Hugo Mallo, condenado a una multa de 6.000 euros por tocamientos a la mascota del Espanyol

Multa de 6.000 euros por abusos sexuales y una indemnización de otros 1.000 euros por daños morales. Es la condena que el Juzgado de lo Penal 19 de Barcelona impone al excapitán del Celta Hugo Mallo , por tocamientos a la mascota del Espanyol , previos al encuentro entre el club gallego y los pericos, en abril de 2019 en Cornellá. Según el fallo, el futbolista, «en el momento de realizar los saludos», tanto a los componentes del equipo contrario como a sus dos mascotas, «siendo éstas un periquito y una periquita», al llegar a la altura de la segunda, «con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos ». Lo que obligó a la mujer a «retroceder y apartar al acusado con la mano derecha».Durante el juicio, el pasado julio, Mallo negó haber tocado los pechos a la denunciante y apuntó que sólo le dio la mano para saludarla. Ahora, el juez considera que, aunque en los vídeos de aquel instante no puede verse «con claridad» lo que ocurrió, sí se aprecia como «la mano derecha del jugador aborda la zona de la cintura alta de la mascota femenina» y que «el acusado no ha descartado que sea su mano», por lo que aprecia así una contradicción grave en su declaración, la de «negar cualquier tipo de tocamiento».Por su parte, la mujer que vestía el disfraz de periquita señaló durante la testifical que, cuando se encontraba en la fila para recibir a los integrantes del equipo visitante, el primer jugador -Mallo- puso « las manos en sus pechos ». Tras ello, se apartó, «sintió estupor, llegó a decir cabrón», y ya no saludó a ningún futbolista más. Apuntó también que quedó «muy aturdida» y «afectada», hasta que formalizó una denuncia ante los Mossos d’Esquadra . El juez considera que la afectada tiene un relato coherente, que «ha narrado algo vivido y padecido en su cuerpo». Aunque ninguna imagen haya captado «el concreto tocamiento », la sentencia indica que ello no es óbice para «negar la realidad de un acto que se cometió de una forma subrepticia, oculta o a escondidas; esto es, a través de las barbas del disfraz». Noticia Relacionada Fútbol estandar No Juicio a Hugo Mallo por tocamientos a la mascota del Espanyol: saludó a los periquitos sin saber «si eran chicos o chicas» Elena BurésDescarta también el ánimo espurio de la denunciante -«nada ha transcendido como para poder sugerir que exista una razón de querer perjudicar al acusado»-. «En consecuencia y a modo de conclusión», reza la sentencia, « existe plena prueba de cargo para declarar probada la realidad del hecho denunciado, en base la eficiente prueba de cargo de la víctima, la cual ha narrado un hecho vivido y padecido por ella». Además de su relato, apunta el juez, los vídeos acreditan su reacción posterior al supuesto tocamiento, y las dos testificales de referencia -su hermana y la otra mascota del club- «acreditan la puesta en conocimiento de la comisión de ese hecho subrepticio y oculto».

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