club. Les ha acusado sin pudor de ser ellos los responsables de que la plantilla del Sevilla se haya podido quedar justita de efectivos hasta final de temporada . Ojo que no le falta razón, pero todo porque no le han traído el lateral que había pedido. El no fichaje, bajo su criterio, más caro de la historia. Por el coste futuro, claro. Como ahora se le han lesionado dos jugadores de una tacada gracias a esos entrenamientos concienzudos donde la prevención pasa a otro capítulo, pues el marrón que se lo coma otro. Y como tengo un puñado de apercibidos, pues si me pinta la cara el Barcelona y no soy capaz de doblegar al Valladolid, que la culpa sea de mi primo . Nunca yo. Qué fácil lo tiene. Es de aplauso. Buena actuación. Un Goya (con su premio), por favor.Ni que decir tiene que la plantilla del Sevilla competirá apretada de recursos hasta final de curso . Es lo que supone invertir en el ataque, lo más caro del mercado, mientras resistes en otras demarcaciones con lo que tienes. Nadie se ha podido llevar a engaños porque sólo se deja engañar quien así lo quiere. De hecho, el director deportivo ha intentado convencer al club de la idoneidad de firmar otro lateral, pero no ha sido posible por circunstancias puramente financieras. Lo del centrocampista ha sido un tiro al aire de Pimienta, ya que no lo había solicitado . Como estoy quedando bien señalando a los odiados por el sevillismo, ya redoblo mi apuesta. Bien por ti. Y ya lo de decir que si venden a Juanlu se pone él de corto en la hierba, es de una chulería intolerable. Buscando culpables a otro cuando el Barcelona te pinte la cara. Me da que no se ha enterado que entrena al Sevilla. Habrá cogido esa costumbre tan del club donde se ha criado de culpar al prójimo mientras yo hago mis propias trampas . Es que el Real Madrid roba, mientras yo me lleno los bolsillos. No aguanto ese cinismo acomplejado. Es superior a mí.Pero esto no va a quedar así. O no debería. No puede quedar libre de pecado quien tira un peñasco a la sien de sus superiores. No porque no se merezcan que se les diga las cosas a la cara en su deficiente gestión, sino que si en privado no montas ese mismo número, hacerlo públicamente es de mala persona. Habrá muchos que piensen que ha hecho bien en decirlo a la prensa, que ha señalado a los que siempre se llevan las culpas en el Sevilla . Que poco se llevan en la cara con lo mal que lo hacen. La gestión del club de estos últimos años es nefasta hasta decir basta. Quien duda a estas alturas de esta realidad. Eso no oculta que si se están apretando el cinturón por las circunstancias, situación que conocía García Pimienta desde su primera firma, la cual hizo con la misma sonrisa que en la segunda cuando le ampliaron el contrato sin venir a cuento, a santo de qué viene despotricar de que no se gastan la pasta; que si va a tener que jugar él si hay más ventas; que se le lesionan los jugadores . Lo próximo repito, es que pierde por culpa de otro. Yo soy el bueno. Creedme.Excusas, excusas, excusas. Que Saúl juegue mal es sólo culpa del jugador. Que los sevillistas se hayan tragado a Kike Salas de lateral, sólo culpa del club. Que tarde en hacer cambios durante los partidos ante rivales del tebeo, culpa del viento del Norte. O de donde venga. Un poco de humildad. De saber estar. Y que esto es el Sevilla. Hoy le aplauden por las supuestas agallas de destapar la manta, esa misma que te tapaba de la cabeza a los pies. Y te vas a quedar helado cuando le coma el sevillismo con papas si se le termina cayendo el equipo. Y nadie le dará esa mano para levantarse que ha necesitado durante la temporada. No la vaya a pedir tampoco. No hay mayor torpeza. Ha escupido para arriba. Y eso, ineludiblemente, le acabará cayendo encima.