La anguila europea viaja sin freno hacia la extinción
El biólogo Miguel Clavero responde al teléfono mientras recoge redes en el río Cachón, en Zahara de los Atunes (Cádiz). Ha ido en busca de anguilas para hacer un censo. «Si cojo alguna te aviso», asegura. Pero no habrá suerte. Lo que sí encontrará en abundancia son cangrejos azules . La voraz especie invasora , sospecha Clavero, es el último empujón hacia la extinción de la anguila europea. Según su último estudio, el pez está sufriendo una «drástica reducción» que se suma a la caída registrada en los años 80, cuando el derrumbe poblacional llegó al 90%, y de la que la especie no se ha recuperado todavía. La anguila europea (‘Anguilla anguilla’) fue declarada en peligro crítico de extinción en 2008, es decir, a un paso de la desaparición total. Sin embargo, desde entonces el estado de la especie «está empeorando gravemente de forma muy rápida», según la investigación elaborada por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC) y el Parque Natural del Delta del Ebro. El estudio ha analizado solo la población del delta del Ebro y concluye que entre 2015 y 2017 su presencia se ha reducido en más de un 80%. Pero los investigadores piensan que es una tendencia general, ya que coincide con los datos de estudios realizados en Irlanda y Croacia. «Y eso sería lo grave», dice Clavero.Porque, con la anguila, todo está conectado. «Con esta especie hay un concepto importante: la anguila europea es un único ‘stock’. Da igual que salga del delta o de Noruega, se juntan en el mar de los Sargazos », dice Estíbaliz Díaz, representante de España en el grupo sobre la anguila del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) e investigadora de AZTI. Es allí, al sureste de EE.UU., donde la anguila se reproduce y nace; donde finaliza y comienza su ciclo vital, aunque entre medias viaje a Europa y el norte de África para crecer y madurar.El colapso de la especie a principios de los 80 fue devastador. Por cada cien anguilas que llegaban antes del declive a las costas mediterráneas, hoy lo hacen siete. Y la situción en el mar del Norte es aún peor. Allí la proporción no llega ni a una por cada cien. «El lince ibérico y el oso panda están mejor que la anguila», resume Díaz, quien recuerda que en sus buenos tiempos la anguila llegó a verse hasta en el río Manzanares, en Madrid.Especie invasora«Los dos puntos fundamentales del declive son la pérdida de hábitat (en España ha perdido un 80%) y las especies invasoras –tanto parásitos que afectan a su mortalidad como nuevos depredadores–», dice Clavero, a los que se suman presiones como la pesca, el comercio ilegal o el cambio climático. Para el científico no es casual que la caída drástica de los últimos años coincida con la llegada al delta del cangrejo azul, una especie nativa del Atlántico occidental que se distribuye de Canadá a Uruguay y que está colonizando de forma explosiva las costas mediterráneas y norafricanas, precisamente donde crece y madura la anguila europea. Aún es una teoría, pero habría que comprobarla con urgencia porque «que un cangrejo se coma una anguila en España hace que haya menos en Noruega».Además, la anguila es una especie longeva sobre la que no va a ser fácil detectar el momento real de la extinción . «No nos vamos a dar cuenta», asegura Clavero. Se podría dar la paradoja de que esté ‘funcionalmente extinguida’, al ser ya su reproducción inviable, y seguir teniendo ejemplares en las costas. «No me da miedo decir que dentro de los próximos 20 años es un evento probable», dice Clavero. Sin recuperaciónDíaz, como representante de España en el ICES, explica que desde hace ya tres años el consejo que da el organismo científico a la Comisión Europea es que la cuota de pesca sea cero y que se actúe sobre los problemas ambientales y de conectividad en los ríos, evitando que las turbinas de las centrales hidroeléctricas las trituren. Es una especie «muy compleja», reconoce la investigadora, que obliga a actuar en bloque y que implica a muchos países. Por ahora, solo Irlanda y Andalucía han prohibido la pesca de la anguila, aunque se ha ampliado la temporada de veda y se ha prohibido la pesca recreativa. Sin embargo, «no se ven signos de recuperación», dice Díaz. Los pescadores, sin embargo, ven acercarse con temor una escalada de las restricciones . Si llegaran «sería la muerte súbita», cuenta José Manuel Rosas Otero, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Pontevedra, que explica que el año pasado ya se limitó a tres meses la temporada de pesca. En Pontevedra (Galicia) solo se pesca anguila en dos puntos, pero es un «sector importante», sobre todo para los anguleros de Arcade, para quienes supone el sustento del pueblo. La situación, dice Rosas, les resulta incomprensible. «No se entiende que se siga manteniendo la pesca de angula, el alevín de la anguila, y se metan contra la captura del adulto. Es una sinrazón». En el mar Menor (Murcia) las capturas han aumentado a pesar de la veda. Si hace una década se recogían unas 12 toneladas de anguila a lo largo de nueve meses, ahora en dos meses y medio llegan a los cupos, que son 25 toneladas. «¿Por qué la van a quitar?», se pregunta José Blaya Gómez, patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar. «En zonas catastróficas donde no hay anguila, vale. Pero nosotros es todo lo contrario, cada año tenemos más , y es un animal que nos perjudica porque se come todo el alevín (de otras especies)», explica. Los científicos, en cambio, creen que sumar la pesca a las demás presiones de la especie es «insostenible», dice Clavero. Tampoco quieren ver como una gran esperanza para el futuro de la especie la posibilidad de que se consiga reproducir la anguila europea en cautividad . Todo apunta a que en los próximos años podría lograrse (de hecho, ya ha sido así con la asiática) pero con peces como el salmón este avance no ha servido para mejorar su estado en libertad. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El alga invasora del Estrecho llega hasta Barcelona noticia Si El pequeño topo de agua ibérico más amenazado que el lince noticia No A la caza del coipú, la ‘rata-nutria’ que amenaza los ríos españolesEn cualquier caso, el futuro de la especie no está cerrado. Bruselas está estudiando pedir que se endurezca la normativa sobre comercio internacional en el convenio CITES, que incluye a 185 países. Una decisión sobre la que, de tomarse, aún llevaría un tiempo despejar sus implicaciones.