Una vuelta por todo lo alto: el huracán Ventura arrasa en Salamanca

Después de una década de ausencia, el gran prodigio del rejoneo regresaba a Salamanca. Y lo hizo como un huracán. Imparable Diego Ventura. Insaciable, con esa ambición que le hace superar cualquier barrera siempre que lo dejen torear. Y con ese magisterio de quien es, ante todo, torero. A caballo, sí, pero más torero que muchos de a pie, un tío que debe estar anunciado en todas las ferias de este a oeste, de sur a norte. ¿Norte? ¡Sí, del norte! Ay, qué pena que Pablo Hermoso se retire sin conceder a los públicos el deseo de ver a las dos grandes figuras del rejoneo frente a frente. Con lo bueno que hubiera sido para dar ese plus al arte de Marialva.Cuatro orejas conquistó el centauro de La Puebla después de una tarde de locura. De principio a fin. Porque cómo fue ese inicio. De lidia absoluta: por abajo enceló al manso en auténticos lances con la cola. Para empaparse en las escuelas de lo que es torear, que no es lo mismo que pegar caballazos. Hubo fases de grandeza y raza máxima, como ese trincherazo por dentro en chiqueros. Un portento Nómada, que llevaba prendido al rival con un mágico hilo. Y Lío, que citaba de frente con su monumental arrogancia hasta clavar al quiebro. Qué barbaridad. Hubo palos que se cayeron, sí, pero el conjunto fue asombroso, a más cuando Bronce galopó sin cabezada, en las rosas y el rejón último con Guadiana. Noticia Relacionada Entrevista con el cineasta reportaje Si Albert Serra estrena ‘Tardes de soledad’: «¿Por qué los toros? ¿Por qué no prohíben la guerra?» Rosario Pérez El director de cine catalán se arrima a la tauromaquia con ‘Tardes de soledad’Con la puerta grande ya abierta, no se guardó nada en el quinto en una lección para aficionados (¡cómo fue lo de Conguito!) y donde tuvo la generosidad de dar la vuelta al ruedo con el mayoral de Sánchez, en una variada corrida en la que Diego potenció sus virtudes.Feria de Salamanca Coso de La Glorieta. Sábado, 21 de septiembre de 2024. Dos tercios de entrada. Toros de Ángel Sánchez y Sánchez, de juego variado. Sergio Galán, rejón contrario caído (oreja); medio (oreja). Diego Ventura, rejón desprendido (dos orejas); rejón contrario (dos orejas). Guillermo Hermoso de Mendoza, rejón muy trasero y medio (silencio); pinchazo y rejón (oreja). Como haría Sergio Galán, francamente bien y con mucha más fibra que en San Antolín (qué pedazo de ejemplar el Bailaor primero). A hombros se marchó con Ventura, que mostró su lado más humano cuando el manso tercero pegó un arreón al caballo Justiciero de Guillermo Hermoso y se preocupó por ambos hasta que arrastraron al toro. Se creció el navarro en el buen sexto y cortó una oreja, que tal vez hubiesen sido dos de no pincha primero.

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