La cuadrilla de Enrique Ponce, ante el adiós: «Haber estado con un torero de época, del que se hablará toda la historia, ha sido un sueño»
«De aquí a que pase un tiempo se hablará de Enrique Ponce como ahora hablamos de Joselito el Gallo , y yo podré presumir de que fui a sus órdenes su último año de matador de toros». Así describe la del maestro valenciano, su segunda familia, con la que ha pasado los momentos más intensos de este año, lo que significa haber estado este año con él. Desde que empezó la temporada, había una fecha marcada en rojo: el 9 de octubre. «Proyectamos la temporada de despedida , para que pudiera recoger el cariño de cada plaza que con mimo se ha elegido, pero ha superado las expectativas», nos cuenta Palomares, su apoderado y ‘hermano’. Y es que su relación va mucho más allá de la profesional: «Enrique, cuando llegó a mi casa, tenía 13 años, y yo tenía 4. Yo era un bebé, y he estado toda la vida a su lado». Esa despedida ha llegado a su fin el día de su Valencia , última plaza española en verle. «Él está muy contento de haber tomado la decisión de despedirse, y yo de tener el privilegio de organizarle toda esta gira y estar a su lado apoyándole », nos cuenta Palomares.Durante la temporada pasada se fraguó este ‘hola y adiós’ -como lo ha llamado Ponce -, «y queríamos que saliera todo fenomenal, pero es que ha salido mejor de lo que esperábamos», comenta el apoderado. Rubén, su fiel mozo de espadas esta temporada, y ayuda de Ponce años atrás, explica que todo ha sido más que un sueño: «Hace 15 años me dicen que firme un papel en el que pone que en el año de la despedida de uno de los toreros más grandes de la historia voy a ser su mozo de espadas, y no lo firmo porque no me lo creo. Con eso lo resumo todo». Él sabe mejor que nadie cómo afronta Enrique su última tarde: «Lo veo ahora mismo disfrutando y feliz. Me da la sensación de que va con la ilusión como si fuese a tomar la alternativa ». Y es que, para mantenerse arriba 30 años, esa ilusión ha de permanecer inalterable y así se ha visto en el maestro.Noticia Relacionada VALENCIA estandar Si Y Enrique Ponce, el sueño del abuelo, se hizo leyenda: despedida de los ruedos españoles de un torero histórico Rosario Pérez En tarde de infernal viento, el maestro de Chiva regala un sobrero y dicta su última lección en España«Si no recuerdo mal, la de Valencia es la número 24, y vamos a tener 21 puertas grandes, y el 80% de las plazas han sido segunda y primera. No es fácil el nivel que ha mantenido», comenta Cándido Ruiz, banderillero que le ha acompañado este año, que habla con pena de la tarde de Valencia: «Es un día súper especial, pero también la vivo con un poco de tristeza porque se termina todo». El subalterno, que describe como «lo más» esta temporada, ha sabido disfrutar de cada momento junto al maestro «como si fuera el último, porque ha sido así realmente. Él ha dado todo cada tarde , y hemos disfrutado muchísimo». Cándido va fijo con David de Miranda y, a la espera de que su torero tenga suerte, comenta sonriendo que tiene la esperanza de que Ponce se lo piense y «podamos torear dos o tres años más, aunque lo veo difícil…».Junto a él, en el coche de cuadrillas, va Víctor del Pozo, joven banderillero que ha llamado la atención de los aficionados esta temporada. «Acompañar a una figura siempre es un privilegio por los pocos puestos que hay; pero haber estado con un torero de época, del que se hablará durante toda la historia, es un sueño». Con la proyección que tiene, puede estar tranquilo por el futuro, aunque ahora mismo «me queda Valencia y acabamos. Después no sé lo que pasará , Dios quiera que sea igual o mejor que ésta». El tercero de la cuadrilla es Fernando Sánchez, habitual en la cuadrilla de Rufo. «El día de mañana podré presumir de que yo toreé con Enrique Ponce», nos cuenta orgulloso. «Ha sido una temporada muy especial, porque he podido acompañar a la máxima figura del torero, histórico en todos los aspectos, en su última temporada».