Un año después de la muerte de Álvaro Prieto, todo sigue igual en Santa Justa: así de fácil es acceder a las vías del tren
Tuvieron que pasar cuatro días para que una cámara de TVE descubriera el cuerpo sin vida del joven Álvaro Prieto entre los vagones de un tren a un kilómetro y medio de distancia de la estación de Santa Justa; la Policía Nacional sólo contaba con ocho agentes especializados en este tipo de investigaciones, denunciando su sindicato mayoritario la falta de agentes para el visionado de las cámaras de seguridad; el circuito cerrado de televisión de ADIF fue insuficiente para que su personal de vigilancia descubriera la presencia del joven antes de su fatídico encuentro con la muerte o como para arrojar algo de luz sobre qué había pasado durante la mañana de l 12 de octubre de 2023 , siendo la grabación de una estación de servicio ajena al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias la que había logrado filmar y confirmar cuándo y cómo falleció el joven cordobés. Se cumple un año desde que en la estación de Santa Justa cayó la tormenta perfecta, aquella que terminó con la vida de Álvaro Prieto; un caso que terminó siendo archivado tras la ausencia de indicios de que intervinieran terceros en su fallecimiento pero que reflejó una circunstancia especialmente preocupante ante una tragedia así: se pudo evitar. Una serie de errores o de falta de atenciones que deberían haber motivado un cambio en las conductas y medidas de seguridad de la estación de trenes de la cuarta capital de España, cuyo recinto había sido clasificado como una infraestructura «crítica» en plena alerta antiterrorista. Finalmente, ni el peligro yihadista siempre presente ni los fallos garrafales que permitieron a Álvaro Prieto circular hacia la muerte han conseguido que se refuerce el blindaje de la estación de Santa Justa.Para conocer los posibles avances en materia de seguridad del recinto ferroviario, este periódico contactó con el gabinete de comunicación de ADIF, que declinó informar sobre sus actuaciones « porque no nos merece la pena », señalaban. Tras la falta de colaboración de la entidad pública, ABC ha regresado al mismo entorno de la estación de trenes desde el que hace un año ya denunció que «La muerte de Álvaro Prieto revela los agujeros negros en la seguridad de la estación de Santa Justa».Álvaro Prieto consiguió acceder a las vías del tren y encaramarse al techo de un vagón porque, entre otras circunstancias, hubo un fallo estrepitoso en las medidas de seguridad. La cantidad de resquicios que el entorno de la estación ferroviaria ofrecía el fatídico día en que este joven cordobés accedió a las instalaciones de Adif siguen estando vigentes un año después de la tragedia. Si hace 365 días se advirtió cómo de fácil o de difícil era repetir los pasos que había dado Álvaro Prieto durante sus últimas horas de vida, este sábado podemos confirmar que todo sigue igual . Siendo justos, se culminó un pequeño tramo del muro por el que pudo acceder Álvaro Prieto y que estaba proyectado, no para garantizar la seguridad del recinto, sino para minimizar los ruidos a los edificios residenciales colindantes a las vías del tren, junto al colegio Baltasar de Alcázar II . Noticia Relacionada VIDEOANÁLISIS estandar Si Jesús Bayort: «La muerte de Álvaro Prieto no ha sido suficiente para que refuercen la seguridad de la estación de Santa Justa» ABC de Sevilla Se cumple un año de la muerte del joven cordobés tras acceder a las vías del tren y encaramarse al techo de un vagón en el que recibió una fuerte descarga eléctricaPor lo demás, acceder a las vías del tren sigue siendo una aventura tan sencilla como abrir una puerta sin candado en el extremo de la carretera de Carmona , dar un salto de apenas un metro y medio desde el parque canino de la calle Hespérides o colarse entre los interminables metros de mallas manipuladas por grafiteros y delincuentes, resquicios que ya estaban hace un año durante el dispositivo de búsqueda del joven cordobés. El trágico desenlace de Álvaro Prieto puso de relieve la preocupante desprotección del entorno de la estación de Santa Justa , donde hace ahora cinco años incluso accedió un vehículo por despiste de su conductor, llegando hasta las vías de acceso a los trenes.Pese a que hablamos de una distancia inferior a los tres kilómetros, las medidas de seguridad cada vez son menores conforme se toma distancia de la estación ferroviaria, especialmente desde el puente de la calle Samaniego. Tras una inspección ocular por la zona, la reacción del gabinete de comunicación de ADIF es comprensible: ni se divisan vigilantes ni se perciben nuevas medidas de vigilancia. Tampoco parece haber nuevas cámaras de seguridad pese a la sonrojante necesidad de recurrir a la grabación de una gasolinera ‘low cost’ para resolver el mediático y trágico caso de Álvaro Prieto. Los mismos «espacios libres» y «agujeros negros» que este periódico denunció hace un año siguen existiendo, evidenciándose además que todo el entorno de las vías del tren, colindantes a la avenida de Kansas City , son asentamientos de personas sin hogar. Las alambradas están forzadas con tenazas, hay varias cancelas sin candado y la altura de las tapias existentes, que no abrochan todo el perímetro, invitan a saltar. Según ha podido comprobar ABC de Sevilla, para acceder a las vías del tren y, por lo tanto, llegar hasta la estación de Santa Justa por su zona «restringida», sigue sin ser necesario forzar candados ni romper alambradas.