España se deshace ante Portugal y está virtualmente eliminada del Mundial
Era una final y, por extraño que parezca, España no dio la talla ante Portugal (29-35). La selección, acostumbrada a crecerse cuando más imposible es la misión, se deshizo con tristeza en una segunda mitad fatídica (llegó a sumar diez minutos sin anotar) ante los lusos, más rápidos, más decididos, con mucha más hambre y liderados por un Francisco Costa , autor de ocho goles, que apunta a ser una de las nuevas estrellas del panorama internacional. España no está eliminada del Mundial, necesita que Brasil y Suecia empaten esta tarde, pero lo normal es que, al final de la jornada, los hispanos ya comiencen a hacer las maletas. En tan solo un par de posesiones, Portugal demostró por qué es la gran revelación de este Mundial, osado su juego y mastodóntico su físico, un grupo con la ambición de hacerse un hueco en un deporte dominado por nórdicos, galos, balcánicos y, cómo no, por españoles. De hecho, la selección mostró una gran determinación ante la amenaza lusa, muy efectiva en defensa y, por fin, coral en ataque. Sus cinco primeros goles estuvieron firmados por cinco jugadores diferentes, buen síntoma que, sin embargo, no permitía a los chicos de Ribera distanciarse en el marcador tras los primeros 10 minutos (6-6). Tanto Hernández como Marqués estaban fantásticos bajo palos y era la rapidez de los portugueses, liebres perseguidas por galgos, la que marcaba el ritmo del encuentro. Era consciente la selección de que si no replegaba a tiempo, sufriría lo indecible. Y su respuesta fue de matrícula. Cerró filas, utilizó las armas de los portugueses contra sí mismos y, gracias al acierto de Dani Fernández y Casado a campo abierto, España alcanzó una gran ventaja a falta de diez minutos para el intermedio (12-9). Sin embargo, el astro Salvador se puso manos a la obra y, como sus ancestros, llevó a los suyos a buen puerto en medio de la tormenta española. El marcador era un embudo de nuevo y el combinado nacional mostraba algún que otro signo de agotamiento, de falta de ideas cuando el empate ya era una realidad (14-14). Garciandia suavizó el bache con uno de sus clásicos misiles y, aunque su defensa era muy efectiva, los hispanos no conseguían recuperar el balón. De hecho, los últimos minutos de la primera parte fueron un auténtico caos hasta que Solé , sobre la bocina, dio esperanza a los suyos con un gran tanto (16-15). Noticia Relacionada reportaje Si Una entre 66: Elisa Aguilar, única mujer al frente de una federación deportiva en España Javier AsprónLíder absoluto fue Álex Dujshebaev tras la reanudación, dos goles de su autoría significaron una auténtica bombona de oxígeno para una selección que, por fin, comenzó a encontrar a los centrales en los pasillos interiores para hacer daño. El problema es que sus rivales se defendían con uñas y dientes, espectacular su entereza y hambre de gol. Un disparo de Costa devolvió a Portugal el liderazgo (19-20) mientras Ribera obligaba a que aumentaran la circulación de balón, pues el combinado nacional llevaba cinco minutos sin perforar la red y el encuentro entraba en el punto de no retorno. Francisco Costa, un auténtico diablo, aumentó la ventaja lusa hasta los tres tantos, estaba haciendo añicos la defensa nacional y España comenzaba a tropezar con frecuencia, ya habitaba un panorama desolador pese a que aún quedaba un cuarto de hora hasta el pitido final. Portugal, consciente de ello, se dedicó a bajarle las pulsaciones al partido, abrazar la densidad para acabar de rematar a los nuestros. Un tanto de Iturriza y otro del portero Marqués , ambos a puerta vacía, pusieron el 23-28 en el electrónico y España, ahora sí, se quedaba sin vida en este Mundial. Pudo desplegar sus alas en los últimos cinco minutos, anotar con comodidad pero, cuando un hipotético abordaje aparecía en el horizonte, Marqués despojaba a los hispanos de toda esperanza, extraordinario su hacer bajo palos, enseñándoles a los hispanos la puerta de salida.