El no tan excelente inglés de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez da el pego hablando en inglés por ahí, porque es el primer presidente del gobierno de España que se defiende sin intérprete. Esto no es una estrellita de oro en el expediente de Sánchez, sino un borrón en el de los demás presidentes . Pero el inglés de Sánchez es de chapurreo de chiringuito de la Costa del Sol. El nivel de inglés patrio no es el de los escandinavos ni el de los holandeses, lugares en los que ver la televisión en versión original desde pequeños lleva a evitar el horror babeliano que hemos vivido siempre en España. Las películas y las series dobladas al español reducen nuestra competitividad mundial en todos los tramos de edad. Al que ha visto a Bugs Bunny doblado toda la vida, el inglés de Sánchez le puede parecer el de James Joyce. Sánchez comete tres tipos de errores gordos en inglés . En esta entrevista con la gran Christiane Amanpour, que se hizo famosa en la primera Guerra del Golfo retransmitiendo desde las azoteas de Kuwait City, larga cuantiosos ejemplos de los tres.Noticia Relacionada estandar Si Sánchez, del plantón de Hathaway a los brazos de Almodóvar Mariano Alonso | Enviado especial a Nueva York El presidente se refugia en una hiperactiva visita a la Gran Manzana con motivo de la Asamblea de la ONU de los problemas crecientes de su mandato en MadridEl primero es pronunciar mal las palabras, de modo que parece que se las está inventando. Todos tenemos acento más o menos patrio hablando en otro idioma, pero una cosa es tener acento y otra no saber qué se está diciendo. Por ejemplo, Sánchez dice «córenz» (06.15, 06.23), queriendo decir «coherence» (pronunciado «cohírenz»). La confusión con la compañía avícola es inmediata. También se inventa la palabra «mandatóry» (01.04), que se pronuncia «mándatory», o la interesante «piliars» (07.55), cuando quiere decir «pillars». Es cierto que juega al pilia-pilia con la entrevistadora, que no logra sacarle en claro porqué no han reconocido al ganador de las elecciones en Venezuela. También pronuncia España como «Espain» (00.49, 01.18, 13.47). La S líquida es de la lección uno en inglés. Y para Sánchez, los euros son «iros» en inglés (09.01, 09.03). Lo dice hacia el final de la entrevista, como pidiendo la partida del incómodo equipo de periodistas. El segundo tipo de distorsión angloparlante tiene que ver con la invención de palabras . Sánchez dice que «this is the momentum» (05.59), queriendo seguramente decir «this is the «moment». La palabra «momentum» se refiere al impulso que permite a algo progresar. Seguramente Sánchez fue a clases de inglés en el colegio, pero debió de hacer pellas en las de latín. También se refiere a los palestinos como «the Palestine People» (03.30). La expresión correcta sería «the Palestinian people», o «the people from Palestine». Igual los españoles somos la gente España para Sánchez. A Sánchez le parece además que es importante que «Russia, and especially Putin, reminds that the international community…» (08.10). Putin indudablemente recuerda muchas cosas, pero seguramente no a Sánchez, que no sabe cuál es la diferencia entre «remembers» y «reminds». Y «there was no clear celebration of the elections in Venezuela» (13.08). Lo cierto es que sí las hubo, En inglés, las elecciones no se celebran, a no ser que se ganen. La expresión correcta, sin traducir a capón del español como hace Sánchez, sería algo así como «the elections were not held», pero tampoco es lo que quiere decir, así que posiblemente lo que debería haber dicho es «the elections in Venezuela were not fair», pero eso le llevaría a una probable crisis de gobierno. Y el tercer grupo de errores hablando en su inglés de bravas or chopitos es de construcción gramatical . Dice que debemos «find the agreement that could end with this crisis» (10.25), y «a peace formula that could end with this war» (07.47). Si algo va a acabar «with», es que va a llevar a ello, a la crisis y a la guerra. Aquí Sánchez lo tiene fácil, solo eliminando el «with». También cree Sánchez que para conseguir convencer a Putin «there is no way than to sit around a table» (08.40). La expresión correcta sería «there is no other way». Él seguramente sabe lo que quiere decir, pero el resto pensamos que igual está negándolo. No way, José. Y Sánchez está convencido de que hay que «put pressure to the political actors» (10.44). «On the political actors» sería lo adecuado, a no ser que «political actors» sea un nivel en una nueva escala de presión, como los bares o los hectopascales. Sánchez se pone arrogante con la periodista hablando de Venezuela. Le dice «eh?» (11.19), como diciendo, cuidadín con apretar , y revierte al español cuando le lía para que admita que el gobierno no reconoce a Edmundo González como vencedor: «Bueno, we need to…» (11.20).A Sánchez le pone nervioso hablar en inglés. Nada muestra tensión hablando en público como el exceso de rellenos vocales, y Sánchez introduce una media de 13 «eehs» por minuto . Además, son «eehs» patrios. En inglés serían «uuhms». Ni siquiera acierta con los rellenos.Christiane Amanpour seguro que lo pasó mal en Kuwait, pero no mucho peor que con Sánchez en Nueva York.

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