La Casa Blanca prevé deportar también a los extranjeros a los que Biden concedió residencia temporal
Una redada de la policía migratoria el jueves en un negocio de venta al por mayor de mariscos en Newark (Nueva Jersey) ha suscitado un alud de preguntas sobre los límites y objetivos de las órdenes de deportación suscritas por el presidente Donald Trump en el primer día de su segundo mandato. La intervención de agentes del ICE (siglas en inglés de Servicio de Control de Inmigración y Aduanas) en el establecimiento de Newark se saldó con un número indeterminado de detenciones, entre indocumentados y estadounidenses, entre ellos un veterano del Ejército. A la confusión en torno a esta redada se suma que la Casa Blanca ahora prevé ampliar sus planes de deportación para incluir a los 1,4 millones de residentes con permiso temporal, es decir, legales, como es el caso de ciudadanos que han huido de Cuba o Venezuela.