Despierten: no son más

La lección parece comprensible: el Gobierno no tiene mayoría y es ridículo seguir simulando lo contrario. Y sucede que cuando un gobierno no tiene mayoría no puede gobernar . Ni aprobar iniciativas, ni sacar adelante presupuestos y ni siquiera -como es el caso- convalidar decretos leyes. Cabe recordar que esto es así es porque el pueblo lo ha querido. Y cuando eso pasa y no tienes socios relevantes, no te queda otra que sentarte con el partido más votado, que en este caso es el PP. Y hablar. Eso es lo democrático: tramitas un proyecto de ley, lo haces pasar por todas las etapas que tenemos los países democráticos, lo debates en comisiones, lo negocias, incorporas las enmiendas, lo votas y, en su caso, lo apruebas con la mayoría parlamentaria que los ciudadanos no han querido darte en solitario. Si, por motivos de urgencia, esto se hace a través de un decreto ley y el Gobierno depende para su aprobación del PP, conviene no engañarlos, como es costumbre, para regocijo público de Sánchez. Aún recuerdo sus risas diciéndoles que leyeran lo que firmaban, que solo les faltó llamarles ‘pringaos’ , cuando utilizó otra de estas para liberar unos cuantos etarras, creo recordar. También es interesante no camuflar en el texto subidas del IVA y no regalar el patrimonio nacional al PNV. Nada te impide negociar decreto a decreto y sacarlos todos adelante. Y más aun si, como ha afirmado el PP, el Gobierno tiene garantizado el apoyo de la Cámara por unanimidad para revalorizar las pensiones, por ejemplo. Así que, si las pensiones no suben, las ayudas de la dana no llegan y los descuentos en el transporte no se prolongan no será, como querrán hacernos creer los voceros del movimiento, por culpa del PP. Sino porque el PSOE, en su deriva autocrática, ha olvidado cómo funciona una democracia. No estuvo claro cuál sería el resultado durante toda la sesión. Recordemos que, aunque Junts había roto relaciones con el PSOE, siguieron negociando durante las jornadas previas. Y puesto que el sí de Junts convalidaba el decreto, era posible que el PP terminara por abstenerse para no sufrir el desgaste que ahora, inevitablemente, va a sufrir. Pero Junts ni siquiera llegó a subir a la tribuna de oradores . Fue durante el debate del segundo decreto, que trataba de establecer el gravamen energético, cuando Nogueras dejó claro que votarían ‘no’ a los tres decretos, con palabras más duras hacia el Gobierno que las habituales -los llamó trileros, chantajistas, manipuladores, holgazanes y dijo no entender cómo había partidos plegándose a ellos-. Una conversión que ni Saulo de Tarso. Juan Bravo, en una intervención acertada, fijó la posición del PP. No lo tenía fácil, pero entiendo que ser el único diputado cuyo nombre está inscrito con letras de oro en el hemiciclo, pudo ayudar. Vino a decir que ese decreto demostraba el poco respeto que el Gobierno tiene por el ordenamiento jurídico, por la Cámara y por los españoles. Al PNV le pidió que «no permitan el chantaje . Noticia Relacionada estandar Si El PP cree que la «legislatura está muerta» y pregunta al Gobierno «¿a qué esperan para irse?» Emilio V. Escudero Los populares justifican su no al decreto ómnibus por estar trufado de cuestiones ajenas a beneficios sociales: «Si lo traen limpio, lo aprobamos hoy mismo»Tráiganlo aquí, expliquen sus derechos, hablen y no permitan que el conjunto de los españoles piense que a ustedes les han comprado. Nosotros no venimos a hacer amigos sino a trabajar por los españoles y si la amistad cuesta 16 millones de euros, eso no es amistad». Se refería a la intervención que acababa de hacer la portavoz del PNV, que le dijo a Tellado con aires arrabaleros: «Siga haciendo amigos que va a ir fenomenal. Es usted un sinvergüenza». Le afeó luego Bravo a Bolaños que intentara colar en un decreto lo que debería estar en los presupuestos generales y le recordó que, bajo la supuesta revaloración de las pensiones, estaba incluyendo subidas de impuestos, medidas que dejan indefensos a los dueños de inmuebles okupados, perjuicios a los jóvenes y entregas a cuenta que perjudican los presupuestos de las autonomías. Tampoco pudo el Gobierno aprobar el segundo decreto, que sirvió además para que Belarra acusara al PSOE de traidores y anunciara que no habría siquiera negociación con ellos para los presupuestos. Aprobado el suplicatorio de Ábalos, ambiente ya definitivo de crepúsculo y la constatación de que la legislatura nació muerta. Resuenan aquellas palabras de Sánchez en el balcón de Ferraz, cuando decía eso de: «Somos más». Pues no. No son más. Y lo que es peor: quizá nunca lo fueron.

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