Popper en el Guadiato
EL castillo de Belalcázar multiplica sus visitas, el de Espejo cumple tres años recibiendo turistas, el de Almodóvar del Río muestra un retrato inédito de Julio Romero de Torres para celebrar el aniversario del pintor, el Ayuntamiento de Priego de Córdoba activa la maquinaria administrativa para contratar la fase final de la restauración de la fortaleza del municipio, Andrés Lorite pone de largo el camino de la Peña del Águila desde la que se divisan las almenas que sirvieron de escenario a ‘Juego de Tronos’, y Salvador Fuentes se cala una gorra molona en Fitur para presentar el ‘Castle love’. Lo que está de moda son los castillos. En Benamejí hay uno que se llama de Gómez Arias y que está por rehabilitar; si lo sabrá bien el jurista Manuel Aragón Reyes, el hijo predilecto de la Subbética que hace unos días daba en la clave en estas páginas citando a Popper : que lo importante no son los fortines sino las guarniciones, que las instituciones no son nada si no hay alguien que las custodie con una conducta que se parezca a la ejemplaridad. Hay dudas serias de que en el Guadiato tengamos motivos para estar orgullosos de que el amo de las llaves era un tipo de ley. Peñarroya-Pueblonuevo ha cambiado de alcalde hace unos días. Uno no puede dejar de imaginarse el odio antiguo y visceral —las rencillas del poder y de la vecindad— que mueven las cosas por allí arriba, donde la N-432, esa carretera maldita, pierde su nombre para adentrarse en Extremadura.Noticia Relacionada Local estandar No Tenso ambiente y pintadas contra el PP antes del pleno de la moción de censura en Peñarroya-Pueblonuevo Javier Gómez Los accesos han aparecido con insultos al portavoz del PP y tomado por policías locales y guardias civilesAl tal Pedregosa le han hecho un todos contra uno y a él se le ha quedado cara de perdedor resentido.No hay más que mirarlo. Verlo en las fotos. Escuchar las cosas que dice. A la política hay que llegar llorado y también con las ganas justas de venganza. Y a lo que parece este hombre quiso que el bastón de mando fuera una varita mágica para quitarse de enmedio a sus oponentes como por ensalmo. Los que le conocen y le temen aseguran que le montó a su predecesor en el cargo una conspiración de libro en la sombra para hacerse con más apoyos que él en el partido, que una vez que se sentó en el despacho noble del Ayuntamiento lo retiró de la acusación particular en la causa de la Rocket, que se subió el sueldo por su cuenta, que colocó a los afines, que le quitó un arma a un Policía Local sin darle explicaciones, que se apropió de una dependencia municipal cedida a UGT para que los suyos —los del PSOE— tuvieran un sitio en el que reunirse a coste cero, que ha puesto en riesgo dos subvenciones de la UE. En el pueblo hay pintadas contra políticos que hasta ahora eran de la oposición y que hoy lucen los galones de teniente de alcalde. Y la convivencia está cortada por la mitad con riesgo serio de que se cronifique. Allí hace falta que alguien diga claro, como Popper, que la función pública necesita gente ejemplar.