David Foenkinos: «El fracaso nos moldea, incluso más que el éxito»

Hoy más que nunca, el bombardeo de vidas ajenas, perfectas y deseables que se escapan de nuestras posibilidades, de forma irremediable, nos desbloquean un afán casi innato de desestimar nuestra propia existencia. Bajo esta premisa David Foenkinos vuelve a las librerías, y no con cualquier historia: ‘La vida feliz’ (Alfaguara) es una novela -comparada por algunos con ‘Lost in translation’- que nos demuestra que a veces la felicidad necesita tiempo, sobrevivir a unos cuantos baches emocionales y, quizá, a un par de funerales falsos en Seúl .El escritor francés que hizo de ‘La delicadeza’ un ‘bestseller’ y una merecida adaptación a la gran pantalla, ahora nos introduce a un Éric Kherson cuyo éxito profesional no le ha evitado un colapso emocional y un desapego familiar inescrutable. Un hombre de negocios que, tras intentar dejar su impronta en un viaje a Seúl, deja de lado una aventura ministerial incierta y sus ansias de convertir a Francia en un país atractivo comercialmente para expandir por Europa una cadena funeraria de velatorios ficticios . Una terapia efectiva, según cómo se mire.Noticia Relacionada ENTREVISTA estandar No David Foenkinos: «Cualquier persona en apariencia anodina puede esconder una historia palpitante» Miguel Ángel Barroso El escritor francés publica ‘La familia Martin’, narración inspirada en personas anónimas a las que entrevistó para demostrar que todo el mundo puede ser ‘novelesco’La paradoja de las segundas oportunidades«La tormenta de mi pasado que soplaba a mis espaldas se apaciguó» , reza el   epitafio provisional del protagonista que resume a la perfección la esencia de esta obra. Entre una depresión disfrazada por el triunfo económico y unos diálogos afilados como puñales, Foenkinos evidencia una vez más que la vida es una «tragicomedia» construida a base de segundas oportunidades, del azar y de la incertidumbre en la toma de decisiones. Aunque los eventos fortuitos pueden desencadenar cambios significativos en la vida de los personajes, el autor cree firmemente en el destino: «Existen caminos predefinidos, en ellos tenemos derecho a cometer errores y rectificarlos. Al llegar a nuestro destino, merecemos ser felices », revela conmovido.El francés parece remontarse 2000 años en el tiempo siguiendo la estela de Séneca al desposeerse de los asuntos superficiales y proclamar el verdadero sentido de la vida tras su propia reencarnación . «La verdadera felicidad se construye superando las desgracias y en ‘La vida feliz’ reflexiono sobre la búsqueda y el sentido más profundo de la existencia después de saborear la muerte». Son unos testimonios que, en cierto modo, desprenden ciertos tintes autobiográficos: el propio autor se enfrentó a una experiencia cercana a la muerte a los 16 años y, a día de hoy, nos narra en tercera persona la superación del trauma al recuperar el gusto por vivir.El factor del fracasoDe su puño y letra, Foenkinos continúa explorando el impacto del fracaso y las metas inalcanzables de nuestras vidas, una temática que ya abordó en su novela anterior, ‘Número 2’ . Según declara, «el fracaso es uno de esos sentimientos que nos moldea, incluso más que el éxito» y, desde luego, puede estar relacionado con la crisis de los 40 sufrida por el personaje, de la que no existe vía de escape. «Las complejidades no son fatalidades, el éxito es aprender a lo largo de los años a querer, incluyendo la vida de uno mismo », asegura. Este enfoque en el sufrimiento y de encontrar luz en medio de la oscuridad a través del enamoramiento es una constante en la obra de Foenkinos, revelando la capacidad del amor para catalizar una verdadera transformación personal.El sello de Seúl«Una vez tomas conciencia y experimentas la muerte de cerca, afrontas la vida de una forma distinta» , explica Foenkinos tras reconocer no haber participado en ningún funeral ficticio en Seúl –al contrario que el protagonista de su historia–. «He viajado a Seúl, pero no tuve la necesidad de experimentar el ritual porque mi ingreso en el hospital me hizo comprender mucho antes el mismo sentimiento de renacer . Decidí ambientar el relato en Corea del Sur para transmitir una sensación de aislamiento y dar voz a este tipo de terapia de choque: allí es habitual plantearse el suicidio y acercarse a las puertas de la muerte para comprender la importancia de vivir ».Al fin y al cabo, que las personas necesiten experimentar simbólicamente su propia muerte para reorientar sus vidas se trata, en esta ficción impecable, del momento climático que dará el sentido a este viaje emocional de 220 páginas.

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