Zapatero afirma que «facilitó» la llegada de Edmundo González pero apela a su «deber de lealtad» a Venezuela para evitar criticar a Maduro

A espaldas al Congreso de los Diputados, un grupo de 30 venezolanos con banderas de su país se agolpaba esta tarde a las puertas del Ateneo de Madrid. Esperaban al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha sido increpado nada más bajar del coche que le ha llevado hasta la madrileña calle del Prado, donde presenta hoy su último libro ‘La democracia y sus derechos’ junto a un grupo de catedráticos y juristas. Al grito de «libertad, libertad», «sinvergüenza» y «señora, con quien se junta», el grupo de venezolanos ha llamado «traidor corrupto» e «hijo de puta» a Zapatero, quien nada más llegar ha entrado en el Ateneo, mientras le seguían llamando «cobarde» y «Zapatero vendido». Antes de que comenzara la presentación, Zapatero se dirigió a los periodistas que me estaban esperando y afirmó que «siempre» le gusta referirse a cualquier país y también a Venezuela «con respeto a su soberanía »: «Saben que he tenido un vínculo desde el año 2015 y hasta 2018 ejercí activamente en una tarea de mediación y facilitación y eso consolidó un vínculo con Venezuela, al que procuro ayudar. Y a muchos venezolanos y venezolanas». «El señor González Urrutia h a dicho estos días que participé en una tarea de facilitación para su venida a España, debo decir que cuando alguien facilita, cuando alguien media, debe ser extraordinariamente respetuoso. Es un hecho y un deber de mantener discreción hacia las personas que han querido que facilites en alguna tarea», afirmó Zapatero, quien apuntó que en su «larga experiencia» en conflictos eso es «lo que hacen los facilitadores y mediadores: ser discretos y mantener la confianza de la mayoría». Zapatero apeló a su «deber de lealtad» a Venezuela «por todo lo que ha sucedido». «El futuro puede determinar o requerir que realice alguna otra tarea. Yo siempre ayudaré a que ese país recobre esperanza y tenga futuro». Hablo también de «una solución pacífica» para Venezuela y evitó calificar al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura, de la misma manera que no quiso opinar sobre el hecho de que Venezuela haya revelado aspectos de esa mediación realizada por él y de la que no quiso aportar ningún detalle por «discreción».Los gritos de los contrarios al régimen de Venezuela, quienes desde el pasado 28 de julio viven con impotencia desde España las actuaciones de Nicolás Maduro, se escuchaban desde el interior del edificio. La «indignación» y «enfado», según decían dos de estos venezolanos que se encontraban en la calle, no es para menos: Zapatero, muy cercano al régimen de Nicolás Maduro y a los hermanos Delcy y Jorge Rodríguez, es el único expresidente del Gobierno que no ha reconocido a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y que no ha pedido públicamente al régimen que presente las actas de las elecciones. Durante la presentación, al menos once personas de seguridad –entre escoltas de Zapatero y Bolaños – se encontraban en las cuatro entradas de la sala, dos junto al escenario y otras dos en el patio de butacas. Todos vigilaban al escaso público y al palco de arriba, como esperando que pasara algo. Mientras tanto, un señor abandonaba la sala junto a su acompañante. «Para oír a un asesino mejor no me quedo», afirmó antes de salir.La protesta al expresidente del Gobierno continuaba en las inmediaciones del Ateneo de Madrid , donde Edmaly Maucó , coordinadora de Proyectos de Foro Madrid aseguró «no tiene aval para hablar de democracia». Y ha denunciado la complicidad de Zapatero con «los delitos de lesa humanidad que hoy se dan en Venezuela», por lo que tiene «las manos manchadas de sangreA Zapatero no se le veía en un acto público desde el pasado mes de abril , cuando asistió a un desayuno de Nueva Economía Fórum en el hotel Ritz de Madrid. En ese momento se había conocido que Begoña Gómez iba a ser investigada por tráfico de influencias y Zapatero salió en defensa de Pedro Sánchez para criticar la «hipocresía» de la derecha por atacar a la familia del presidente del Gobierno. «España le necesita», afirmó el expresidente sobre Sánchez. Cinco meses después, Zapatero reaparecía esta tarde en un momento particularmente tenso después de las últimas informaciones reveladas por el gobierno de Venezuela y que le señalan como una pieza clave en la salida de Edmundo González del país para favorecer al régimen de Maduro. Noticia Relacionada estandar No El Pleno del Ayuntamiento de Madrid reconoce a Edmundo González como presidente de Venezuela Helena Cortés La cámara municipal se une así al apoyo que ya han mostrado al opositor el Congreso, el Senado y la EurocámaraY es que, tal y como publicó ABC hace unos días, Zapatero envió al abogado y exdiputado venezolano Eudoro González para actuar como un «doble agente» entre el chavismo y el equipo de Edmundo González, a quien conoce por su etapa política en Venezuela. Eudoro González estuvo presente en la residencia del embajador de España en Caracas, mientras el opositor venezolano recibía «toda clase de coacciones», como él mismo contó al llegar a Madrid el pasado 8 de septiembre, y que le obligaron finalmente a salir de Venezuela y pedir asilo político en España.

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