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La calle General Polavieja, situada en el casco histórico de la ciudad, muestra, cada vez con más frecuencia, un escenario que nada tiene que ver con su imagen habitual. Numerosos locales de la zona se han visto obligados a cerrar sus negocios hasta un día entero como consecuencia de los continuos fallos eléctricos que están sufriendo. Una situación que califican como «insostenible» al provocar el cierre repentino e inmediato de la actividad económica durante esos momentos.Según ha podido saber este periódico, estos apagones no sólo afectan a los comercios que se encuentran en la calle General Polavieja, sino que las calles Sierpes y Sagasta (hasta la altura de la administración de Lotería) también están siendo víctimas de esta situación . «El último de los apagones se produjo en el día de ayer, obligándonos a cerrar durante dos horas», apostilla el regente de un negocio afectado. «Lo peor de todo es encontrarte en un día fuerte y que se te vaya un salón con 40 personas» , adelanta un hostelero de la zona, al tiempo que subraya los perjuicios que esto supone: «Cocineros parados, camareros dando vueltas sin saber dónde ir, comensales enfadados cuando los tenemos que levantar de la mesa, dado que no podemos ofrecerle un servicio, o las consecuentes pérdidas económicas son situaciones que nos están llevando al límite ».En este sentido, según han informado a ABC, el origen de este daño eléctrico recae en la casuística existente con la instalación antigua de la zona, siendo un problema de gran magnitud que requiere la realización de obras para cambiar el cableado actual. Ante esto, los negocios han intentado ponerse en contacto con el Ayuntamiento, aunque, por el momento, no han obtenido respuesta.