‘Gypsy’, el nuevo musical de Antonio Banderas: mamá quiso ser artista

Crítica de teatro musical ‘Gypsy’ Autores Jule Styne (música), Arthur Laurents (lbreto) y Stephen Sondheim (letras) Dirección Antonio Banderas Dirección musical Arturo Díez Boscovich Coreografía Borja Rueda / Jerome Robbins Traducción María Ruiz y Roser Batalla Escenografía Alejandro Andújar Vestuario Antonio Belart y Rafael Garrigós Iluminación Juan Gómez Cornejo y Carlos Torrijos Sonido Jordi Ballbé Vídeo Juan Rodón y Emilio Valenzuela Creaciones visuales pictóricas José Luis Puche Principales intérpretes Marta Ribera, Lydia Fairén, Laia Prats, Carlos Seguí, Marta Valverde, Carmen Conesa, Lorena Calero, Aarón Cobos. Orquesta Larios Pop del Soho Lugar Teatro del Soho CaixaBank, Málaga 4′ Gypsy ‘ ocupa, dentro de la historia del teatro musical, un lugar muy destacado, tanto como obra como en el favor del público. Prueba de ello es que tras la producción original de Broadway, estrenada en 1959, se ha repuesto, solamente en Nueva York, en otras cuatro ocasiones; allí se prepara para diciembre un nuevo montaje protagonizado por Audra McDonald . El musical está basado en las memorias de Gypsy Rose Lee , una ‘striper’ que trabajó en los años treinta del pasado siglo y obtuvo gran notoriedad en el género del ‘burlesque’. No obstante, la protagonista de estas memorias -y del musical- no es Gypsy Rose Lee, sino su madre, Rose Thompson Hovick . Laurents y Sondheim aprovechan su historia para rendir un nostálgico y compasivo homenaje al teatro -y sobre todo, a los artistas- de la época y cuentan la historia de una mujer que proyecta en sus hijas los sueños artísticos que ella no pudo alcanzar. Rose -prototipo de ‘la madre del artista’- es una mujer imparable, que no conoce la palabra ‘imposible’, y que saca adelante a su familia con un tesón admirable; pero es también una mujer que vive fuera de la realidad y que sacrifica a los que le rodean por sus engañosos sueños de grandeza.E igual que es absurdo poner en pie ‘Hamlet’ si no se cuenta con un Hamlet de garantía, y lo mismo pasa con ‘La vida es sueño’ y Segismundo, ‘Gypsy’ necesita una Rose de categoría. El montaje de Antonio Banderas la tiene: Marta Ribera . La artista gerundense es desde hace tres décadas una de las grandes figuras del teatro musical español; lo ha demostrado en innumerables trabajos, desde ‘Grease’ o ‘Jekyll y Haydé’, hasta ‘Chicago’, ‘Cabaret’ o ‘ Company ‘. En este espectáculo la descubrió Antonio Banderas, que no ha tenido reparo en llamarla ‘la Liza Minnelli’ española. Pero los prejuicios hacia los actores que han desarrollado su carrera en el teatro musical siguen siendo grandes en la escena española; de otro modo no se entiende que una intérprete del talento de Marta Ribera no goce del reconocimiento que merece. Su Rose posee el carisma, el brillo y el patetismo que requiere el personaje, con una conmovedora escena final que es una dolorosa confesión y un estriptis emocional en el escenario donde su hija se desnuda físicamente.’Gypsy’ cuenta la historia de una madre, Rose, que monta espectáculos para sus dos hijas; una tiene el talento y la otra le acompaña. Hasta que la primera, June, decide abandonar a su madre y comenzar una carrera lejos de ella. Entonces Rose se empeña en hacer de su otra hija, Louise, la estrella que ella no pudo ser, pero fracasa hasta que ecuentra en el estriptís su camino y el éxito. Jule Styne , autor de títulos como ‘Los caballeros las prefieren rubias’, ‘Funny Girl’ o ‘Bells are ringing’, compuso una partitura exuberante, perfecto ejemplo de lo que se conoce como el ‘sonido Broadway’ (y que aquí interpretan en directo veintiséis músicos; la obertura abre las puertas a ese imaginado universo de lentejuelas y neón. Canciones como ‘Hay gente que…’ (‘Some people’), ‘El turno de Rosa’ (‘Rose’s Turn’) y, sobre todo, ‘Se abre un camino de rosas’ (‘Everything’s Coming Up Roses’) -un ‘standard’ que han cantado artistas como Billy Porter, Shirley Bassey, Michael Feinstein o Johnny Mathis-, han trascendido el escenario pero poseen un dramatismo inherente.Antonio Banderas ha creado un universo que parece brotar de la imaginación de su protagonista. Apoyado en unos grandes telones plateados (ovación y vuelta al ruedo para los iluminadores, Juan Gómez Cornejo y Carlos Torrijos ) y en el soñador vestuario de Antonio Belart y Rafael Garrigós , dibuja la trayectoria de la protagonista y su ‘corte’ desde un glamour deshilachado, y pone siempre el acento en la interpretación -hablada, cantada o bailada-.Noticia Relacionada estandar No Aitana Sánchez-Gijón, Goya de Honor 2025: «Esta profesión es como un sacerdocio» F. MuñozPara ello cuenta con un excelente reparto que arropa a Marta Ribera con mucha calidad: Lydia Fairén -otro de los tesoros de nuestro teatro musical- dibuja el curvadísimo arco de su personaje con verdadera maestría. Laia Prats , como June, y Carlos Seguí , como Herbie, dan el color exacto a sus papeles. Ver a Carme Conesa, Marta Valverde y Lorena Calero en tres descacharrantes personajes es un lujo, y de los secundarios hay que mencionar a Aarón Cobos y a Begoña Álvarez , espléndidos en sus respectivas escenas.

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