Barcelona – Sevilla (5-1): La incomparecencia de cada año en Barcelona

Acudir a Can Barça es la clásica visita al dentista para cualquier equipo de los ‘mortales’. En el caso del Sevilla FC , peor si cabe, porque ese dentista abre la puerta casi siempre sin titulación ni experiencia previa, con las pinzas y espátulas oxidadas. El dolor horrible de cada cita. El paciente blanco sale molturado otra vez. Van ya 22 años sin ganar al cuadro azulgrana en su casa en liga. Y los que quedan. Este domingo tocó además sonrojo y goleada (5-1) contra un oponente repleto de jovencitos. Y por si fuera poco, se lesionó uno de los pilares nervionenses, Ejuke , para que el drama fuera completo. La dolorosa derrota baja a la tierra a los de García Pimienta tras un dulce parón al que arribaron los sevillistas animosos, cuasi pletóricos por las buenas sensaciones y resultados obtenidos en el derbi, San Mamés y contra el Valladolid.Código Desktop

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En los fastos, como el curso pasado, la representación institucional del Sevilla FC no acudió al palco de Montjuic ni participó de los actos protocolarios previos, manteniéndose firme el club de Nervión en su postura por el caso Negreira de presunta corrupción arbitral. Por segundo año consecutivo, Del Nido Carrasco, Castro y compañía siguieron el choque desde la grada, mezclados con los aficionados. No hubo que lamentar incidentes de ningún tipo. El Sevilla contemporáneo anda enfrascado en mil problemas, de índole deportivo, económico y societario, pero lo que no pierde nunca es su rebeldía, ese carácter disruptivo contra los abusos y la injusticia. Mejor. Loable esa valentía del club. Aunque por desgracia, el orgullo no da para triunfar en el campo del líder. Ni siquiera para evitar el ridículo. Todo comenzó, por cierto, con un discutido penalti contra el Sevilla FC. Paradojas .El preparador sevillista mantuvo el bloque que consiguió el triunfo en el derbi, con un único cambio, obligado. Tanguy Nianzou, expulsado ante los béticos, dejó su sitio en el eje de la zaga al brasileño Marcao. No fue desde luego una noche agradable para el ex del Galatasaray, ni en general para ninguno de los defensores blanquirrojos, demasiado expuestos ante la apisonadora culé. En el bando azulgrana, a Flick le tocó recomponer a su equipo por la lesión a última hora de Eric García, quien fue relevado sorpresivamente en el once por una pieza de ataque como Ansu Fati. Ese atrevimiento del técnico germano del Barcelona, uno de los grandes descubrimientos de esta liga, tendría premio. Sus arrestos y decidida apuesta por los jóvenes mantienen al cuadro catalán en lo más alto de la tabla del campeonato español con un planteamiento atractivo, ultraofensivo.Así el Barça arrancó mandón, presionando muy arriba, si bien es cierto que el Sevilla FC no se descompuso en esos primeros compases del choque. Es más, los de Pimienta llegarían a disfrutar de dos buenas llegadas que metieron el miedo en el cuerpo a la parroquia local. La primera de ellas, por medio de una transición rapidísima en la que Peque abrió para Lukebakio en carrera y el belga resolvió con un zurdazo en la frontal que se fue arriba por poco. Fue la ocasión más clara del partido hasta ese momento, porque si bien el Barça llevó la batuta, en ningún momento había inquietado de verdad a Nyland.En ese mejor tramo de los sevillistas, efímero, el propio Lukebakio la volvería a tener tras otra gran combinación entre Ejuke, Isaac y Peque. Esta vez, el disparo franco del belga se estrelló en el cuerpo de Marc Casadó, que salvó a su equipo del golpe casi sin quererlo. La imagen del Sevilla estaba siendo notable en esos momentos. Nadie imaginaba que todo se desmoronaría cual castillo de naipes. Habría goleada antes del intermedio.Y no sin polémica… para engordar los fantasmas de Negreira entre los escépticos sevillistas. A los 24 minutos el colegiado, encima de la jugada, señaló un discutido penalti de Peque sobre Raphinha. De Burgos Bengoetxea interpretó que hubo contacto abajo del mediapunta sevillista. El VAR ni le tosió. Y Lewandowski no perdonó desde los once metros, con paradinha incluida, para instalar el 1-0 en el marcador. Ahí murió el Sevilla, que quizá debió exhibir más personalidad contra el torbellino que desataron los azulgranas.Antes de la media hora de partido, Pedri hizo el 2-0 con un misil desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Nyland, que, pese a todo, llegó a rozar el balón en su vuelo. Peque, autor del penalti, había perdido el balón en el inicio de la jugada. Pimienta lo dejó en el banquillo en el descanso. Y el meta noruego del Sevilla fue de los mejores de su equipo. No en vano, su siguiente aparición en el choque fue para firmar un gran paradón a Lewandowski. Desgraciadamente, el punta polaco no perdonaría en su intento posterior ante Nyland. El pichichi de LaLiga desvió inteligentemente un disparo de su compañero Raphinha para convertir el 3-0, segundo de su cuenta particular… 11 goles lleva el ex del Bayern en 10 jornadas. Demasiada pólvora para la defensa del Sevilla FC.Para colmo de males, antes del descanso se lesionó uno de los mejores hombres del cuadro nervionense. Ejuke se rompió solo, en una carrera. Se echó la mano a la cara posterior del muslo y tuvo que pedir el cambio. Mala pinta la dolencia del nigeriano, que abandonó el campo sin poder apoyar la pierna y puede perderse los próximos encuentros de su equipo.Lokonga ocupó su lugar y poquito después De Burgos Bengoetxea mandó a todo el mundo al túnel de vestuarios. El castigo era durísimo para los de García Pimienta, superados a todos los niveles por su adversario, sin visos de mejoría y con uno de los puntales en la enfermería. Elevadísimo el coste de la aventura en Montjuic. Peque, desafortunado, se quedó en el banquillo, y Pimienta le dio chance a Suso… pero como la noche en la montaña de Montjuic no estaba para nada, el gaditano sólo duró 25 minutos en el césped y también abandonó con problemas musculares.El Barça, además, no bajó el ritmo. Un disparo excelso de Lamine Yamal con el exterior provocó la extraordinaria parada a mano cambiada de Nyland, que siguió a lo suyo, evitando un marcador de escándalo. La verdad es que el Sevilla ofreció muy poquito en esta segunda mitad. Prácticamente, limitó su saldo ofensivo a un par de llegadas de Isaac y un gol anulado a Lukebakio por fuera de juego. Hasta que salió Idumbo, que dejó lo único esperanzador del Sevilla en el partido. Antes, llegó el cuarto del Barça, obra del joven Pablo Torre. Y fue entonces cuando apareció la figura del belga Stanis Idumbo Muzambo, que logró marcar para los sevillistas el tanto del honor tras una fabulosa carrera desde el centro del campo en la que dejó atrás con su zancada a los defensores del Barça y batió después a Iñaki Peña para el 4-1. Ni siquiera ahí paró el Barcelona, que redondearía su goleada con el 5-1, firmado de nuevo por Pablo Torre, en una falta botada por el propio canterano culé que no remató nadie y despistó al guardameta sevillista. Otra noche para olvidar en el campo del Barça. Van 22 años.

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