La política se aprovecha de nuestros instintos

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha elevado dos décimas, hasta el 2,7%, el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023 como consecuencia de la revisión estadística de la Contabilidad Nacional. También sube al 6,2% (+0,4) el de 2022 y al 6,7% (+0,3) el de 2021. Junto con la revisión del Banco de España , el Gobierno abona así su relato de que España va «como un cohete». Esto, sin embargo, no conseguirá disipar la sensación de estancamiento de las rentas españolas. Asalariados, autónomos y empresarios así lo aprecian. Un artículo reciente de Judith Arnal , consejera del Banco de España, que con esta revisión del INE tendrá que retocar algunos de sus cálculos, reflejaba este estancamiento: el aumento de la población (un 3,6% entre 2019 y 2024) hace que la renta per cápita apenas esté un 0,1% por encima de la que teníamos antes de la pandemia. Más alarmante es la caída de la inversión.Con este panorama, Yolanda Díaz insiste en empeorar las cosas, proponiendo nuevas medidas contra los propietarios de viviendas para añadirlas a la desgraciada Ley de Vivienda , que por algo fue presentada por Bildu . De paso anuncia una nueva vuelta de tuerca contra las rentas altas.Llama la atención el empeño de Sumar y otros partidos por legislar contra el mercado en el tema de la vivienda. Es como hacerlo contra la ley de gravedad. Pero se aprovechan de nuestra ignorancia. El otro día, el economista Tyler Cowen me ilustró al respecto: «Una investigación reciente ha descubierto que la mayoría de la gente quiere precios de la vivienda más bajos pero, en contra del consenso de los expertos, no cree que una mayor oferta haría bajar los precios». El trabajo de Christopher S. Elmendorf, Clayton Nall y Stan Oklobdzija examina cuatro acciones informativas relacionadas con las creencias de los norteamericanos sobre el mercado inmobiliario. Cuando se incrementó el conocimiento sobre su funcionamiento, el respaldo a las medidas liberalizadoras aumentó significativamente tanto en los aspirantes a compradores como los que alquilan. El tratamiento más impactante -un vídeo con el ejemplo de las sillitas musicales- tuvo el doble y hasta el triple de efecto que los típicos mensajes de políticos y economistas.Sobre el impuesto a las rentas altas, convendría estudiar lo ocurrido en Noruega . Desde que el Gobierno introdujo el impuesto al patrimonio y a los dividendos hace dos años, 82 de los 400 contribuyentes más ricos se han marchado del país. Ellos representaban el 40% de la riqueza de esos 400 contribuyentes. También es llamativo el impacto sobre los emprendedores que se están trasladando de manera preventiva.No dejen que los políticos se aprovechen de sus instintos. jmuller@abc.es

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