Teodora de Grecia y Matthew Kumar se dan el ‘sí quiero’ en la catedral de Atenas

La plaza de la catedral, en el corazón de Atenas rebosaba de griegos y turistas que no querían perderse el evento del año, que se celebró este sábado 28 de septiembre: la boda entre Teodora , la hija Constantino, el último Rey de Grecia y el abogado estadounidense, Matthew Kumar . Entre vítores y aplausos, como es habitual cada vez que visita su ciudad natal, fue recibida Doña Sofía , quien llegó a la catedral acompañada de sus hijas, las Infantas Elena y Cristina y sus nietos Irene, Miguel y Juan Valentín Urdangarín . Sin embargo, se echó de menos a la Princesa Irene de Grecia , a quien sí pudimos ver, en silla de ruedas, en la fiesta preboda.Poco después, llegaba Alexia , la hermana de la novia, quien también fue recibida con mensajes de apoyo. La comitiva nupcial, formada por la madre de la novia, sus dos hermanos varones y la novia, llegó al templo con casi media hora retraso. Entre gritos de «viva el heredero» y «Pablo, Rey de Grecia», fue recibido Pablo , el primogénito de Constantino y jefe de la Casa Real helena desde el fallecimiento de su padre en enero de 2023.TE RECOMENDAMOS Todo sobre el hijo de Bárbara Rey Internados, caprichos y casas de apuestas: el pasado de Ángel Cristo Jr. Pilar Vidal El clan Rivera-Pantoja: una familia deshecha tras la muerte de Paquirri Antonio AlbertEn la plaza de la metrópolis no cabía un alfiler: algunos turistas, quedaban atrapados con sus maletas entre la multitud que había bloqueado los accesos principales a la plaza. Cuando se acercó el momento de la llegada de la novia, a la policía le resultó prácticamente imposible parar a una multitud descontrolada que intentó acercarse al coche de la novia. La tensión se masticó en el ambiente: varias señoras forcejearon por conseguir el mejor sitio para ver el espectacular vestido de la novia.Boda Real Arriba, Doña Sofía junto a sus hijas, las Infantas Cristina y Elena y sus nietos, Irene, Juan y Miguel Urdangarín. Izquierda, Pablo de Grecia acompañando a la novia, Teodora, a la entrada de la iglesia. Derecha, Ana María de Dinamarca, madre de la novia, junto a su hijo Nicolás EP«Las medidas tenían que haber sido más estrictas», protestó uno de los agentes de policía, mientras intentó parar a varias personas que están intentando acceder a la escalinata de la iglesia. A escasos metros del templo, en las cafeterías de la plaza, decenas de personas contemplaron el bullicio sin saber lo que estaba pasando. Fue el caso de Carmen , una turista española que, sentada en uno de los cafés más populares de la plaza, no sabía que Doña Sofía acababa de entrar en el interior de la catedral. «Me ha llamado la atención la calidez con la que se ha recibido a los miembros de la realeza. He notado afectividad, mucha cordialidad, sobre todo teniendo en cuenta que aquí ya no hay monarquía», explicó sorprendida a este diario.A las 19 horas, se abrieron las puertas de la catedral metropolitana y decenas de pétalos de color blanco cayeron sobre los novios. Los primeros en salir del templo fueron los novios; Teodora quien, visiblemente emocionada, besaba a su ya marido mientras que la multitud gritaba «vivan los novios». Minutos después, Ana María, la madre de la novia, abandonaba el templo en compañía de sus hijos y sus nietos. Antes de subirse al coche que le llevaría al banquete de bodas, Pablo se acercó a saludar a los asistentes mientras la multitud gritaba «viva el heredero».Doña Sofía, muy querida por los griegos, volvió a ser vitoreada y aplaudida por sus compatriotas durante la salida de la iglesia, saludando cordialmente a la prensa pero sin hacer ninguna declaración.

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