El enésimo intento de reformar la financiación autonómica tras 10 años de retraso
Mucho ruido y pocas nueces. Esta expresión viene como anillo al dedo para representar el eterno debate que rodea la reforma de la financiación autonómica. El modelo vigente, de 2009, se hubiera tenido que renovar a los cinco años. Hoy en día, ya en 2025, no se ha llegado a ningún lado, aunque han corrido ríos de tinta sobre el tema, protagonista de encendidos debates políticos. Los focos están ahora puestos en la financiación singular de Cataluña pactada entre ERC y PSC, denostada por la oposición y los demás barones regionales y en un Gobierno en minoría al que le cuesta mover ficha. La próxima cita para desencallar la situación será el 26 de febrero en el Consejo de Política Fiscal —el cónclave donde comunidades y Hacienda debaten sobre finanzas autonómicas—, en el que previsiblemente se abordará la quita de parte de la deuda autonómica, otro acuerdo sellado con la Generalitat.