El verdadero papel de la Armada durante los años más amargos del Imperio español

Fue un 9 de diciembre de 1824. Aquel día se libró al otro lado del Atlántico la batalla de Ayacucho, una contienda que, según ha explicado este viernes Manuel Lucena Giraldo , supuso el canto de cisne del Imperio español en la América continental y marcó el cenit de un «proceso emancipatorio que acabó en su fragmentación». El problema, sostiene el doctor en Historia e investigador del CSIC, es que también es uno de los mayores exponentes de una larga lista de «estereotipos y verdades cansadas» sobre un período a los márgenes de los libros: la ruptura de aquel territorio en el que no se ponía el sol.Tocaba revisar ya esta etapa y analizar sus ramificaciones al calor de la historiografía moderna. Por ello, el Instituto de Historia y Cultura Naval (IHCN) ha decidido que sus LXX Jornadas de Historia Marítima –que se celebrarán los próximos 22 y 23 de octubre en Madrid– pivoten sobre este tema y sobre el que fue el nexo de unión entre dos mundos separados por miles de kilómetros de océano: los buques y los marineros de Su Majestad Católica. Noticia Relacionada reportaje Si La Armada se prepara para la guerra del futuro Pilar De la Cuesta | Troia (Portugal)«La Armada fue el sustento de la Monarquía durante siglos, y continuó siéndolo en aquel período de disgregación. Por eso el título: ‘La Armada en la América de las independencias’ », ha subrayado Lucena, también comisario del evento.El corazón de las jornadas analizará el período entre los años 1776 –el de la independencia de los EE.UU., un evento en el que la Armada borbónica fue clave– y 1824. Medio siglo que marcó el alumbramiento de más de una docena de repúblicas, de eso no hay duda, pero también de una infinidad de mitos fundacionales forjados bajo una premisa: señalar al Imperio hispánico como el enemigo único y convertirlo en un demonio con cuernos y tridente. «Se suele considerar una guerra binaria de españoles contra americanos, y no fue así. En Ayacucho, por ejemplo, solo había medio millar de peninsulares en el ejército realista, el resto, unos ocho millares y medio, eran americanos, indígenas, mulatos…», ha señalado Lucena.Las jornadas contarán con la participación de expertos internacionales como Iván Valdez-Bubnov –de la Universidad Nacional Autónoma de México– y, entre otros, María José Montoya –de la Universidad de los Andes (Bogotá)–. Porque, según ha explicado el coronel Santiago Acosta, director de estudios e investigación del IHCN, era necesario contar con las visiones de expertos del mundo hispanoamericano. Todo ello, con la Armada como telón de fondo, pues tuvo una importancia clave antes, durante y después de las independencias. «Nos adentraremos en episodios tremendos como la expulsión de los españoles de las diferentes repúblicas. La marina jugó un papel determinante de apoyo humanitario al colaborar en su repatriación», ha sentenciado Lucena.La última parte del evento se adentrará en el denominado ‘patrimonio mestizo global ‘. Desde las construcciones defensivas que el Imperio levantó en las Américas, hasta la ingeniería naval. «La historia la hacemos nuestra a través de testimonios construidos. ¿Qué nos muestran fortalezas como San Carlos de la Cabaña? La estructura de una comunidad que tenía problemas compartidos y que se enfrentaba a ellos de manera comunal», ha señalado Fernando Vela , catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y de la Universidad Politécnica de Madrid –entidad que colabora en las jornadas–. Y es que, ha dicho, había «ingenieros, arquitectos y expertos que trabajaban» para levantar las mejores edificaciones en todos los rincones rojigualdos.

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