Tregua entre Génova y el PP catalán para recuperar Cataluña

El PP catalán ve una oportunidad en la formación del nuevo Govern , en manos del PSC apoyado por ERC y los comunes, y la debilidad de Junts, formación que sigue sin líder en el Parlament y enzarzada en la telaraña particular creada por Carles Puigdemont. Los populares, que pasaron de tres a 15 diputados autonómicos en la cita electoral del 12 de mayo, a solo cinco asientos de ERC, pondrán en marcha en las próximas semanas un plan de implantación territorial con la intención de recuperar Cataluña. La estrategia se combinará entre la dirección regional y el grupo parlamentario, con la idea de que los diputados tengan «presencia en la calle», y pasará también por reivindicar a Alejandro Fernández como el «único» líder de la oposición y «verdadera alternativa» al ‘president’ Salvador Illa (PSC).Desde 2015, el PP catalán, en sintonía general con los vaivenes electorales de los populares en otras comunidades autónomas –si bien con algunas peculiaridades–, y hasta las últimas elecciones al Parlament (2024), estuvo encorsetado en la supervivencia. En 2017 obtuvo cuatro diputados en la cámara regional y, de esos, en 2021 perdió uno. El abismo de quedarse sin representación institucional se convirtió en obsesión. La realidad cambió en mayo. Fernández, que rechazó apartarse de la candidatura y no evitó el choque con Génova –cuartel general del PP nacional–, tanto en época de Pablo Casado como con Alberto Núñez Feijóo, reflotó el partido. Pero lo hizo con una lista al gusto de Génova, que veía en Dolors Montserrat una alternativa a Fernández.Pasadas las elecciones, con Illa en el Govern, Pedro Sánchez (PSOE) instalado en La Moncloa y la supervivencia del partido asegurada, los populares pondrán en marcha una estrategia de consolidación y crecimiento en toda Cataluña. No solo para crecer electoralmente en el Parlament sino también para que Feijóo recupere una bolsa de votos imprescindible para un cambio de Gobierno. La idea general cuenta con el visto bueno de Urgel –cuartel general del PP catalán– y entre sus objetivos inmediatos está el de que se visualice que existe un grupo parlamentario con presencia en todas las comarcas. «Este plan no se podía llevar a cabo con solo tres diputados en el Parlament», apuntan fuentes de los populares catalanes a ABC.Noticia Relacionada estandar Si Puigdemont no aclara el voto de Junts para el techo de gasto tras el encuentro con el PSOE en Suiza Àlex Gubern «Nuestro voto no se decidirá con el objetivo de estabilizar o desgastar» al Gobierno, apunta el expresidenteEl planteamiento inicial es que los diputados autonómicos «combinen su actividad parlamentaria con presencia en la calle» y «realicen encuentros con entidades, asociaciones de vecinos, agrupaciones territoriales», indican desde la sala de operaciones donde se concreta la estrategia. Parece algo sencillo y la pregunta a hacerse es: ¿esto no se hacía? No. El PP catalán lleva una década replegándose. «Es el momento de que los ciudadanos puedan decirles en primera persona a los diputados los problemas que les afectan a diario y que quieren solucionar», sostienen desde Urgel, sabedores de que el impulso de esta tarea viene marcado por Génova. La anomalía del congresoLos 15 diputados, a excepción de Fernández, se geolocalizarán en sus municipios y en las comarcas colindantes. Tendrán que multiplicarse en la calle –son solo 15 diputados– y compaginar sus misiones con la tarea en el Parlament. «Pisar el territorio», insisten. «El separatismo y la izquierda quieren reactivar el ‘procés’ . Y los catalanes no se merecen volver al clima de tensión, de agitación social y, en definitiva, de decadencia en el que hemos estado inmersos durante años», advierten, para defender la táctica que pondrán en marcha. «El futuro de Cataluña debe pasar por solucionar los problemas reales de los ciudadanos y vamos a trabajar sin descanso con este propósito», repiten.Otra fuente de los populares, conocedora de la estrategia, pero que no está en la sala de máquinas del plan, incide a este diario en que aunque el partido ha crecido en el último año (tiene también unos 200 concejales en la comunidad fruto de las elecciones municipales de 2023) y no está en juego la supervivencia, «no hay mucho margen» para florituras en el Parlament y los consistorios. «[Cuca] Gamarra [secretaria general del PP] nos trasladó el jueves el mensaje de que hemos de hacer territorio, vertebrar el partido», añade este informante, que opina que en los últimos años la dirección regional no ha trabajado para expandirlo por toda Cataluña.Tras unos años convulsos, «el ambiente» en el PP catalán está más tranquilo, pero se vive en un frágil «equilibrio»Pero este plan «no se hace contra Alejandro [Fernández, presidente del PP catalán]», admite la misma fuente, crítica con la dirección autonómica, y reconoce que «el ambiente» está mucho más tranquilo desde la noche electoral del 12 de mayo. Eso sí, «todo el mundo asume que es una anomalía que no haya congreso [del PP] catalán». Entre otras razones, porque no hay alternativa a Fernández y los populares, tanto en Génova como en Urgel, viven en un frágil «equilibrio».Así, en paralelo al camino por andar se presentará a Fernández como la alternativa a Illa. La única alternativa. Los socialistas gobernarán con ERC –lo que les penalizará para ser vistos como oposición al PSC– y los comunes, aunque estos no formen parte del Govern, y Junts sigue sin designar a un sucesor de Puigdemont . La consecuencia inmediata de esta renuncia de los independentistas es que está vacante la figura del jefe de la oposición, regulada en el artículo 77 del Reglamento del Parlament. Fernández no puede pedir este reconocimiento (tratamiento protocolario, recursos…) ya que es una prerrogativa que solo puede ejercer «la presidencia del grupo parlamentario de la oposición con más escaños en el Parlament». Pero Albert Batet, presidente de Junts en la cámara catalana, es solo un valido de Puigdemont. Esto, sumado a la gran oratoria, reconocida incluso por sus rivales, de Fernández, puede abrir una ventana de oportunidades al PP.«Defensa de los derechos»Y este rol sin perder los valores de los populares. O al menos así lo presentarán, pues en las filas del PP ven agotado el crecimiento de Vox , al que auguran un descenso en Cataluña como consecuencia del ‘efecto Alvise’ y la irrupción de Aliança Catalana. Preguntado por la estrategia, Fernández considera que su misión debe ser la de visualizarse como «el referente en la defensa de los derechos y libertades de todos los catalanes, también en los derechos lingüísticos que el pacto Illa-ERC contempla». Porque, en su opinión: «Illa ha montado un Gobierno y tiene un plan de gobierno izquierdista y nacionalista: la alternativa a eso somos nosotros».Líneas principales ‘Patear’ el territorio El crecimiento del número de diputados en el Parlament, de tres a 15 tras las elecciones autonómicas de mayo, permite a los populares un planteamiento de expansión y escucha por todas las comarcas catalanas. «Hay más PP fuera del Parlament», defienden. La alternativa a Illa En paralelo, la figura de Alejandro Fernández, presidente del PP catalán, puede crecer como alternativa a Salvador Illa (PSC), presidente de la Generalitat, ya que Junts sigue liado con los problemas de Carles Puigdemont y lejos de la actividad parlamentaria. Más allá del ‘procés’ Sin perder los valores del PP, un partido que combina los rasgos tradicionales de los conservadores, los liberales y los demócratas cristianos, la idea es ampliar el abanico de asuntos a tratar, no solo centrados en el ‘procés’ y el secesionismo. Seguridad, infraestructuras, modelo social, servicios públicos, inversiones… Renovación del partido En la estrategia también se contempla que el plan ayude a una renovación natural y sin traumas de las figuras del partido, estancado –por su situación de supervivencia en la última década– sin margen para ello. Igualmente, el objetivo es situar al PP catalán como pilar imprescindible para que Feijóo se haga con La Moncloa.Así resume la situación Juan Fernández, portavoz del PP en el Parlament, primer teniente de alcalde de Badalona y figura emergente con 38 años: «La alternativa que queremos configurar se construye desde la calle, porque nuestra vocación es la del servicio público y altavoz de los ciudadanos que están cansados de que la clase política no hable de lo que realmente les preocupa. Una alternativa que defiende la mejora de los servicios públicos y que Cataluña salga de la decadencia política y económica».

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