Botijero, un toro de Capea con más clase que la Universidad de Salamanca
Qué alegría se llevó Vega, la sobrina del mayoral de Capea. Pronosticaba ya la niña, a sus ocho años, que aquella reata no fallaría, mientras nos daba sopas con ondas a todos los de la grada del 1: más que las vacas sabía de toros. Y no se equivocó: cómo fue Botijero, con más clase que en Oxford, con más superclase que en la Universidad de Salamanca. Soñadas sus hechuras, con cuello y armonía, con sus rizos de seriedad. Desde que apareció por chiqueros descolgó sus divinidades y, de contar con más poder, este número 36 hubiera merecido pasearse de nuevo, con sones de gloria, por el campo charro. Con prontitud se arrancó al peto y empujó en un primer encuentro. De lejos, en esa cuarta raya que semejaba el símbolo del wifi, lo colocó Manzanares para que volviese a la jurisdicción de Óscar Bernal, ganador del trofeo al mejor picador. Todo lo que rodeó al alicantino obtuvo premio, pues Diego Vicente fue el subalterno más destacado. A pesar de las curvaturas blancas, ese quite que valió por medio puyazo y un chocazo contra el burladero, Botijero –al que se le adivinó enseguida su mágica calidad– gozaba de un maravilloso fondo de bravura, que pedía gobernado temple y alejarse de asperezas. Con humillación, fijeza y recorrido, se desplazó (y hasta planeó) con largura y exquisito ritmo en las telas manzanaristas, que lo oxigenó y trató de imprimir suaves maneras, algunas hacia fuera. Si bueno era por el izquierdo, por el derecho enseñó ese son sostenido en un redondo infinito. De dulce locura, una oda capeísta y la reivindicación de la sangre Murube-Urquijo también en los carteles de a pie, en los de soles y campanillas.Noticia Relacionada estandar Si No hay quien tosa a Garcigrande en Salamanca: corrida de muchos matices, triunfos y emociones Rosario Pérez Talavante desoreja deprisa a un Querido de bravas excelencias, Roca se impone a un manso geniudo y Aguado embelesa con su naturalidad en una buena corrida de triple puerta grandeQué buena corrida: interesantísima de principio a fin. Cinco y medio de seis embistieron. Con sus nobles matices, todos llevaban las orejas colgando. Porque ojo al enclasado y hondo del Puerto, un Cuba muy completo. Sin olvidar la clase zurda del serio toro de Matilla, al que Manzanares sopló los naturales más cadenciosos del sexteto. O al cinqueño de la madre, difícil en banderillas y con una transmisión que un entregadísimo Borja Jiménez (sustituto de Morante) crujió por abajo. ¿Y el de Garcigrande? Pese a su menor racita, permitió desplegar a Ismael Martín un triunfal repertorio en su presentación enla Glorieta. Tampoco escatimó nada el de Cantalpino con el de Espioja, que se apagó tras el intenso tercio rehiletero de un novel con valor que viene pidiendo sitio, golpe a golpe. A hombros se marchó con el de Espartinas con la noche ya encima. Feria de Salamanca Coso de la Glorieta. Domingo, 22 de septiembre de 2024. coso de la glorieta. Domingo, 22 de septiembre de 2024. Última corrida. Casi siete mil espectadores. Corrida concurso de ganaderías con toros, por este orden, de Capea, Puerto de San Lorenzo, Garcigrande, Hermanos García Jiménez, Olga Jiménez y Lorenzo Espioja, de buena presencia y de buen juego en conjunto. José María Manzanares, de nazareno y oro: estocada que hace guardia y estocada (saludos); pinchazo, metisaca y estocada trasera (silencio). Borja Jiménez, de turquesa y oro: estocada baja (oreja); pinchazo hondo tendido y descabello (oreja). Ismael Martín, de blanco y oro: estocada trasera desprendida (dos orejas); estocada (oreja). Premiados: mejor toro, Botijero, de Capea; mejor picador, Óscar Bernal; mejor lidiador, Diego Vicente, los tres del lote y la cuadrilla de Manzanares.