La increíble almazara de Ronda diseñada por Philippe Starck abre sus puertas

La primera almazara de autor del mundo ya es una realidad, y está en Ronda. Fue diseñada por Philippe Starck en el marco de un proyecto de 20 millones de euros que incluye un museo y que quiere ser al aceite de oliva lo que la bodega Marqués de Riscal es hoy al vino, un lugar de visita obligada para entender su historia y su elaboración pero sobre todo para poner en valor al oro líquido y a los olivos ante los ojos de todos. LA Almazara, que ha abierto sus puertas al público el pasado viernes, tras cinco años de obras y más del doble de gestión, ocupa una finca de 26 hectáreas situada a 2,5 kilómetros de la ciudad del Tajo , en plena serranía rondeña, y donde hay 6.500 olivos de los que sale el aceite ecológico La Organic . Esta almazara ecológica y su museo eran el sueño personal de Pedro Gómez de Baeza , conocido por todos como Perico, quien sin embargo no ha podido ver su culminación, pues falleció de manera repentina a los 70 años el pasado verano, a raíz de un infarto. Fue este ejecutivo del sector financiero quien, a través de amigos, convenció en 2004 a Starck (París, 1949), uno de los diseñadores más famosos del mundo , autor de piezas ya icónicas como la butaca de metacrilato Louis Ghost o el exprimidor Juicy Salif y un creador prolífico e ilimitado, de que firmara las etiquetas y los envases de su aceite de oliva virgen extra (AOVE). Pronto, Starck entró a formar parte del fin mayor de la compañía rondeña: levantar en el campo, entre las plantaciones, un edificio vanguardista y emblemático que fuera un poderoso atractivo para potenciar el oleoturismo en la zona y, a la vez, un símbolo y un centro de estudio, conservación y exposición para recoger la relevancia que tiene el olivo para la humanidad, nuestra historia y la cultura. Las obras comenzaron en 2019 y ahora se desvela el esperado resultado, que es, como todo lo que plantea Starck, rompedor. El francés ideó un gran cubo rojo de hormigón dominando las alturas, con un cuerno de toro de acero -ahí va su clara referencia a la tauromaquia, estando en la cuna de este arte que es Ronda- y un ojo que echa humo negro de las chimeneas, para ilustrar la vigilancia de los grandes artistas surrealistas andaluces, en espacial el malagueño Pablo Picasso.LA ALmazara de Ronda diseñada por Philippe Starck está cargada de elementos ligados a la tauromaquia, la cultura rondeña, el aceite y el arte. Ignacio GilOscuridad y símbolosStarck no se ha limitado a diseñar el edificio por fuera y por dentro, también repartidas por la finca hay obras e intervenciones suyas que conectan con este objetivo de unir arte e historia con el aceite y su cultura. Así, se puede ver desde lienzos y un gran espejo hasta un torso anónimo hundido en la tierra sobre el que se derrama una cascada de agua, justo antes de ingresar al cubo gigante del museo y almazara. Una vez dentro siguen las sorpresas. El primer efecto buscado es impactar por contraste -afuera, esa luz rabiosa de Andalucía y la belleza de la sierra con sus colores plenos; adentro, la oscuridad que invita a la sumergirse en la inspiración artística y museográfica- y el segundo y principal, por volúmenes : en LA Almazara de Starck todo es enorme .Las salas del museo están limpias de adornos y solo contienen unos pocos elementos simbólicos o funcionales, todos de grandes dimensiones. Como los retratos de dos personajes rondeños: de un lado, una réplica del que hizo Goya del torero Pedro Romero , de la ilustre saga local que dio nacimiento al toreo de pie, y del otro una imagen compuesta con Inteligencia Artificial de Abbás Ibn Firnás , el precursor de la aviación, junto al que se exhibe una maqueta de la rudimentaria avioneta con la que hizo sus pruebas a partir de su estudio del vuelo de las buitres, seiscientos años antes que Leonardo da Vinci.El museo y la prensa de aceite de LA Almazara, de Ronda. Ignacio Gil. Alvaro Medina (retrato Starck)Hay también otro cuerno y un colosal estoque y, en el centro de la planta principal (son tres en total, que cubren casi 3.000 metros cuadrados), un tubo de acero colgante que conecta la tolva exterior de recepción de las olivas con otra situada dentro y que, a la vista del público, para buscar la experiencia interactiva, vierte su valioso cargamento en otra tolva situada en el subsuelo, donde está la planta procesadora de aceite, visible a través de un suelo de cristal. Visitar LA Almazara Dónde: Ronda, Málaga Qué hay: Museo, ‘green house’, sala de prensado de aceite, sala de catas, auditorio para eventos y en enero próximo se añadirá un restaurante. Entradas: desde 25 euros por persona. La visita dura hora y media. Información: almazaralaorganic.comTodo el techo está decorado, también, con arte a gran escala gracias a una obra pintada sobre un lienzo de 900 metros por Ara Starck , la hija del diseñador, quien quiso representar los elementos de la cultura rondeña que le impactaron cuando visitó esta tierra por primera vez, un olivarero, un río de aceite, la plaza de toros, la sangre, aves, la pasión. Esa pasión es la que, a juicio de su padre, tan involucrado en el proyecto que hasta aportó el mobiliario antiguo de madera a la sala de catas y el auditorio (en enero habrá, además, un restaurante), define a Ronda y quiere rendir tributo su visión en LA Almazara. Aunque se enfrentó al reto de que fuera funcional («Nada es permanente, a menos que venga de una función real, de la funcionalidad pura», dijo Starck en la inauguración), su verdadero afán era tornar corpórea la pasión que atraviesa toda esta historia, a los personajes y al lugar. Sentado debajo del cuerno, junto a las chimeneas que en invierno ahumaran ese ojo picassiano exterior, y tras confesar que al ver el proyecto terminado, listo para abrirse al público unas horas más tarde por fin, se echó a llorar , conmovido, Starck entrecerró los ojos para explicar el germen. «Soy muy viejo, -dijo- y durante mi vida demasiado larga vi que hay cosas que tienen desde siempre, y quizás para siempre, un valor vital para el ser humano. Hay muy pocos elementos: el aire, el agua, y luego la sal y el aceite de oliva, presentes en todas las civilizaciones. Tengo pasión desde siempre por el aceite de oliva, también por los españoles, porque compartimos este rasgo, y Ronda es la cuna de la pasión. Así que este sitio no es un proyecto arquitectónico, es la cristalización de la pasión por la pasión . Estoy aquí por eso«.

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