Feijóo acusa a Sánchez de imponer la «censura» en su plan de regeneración: «No se veía desde Franco»
El plan de regeneración democrática anunciado este martes por el Gobierno se ha recibido con gran desconfianza en la oposición. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, lo ha escenificado mejor que nadie en la sesión de control del Congreso, donde ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de intentar imponer «la censura» a través de su paquete de medidas promovido tras la carta a la ciudadanía que dirigió el socialista al país en abril, en la que amagaba con dimitir a raíz de la investigación judicial abierta contra su mujer, Begoña Gómez. «No se veía una cosa así desde Franco», ha llegado a decir el popular.En el plan de regeneración aprobado este martes por el Consejo de Ministros se incluyen medidas como el registro de los medios de comunicación en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la limitación de la publicidad institucional. Dos puntos que, unidos al discurso del Ejecutivo, que desde la imputación de Gómez por presunto tráfico de influencias se ha lanzado a denunciar supuestos bulos y ‘fake news’, hacen sospechar al PP, también a Vox, de la voluntad de la Moncloa de instalar una suerte de presión censora a la prensa.Sánchez no ha entrado al capote de Núñez Feijóo y ha obviado su comparación con el franquismo, pero tampoco ha aprovechado sus respuestas en la sesión de control para defender el plan de regeneración. Apenas ha destacado la revisión positiva de la previsión del crecimiento de España que han hecho el Banco de España, gobernado ahora por el exministro José Luis Escrivá, y el Instituto Nacional de Estadística (INE). «No ha sido el Banco de España, ha sido el señor Escrivá», ha dicho Núñez Feijóo, en una intervención muy aplaudida por su bancada, en la que ha deseado, con sorna, que Escrivá no falle en su diagnóstico y se convierta, en alusión al presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), en un «Tezanos bis».La sesión de control ha permitido visibilizar a la perfección el momento de debilidad del Gobierno, con frentes abiertos por el pesimismo que se empieza a instalar en varios de sus socios, la crisis migratoria, el cupo catalán y la corrupción que acecha al Ejecutivo por el caso Koldo y las imputaciones a la mujer y al hermano del presidente Sánchez. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha apretado al socialista por la inmigración, mientras el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, le pedía una reacción ante el surgimiento de un bloque conformado por PP, Vox y Junts.Este martes, los tres partidos se posicionaron juntos para tumbar una ley de Sumar que planteaba la necesidad de regular el alquiler de temporada y el alquiler de habitaciones, un voto «miserable» en palabras de Rufián, pero Sánchez ha hecho oídos sordos a las advertencias del republicano. «Hay un fantasma que recorre este hemiciclo y es el fantasma de la derecha y la ultraderecha, un nuevo bloque, PP, Vox y Junts», ha aseverado el diputado de ERC, quien ha remarcado que el Gobierno lleva ya 35 votaciones perdidas en la Cámara Baja. «¿Se imagina de un paracaidista a 10.000 metros diciendo que pasa del paracaídas? Diría que es un mentiroso o un insensato. ¿Qué es usted?», le ha preguntado.Sánchez, que ya le había dicho a Núñez Feijóo que quedan tres años de legislatura y que se le van a hacer largo, ha insistido en lo mismo ante la presión de Rufián. «Las legislaturas, según mandata la Constitución, son de cuatro años, por tanto quedan tres años hasta el final de esta legislatura», ha afirmado primero, para rematar: «Vamos a continuar tres años».[EN AMPLIACIÓN]