El largo y azaroso viaje a Sevilla de los huesos de Cristóbal Colón

El estudio de ADN ha revelado que Cristóbal Colón está enterrado en la Catedral de Sevilla , donde se encuentra desde que llegaron sus huesos al templo en 1899. Antes, sin embargo, sus restos recorrieron durante varios siglos un viaje más largo que el que llevó al almirante genovés a descubrir Amércia en una travesía financiada entonces por la Corona española .La historia del viaje de sus huesos comienza un 20 de mayo de 1506, cuando fallece Cristóbal Colón en Valladolid , donde se ubicaba en ese momento la corte itinerante de Fernando II de Aragón . Sus funerales tuvieron lugar en la iglesia y sus restos reposaron durante apenas tres años en la iglesia de la Antigua de la localidad del Pisuerga.La razón es que su hijo Diego Colón , primogénito del descubridor y futuro virrey de las Indias, decidió que los restos de su padre reposaran en el Monasterio de la Cartuja , por la relación especial que este mantuvo con la comunidad monástica. El traslado lo realizó otro familiar, Juan Antonio Colón , quien entregó sus restos a los cartujos el 11 de abril de 1509.Sin embargo, los restos de Cristóbal Colón volvería a viajar al archipiélago de las Antillas . Bartolomé de las Casas ya relataba en su ‘Historia de las Indias’ que el cuerpo había sido trasladado a la Catedral de Santo Domingo , noticia con la que coincide otro historiador sevillano del siglo XVII, el caballero 24 de Sevilla Diego Ortiz de Zúñiga . Sin embargo, ningún historiador posterior, ha podido precisar una fecha exacta del traslado, aunque se da por hecho que fue en algún momento de entre 1530 y 1550 . Los restos permanecieron en la Catedral de Santo Domingo hasta 1795, cuando Carlos IV decide trasladarlos a La Habana , tras la firma del Tratado de Basilea en esa fecha entre Francia y España por el que esta le cedía a la segunda los dos tercios orientales de la antigua La Española, hoy dividida entre Santo Domingo y Haití , a cambio de mantener Gipúzcoa .En el traslado estuvieron implicados el arzobispo de Santo Domingo, Fernando Portillo y Torres , y el comandante en jefe de las fuerzas españolas en el Caribe, Gabriel de Aristizábal , en colaboración, entre otros, con el duque de Veragua , heredero de Colón. La exumación se realizó el 20 de septiembre, que fue prolijamente documentada por el escribano José Francisco Hidalgo . En la caja se encontraron los huesos dispersos , que se introdujeron en varios ataudes, entre ellos uno de plomo y otro de cedro. Tras una misa solemne, los restos se trasladaron en un cortejo de gala al Puerto, donde embarcaron para La Habana el 21 de diciembre de 1795, donde se realizó un fastuoso recibimiento.Los huesos de Colón se ubicaron en un nicho que se agrandó durante el siglo XIX para agrandarlo con el objetivo de reubicar los restos en una nuevo ataúd de caboa forrado de plomo. Además, desde mediados del siglo XIX el Ayuntamiento de La Habana pensó en realizar un monumento para albergar los restos. Monumento de La Habana a SevillaSería la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando la que eligió el proyecto realizado por el escultor madrileño Arturo Mélida en 1891, aunque finalmente no se instalaría en la Catedral de la Habana, sino en la de Sevilla, ya que los restos del descubridor realizaron un último viaje más, como consecuencia de la pérdida de la colonia de Cuba en 1898.El Gobierno, presidido entonces por Práxedes Mateo Sagasta , decidió el traslado de los restos en 1898, aunque hubo que decidir dónde se depositarían. Hubo varias propuestas, como enterrarlo junto los Reyes Católicos en Granada , hacerlo en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, el Monasterio de la Rábida en Huelva… La decisión de enterrarlo finalmente en la Catedral de Sevilla la tomó su descendiene, el duque de Veragua.El 13 de diciembre de 1898 los huesos de Colón se embarcaron de nuevo hacia España, arribando a Cádiz 16 de enero de 1899. Desde allí, remontaron el Guadalquivir en el buque Giralda, donde los recibió el 19 de enero su heredero, quien se los entregó a su vez al entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Hiraso y Pizarro . Desde San Telmo se dirigieron a la Catedral, donde recibió los restos el arzobispo Marcelo Spínola . La caja se ubicó provisionalmente en un túmulo en la cripta del Sagrario .Cuando el mausoleo de Arturo Mélida estuvo construido junto al mural de San Cristóbal, se hicieron las exequias fúnebres y se trasladaron hasta allí los huesos el 17 de noviembre de 1902. Dentro del monumento, en el que cuatro heraldos, correspondinetes a los cuatro reinos españoles, portan el féretro hay una caja en la que dice: «Aquí yacen los huesos de Cristóbal Colón, primer almirante y descubridor del Nuevo Mundo «. El estudio de ADN presentado este jueves también lo certifica ahora.

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