García Pimienta y el Valladolid: de la renovación, a tensar demasiado la cuerda

García Pimienta pasa por sus peores momentos en el Sevilla . O al menos los más tensos que ha vivido hasta la fecha. Nunca han sido excesivamente buenos, pero tampoco ha sufrido en sus carnes una crítica profunda del aficionado por los resultados de su equipo. Lleva casi toda la temporada navegando en aguas templadas. Cuando llega un partido crucial donde se eleva el temor a que reaparezcan viejos fantasmas, el equipo es capaz de sacar un resultado positivo; en cambio, en el momento de dar un zarpazo y sumar dos victorias consecutivas, el paso atrás es tan evidente como esperado. Pese a ello, su nombre está en boca del sevillismo. Y justo contra un rival del que se habló demasiado en la primera vuelta: el Valladolid . El equipo pucelano, último clasificado, hincó la rodilla en Nervión en la primera vuelta. Mismo resultado que tratarán de repetir los sevillistas en Zorrilla para no meterse en líos. En cambio, las relaciones entre el club y su entrenador en nada se parecen a las de entonces, 24 de septiembre . Todo ha cambiado en unos meses. ¿Por qué?Es conocido por la mayoría de los aficionados del Sevilla que el técnico del primer equipo expuso hace poco más de una semana sus sensaciones negativas en cuanto a la plantilla que se le había quedado con el mercado invernal ya cerrado. Dos fichajes y cinco bajas (más Ocampos) , dejando el vestuario con 20 fichas profesionales y dos dorsales de cantera que actúan como verdaderos profesionales en el equipo. Lesiones y sanciones han mermado a un Sevilla del que se esperaba incluso más. La crítica se ha dirigido hacia el entrenador y éste ha expuesto que no puede cargar con toda la responsabilidad de los resultados, siendo la ausencia de elementos en su plantel el mayor problema para no obtenerlos. Esa tensión se ha intentado rebajar de manera superficial. El fondo del asunto aún está hirviendo.Y es que justamente contra el Valladolid , después de la segunda victoria de la temporada, conseguida con un gol en los últimos minutos, sorprendía ver al presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco , bajando al vestuario para anunciarle a los jugadores la ampliación de contrato de su entrenador, hasta 2027. Una medida que por entonces se entendió desmedida, casi innecesaria, debido a que el Sevilla, pese a no haber comenzado el campeonato de la mejor manera posible, no había ofrecido sensaciones como para que se tuviese que reforzar la figura del máximo responsable del cuerpo técnico. Pese a todo, el club se echó hacia delante y le firmó un año más de lo pactado pocos meses antes. «Tanto el presidente como el director deportivo nos ve trabajar y están contentos con lo que estamos haciendo. Entiendo que también tienen el feedback de los jugadores y creen en esta manera de trabajar que tenemos. Al final, para dar tranquilidad a un proyecto necesitas esa estabilidad y es lo que ha hecho el club«, explicó entonces Pimienta. La sensación de hermandad se ha evaporado.Rectificación del entrenadorDespués de esa bomba que había hecho explotar Pimienta en sala de prensa, a la semana se tuvo que sentar en la misma sala de la Ciudad deportiva, sin la adrenalina de un partido que comienza en dos horas o acaba de finalizar, para recibir las preguntas acerca de su relación con el Sevilla y sobre si cambiaba ese discurso que había provocado un incendio días atrás. No fue puesto en excesivos aprietos. Tampoco se iba a salir del guion. No se desdijo. Ni pidió disculpas. Por otro lado, prefirió no incidir o machacar con su reclamación. Por decirlo suavemente, escurrió el bulto sin meterse en más charcos, regalando los oídos de sus jugadores y asegurando que «nada había cambiado» en cuanto a su relación con los máximos responsables de la entidad. « La relación es buenísima, la misma que tenía cuando llegué en junio . El presidente es una persona que me llama todos los días, siempre tenemos esa llamada diaria para hablar», exponía García Pimienta , muy centrado en el encuentro contra el Valladolid , donde sabe que una victoria taponaría cualquier crítica hacia su figura y haría olvidar lo vivido durante esta semana, donde ha estado en el centro de las conversaciones, situación que no le ha gustado. Porque para el entrenador del Sevilla , los medios han ido más allá en su relación con el consejo y el director deportivo, siendo especialmente críticos con su persona cuando sólo había expuesto unos hechos que para él son evidentes. Se ha abierto una herida, pese a que ahora no se quiera reconocer. « Con Víctor también tengo una relación muy buena . Hemos hablado lo que teníamos que hablar y ahora nos tenemos que centrar en el Valladolid para conseguir el máximo de puntos posibles», zanjaba. Una conversación entre afectados que se produjo por el hecho de sentirse traicionado el madrileño, la persona que de verdad apostó por Pimienta cuando sabía de primera mano que era una decisión poco popular y que podía acarrearle problemas. Lo que no había calibrado el responsable de los fichajes es que esos disgustos le llegarían de este modo y no por los resultados. La relación, se diga lo que se diga, ha quedado dañada. Sólo el tiempo podrá reconducirla. Y los resultados. Comenzando justo por Valladolid. Siempre Valladolid .

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