Oportunistas
El rechazo del decreto ómnibus en el Congreso de los Diputados ha servido para que los partidos catalanes aprovechen la oportunidad para marcar perfil. Ahí está el Junts que exige el cumplimiento de las promesas de un PSOE desgastado al que no le sirve de nada viajar a Suiza o Waterloo para implorar el voto afirmativo al ómnibus y a los Presupuestos Generales del Estado. Un Junts, también desgastado y debilitado, sin poder nacional catalán ni poder municipal, que necesita publicitar la idea de que ellos no ceden nunca a los chantajes del PSOE y exigen, para Cataluña, la competencia en la política de migración y la oficialidad de la lengua catalana en la Unión Europea. Todo ello y más, sin olvidar el asunto de la singularidad catalana y la amnistía. Carles Puigdemont aprovecha la coyuntura y se descuelga afirmando que las pensiones de los catalanes han de ser más altas, porque en Cataluña la vida es más cara. El nacionalismo catalán sigue sin entender que las pensiones las cobran las personas y no los territorios. Como ocurre con los impuestos, que los pagan las personas y no los territorios. El mensaje desafiante de Carles Puigdemont: «¿Cuándo pensáis aprobar estas medidas? Os esperamos en el Congreso». Impunidad y humillación por poder. A ERC le falta tiempo -¿qué queda del encuentro de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras en Waterloo- para declarar que Junts se aproxima a la derecha radical –lean Partido Popular y Vox- para decir que Junts es una suerte de Caballo de Troya que facilita el acceso del Partido Popular y de Vox al Gobierno. A juicio de los republicanos, Junts practica una antipolítica que está al servicio de la reacción autoritaria. Y el portavoz de ERC que resume el asunto asegurando que Junts «siempre serán la derecha reaccionarios de Cataluña que esconde sus miserias bajo la bandera, por muy bonita y estelada que sea». De oportunismo en oportunismo el PSC, después de afirmar que Junts «se equivocó gravemente de política, de rival y de aliados», les acusa «de votar con la derecha más extrema y perjudicar a los catalanes». Lo dijo Salvador Illa –la servidumbre de partido y el interés propio- en la clausura del Congreso de la UGT. Más allá del oportunismo de partido, se percibe el de unos sindicatos que se manifestarán contra oposición (!). Junts busca réditos, ERC no quiere perder más enteros, el PSC rebusca réditos y explora más enteros y UGT y CC.OO quieren asegurarse las subvenciones. Oportunistas.