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La Virgen de la Cabeza, la Virgen de Montserrat y, desde este domingo, la Virgen de la Macarena. Es el selecto grupo mariano que han recibido, o próximamente recibirán, la Rosa de Oro con la que el Santo Padre muestra su reverencia a la madre de Dios. Ha sido una sorpresa inesperada para todos cuando el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses , ha visitado este domingo la basílica de la Macarena para, tras rezarle a la Esperanza, comunicar desde el presbiterio que el Papa Francisco distinguirá a la virgen con una de las más altas condecoraciones que existen a nivel mundial, y que hasta el momento sólo distinguían a la Virgen de la Cabeza y a la Virgen de Montserrat en el territorio nacional.Será el próximo mes de diciembre, en las vísperas del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará en Sevilla, cuando a la basílica de la Macarena acuda el sustituto para los asuntos generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, Edgar Peña Parra , a quien el Papa Francisco le ha encomendado la entrega de la Rosa de Oro. Esta distinción simboliza la devoción mariana y la esperanza en la resurrección. La última de las dos distinciones que existen en todo el territorio nacional fue concedida hace dos meses por Su Santidad a la patrona de Cataluña, la Virgen de Montserrat , con motivo del 800 aniversario de la fundación de la cofradía. Hasta la distinción a la Virgen de Montserrat, en España sólo se había concedido esta distinción a la Santísima Virgen de la Cabeza , patrona de Andújar. Fue en el año 2009, cuando, durante la celebración de su Año Jubilar, el Papa Benedicto XVI la condecoró con este «singular privilegio» en reconocimiento de su patronazgo sobre la Diócesis de Jaén, la profunda devoción con la que es venerada y la amplia historia de su romería, la más antigua de España.Aunque tradicionalmente esta Rosa de Oro ha sido bendencida con el Santo Crisma el cuarto domingo de cuaresma, día de Letare , también conocido como el domingo de la alegría, en esta ocasión será antes de la fecha tradicional para poder ponerlo a las plantas de la Virgen de la Macarena en las vísperas del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará entre los días 4 y 8 de diciembre. En esta última ocasión Su Santidad hizo especial hincapié en el sentido de la devoción mariana: «Ante la madre se despiertan los sentimientos más nobles de la persona »; por ello, según nos recordó el Papa Francisco, «la Virgen de Montserrat, con el mundo en sus manos, nos invita a vivir la fraternidad universal». Una madre «que quiere dar a luz un mundo nuevo, que no conoce la actitud de descartar a nadie y que sabe escuchar».La Rosa de Oro es una distinción que fue creada por el Papa León IX en 1049 y que después del Concilio Vaticano II empezó a ser regalo de los papas a las vírgenes, tras haber sido concedida en sus orígenes a reyes y dignatarios.