Pastoral Penitenciaria: el valle de lágrimas tras los barrotes
Tras los barrotes de la cárcel se extiende un profundo valle de lágrimas donde los más desterrados hijos de Eva cumplen condena privados de libertad. « Hasta que no estás dentro no sabes lo que hay, y lo que hay es mucho dolor, mucho sufrimiento. Nosotros no miramos el pecado ni preguntamos por los delitos, sólo vemos que también son hijos de Dios», sostiene Félix Quijada, diácono permanente y delegado diocesano de Pastoral Penitenciaria desde marzo pasado. La Iglesia también desarrolla su labor apostólica en los cuatro centros penitenciarios sevillanos (en el complejo de Sevilla 1 y en Morón) con una población reclusa que oscila entre 2.300 y 2.400 internos, atendidos por ocho capellanes y ochenta voluntarios, contando tanto los que visitan a los reclusos en prisión como los que colaboran desde fuera en las muchas actividades de promoción personal que desarrolla la Pastoral Penitenciaria.La festividad de la patrona de Instituciones Penitenciarias siempre marca un hito en el monótono calendario entre rejas. El arzobispo ofició el sábado pasado en la basílica del Gran Poder una eucaristía por el día de la Virgen de la Merced , advocación bajo cuyo patronazgo San Pedro Nolasco fundó la orden mercedaria para la redención de cautivos. Y el martes, la Pastoral Penitenciaria organizó un festival musical para los internos de Sevilla 1.MÁS INFORMACIÓN noticia Si Comunidad Onuva: los ‘anawin’ de La Puebla del Río noticia Si Proyecto Amor Conyugal: ayuda adecuada matrimonial noticia Si «El pecado es la tibieza y al primero que ataca es al sacerdote»Es una de las muchas actividades sociales y culturales de acompañamiento que desarrolla a lo largo del año, pero hay mucho más trabajo detrás. Quizá la más impactante resulte ser la labor de prevención de delincuencia y drogadicciones con charlas de presos por institutos y colegios que sobrecogen a los alumnos. También se ocupan de la rehabilitación propiciando la reinserción laboral de los exconvictos a través del centro de empleo de Cáritas diocesana. Pero la primera función de la Pastoral Penitenciaria es llevar la Palabra de Dios y los sacramentos a los privados de libertad . Entre rejas se desarrollan catequesis, se propicia la iniciación cristiana de adultos y se atiende la vida sacramental con misa una vez por semana a la que asiste «una proporción de la feligresía mayor que en muchas parroquias», a decir de Quijada. Para muchos reclusos, es el primer contacto con la Iglesia y las verdades de la fe . Se trata, en muchos casos, de una tarea de pre evangelización que empieza por lo más básico como santiguarse o aprender oraciones vocales clásicas como el padrenuestro o el avemaría. Las misas propician la participación de los reclusos hasta el punto de que éstos llegan a apreciar más las que celebran dentro que las de fuera de la cárcel. La contrapartida es grande para el personal voluntario: «Encontramos a Cristo dentro de la cárcel. El primer día da miedo, cuando cierran la puerta tras de ti, pero después descubres tanto dolor, tantas vidas allí años y años , tanta gente sin esperanza, que forzosamente tienes que ver a Cristo en cada uno de ellos y agarrarte con fe a Él; la experiencia te lleva a la oración», arguye el delegado de esta pastoral que da cumplimiento a una de las obras corporales de misericordia.Eucaristía con el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses ABCLos voluntarios de las cárceles no obvian que la raíz del pecado está en la naturaleza humana , pero sí contemplan esas vidas «desde la dinámica de que el preso fuera un hijo o un hermano nuestro y entonces buscaríamos que se arrepienta del mal que ha hecho y salga a la calle». Aunque son muchas las parroquias, hermandades y realidades de la Iglesia que ya colaboran con la Pastoral Penitenciaria, Quijada se atreve a demandar de todo el pueblo de Dios « oración por los presos, acogida sin marcar a nadie, acompañamiento a sus familiares y colaboración tanto dentro como fuera». Varias hermandades -muchas tienen por titulares a la Merced o al Cautivo- se implican en la tarea, por ejemplo, sufragando el librito del Evangelio de cada día que se les ha regalado a los presos estos días. Hay un vastísimo campo de atención social donde los fieles pueden ayudar. Al fin y al cabo, la pastoral ejerce como una especie de Cáritas en prisión recargando las tarjetas del economato a los que nada ni nadie tienen, aportando ropa, facilitando la relación con los familiares a través de sus parroquias o fomentando el cumplimiento de trabajos en beneficio de la comunidad sustitutivos de la pena de privación de libertad.la Pastoral Penitenciaria forma parte de EnReDES (Red de Entidades del Entorno Penitenciario de Sevilla), que agrupa a casi una veintena de organizaciones y grupos del tercer sectorLa encarcelación complica muchísimo tareas simples como graduarse la vista. A través de la Pastoral Penitenciaria se está ultimando un convenio para que el personal óptico pueda atender dentro de los muros de la prisión a la población que necesita gafas. En representación de la Iglesia, la Pastoral Penitenciaria forma parte de EnReDES (Red de Entidades del Entorno Penitenciario de Sevilla), que agrupa a casi una veintena de organizaciones y grupos del tercer sector, con el fin de coordinar actividades tras los barrotes. Todo para proclamar la Buena Nueva que Jesús anunció en su predicación en la sinagoga de Nazaret leyendo el pasaje del profeta Isaías: «Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos, a proclamar el año de gracia del Señor».