La detención del exasesor de Alberto de Mónaco desata el caos en el Principado

El escándalo en el Principado de Mónaco no cesa. Claude Palmero , exasesor y confidente del Príncipe Alberto (66 años) durante más de dos décadas, se ha convertido en el protagonista de una tensa batalla legal que podría cambiar el curso de la historia para la Casa Grimaldi. Esta semana, Palmero fue detenido brevemente por la policía monegasca tras ser acusado por Alberto II de « violación de la confidencialidad , invasión de la privacidad y recepción de beneficios de dos delitos«. Aunque fue liberado sin cargos, este episodio ha destapado una caja de Pandora de acusaciones y revelaciones que ponen en jaque la estabilidad del Principado.Todo comenzó en enero de este año, cuando Palmero, harto de lo que él consideraba como «irregularidades financieras» en la administración del Príncipe, decidió sacar a la luz su versión de los hechos. Entregó al diario francés ‘Le Monde’ una serie de cuadernos que había llenado a lo largo de 20 años de servicio en el Palacio Grimaldi. En estos documentos, Palmero describía prácticas que iban desde el desvío de fondos hasta pagos en B a jueces e informadores, e incluso extorsiones a periodistas. Las revelaciones no solo apuntaban al Príncipe Alberto, sino también a su esposa, la Princesa Charlène (46 años), de quien se dice que gasta mucho más allá de la asignación oficial de 1,5 millones de euros anuales.te recomendamos El Rey Carlos III se salta el protocolo y muestra su lado más humano protagonizando un abrazo colectivo Ricardo Sanz Así es Olympia Beracasa, la novia venezolana de Miguel Urdangarin Daniella BejaranoPero quizás lo más escandaloso fue la revelación sobre los apoyos económicos de Alberto a sus dos hijos ilegítimos , Jazmin Grace Grimaldi y Alexandre Grimaldi. Según los documentos filtrados, el Príncipe paga 86.000 dólares trimestrales a Jazmin, fruto de su romance con la excamarera estadounidense Tamara Rotolo, y financió un negocio de moda en París para Nicole Coste, la madre de Alexandre. A ello se suma el supuesto uso de una cuenta bancaria secreta en Francia para mantener a sus examantes y a sus hijos, lo que generó aún más especulaciones sobre la transparencia de la gestión financiera del Príncipe.En respuesta, Alberto de Mónaco ha negado todas las acusaciones y ha afirmado que la versión de Palmero no es más que una «campaña de desprestigio» . Defiende que la destitución de Palmero fue una decisión necesaria ante la ruptura de confianza: «Las prerrogativas de Claude Palmero no le autorizaban a hablar en mi nombre. Al separarme de él, ejercí mi poder de elegir al administrador de mi preferencia».GTRESClaude Palmero, sin embargo, no ha permanecido en silencio. Después de su destitución, presentó una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, cuestionando la falta de separación de poderes en el Principado. Para el exasesor, el hecho de que Alberto tenga la autoridad de nombrar a los magistrados del Tribunal Supremo, que dirimirá las acusaciones en su contra, convierte este proceso en una «farsa legal».Mientras el drama se despliega en los tribunales y en los medios, el público monegasco y los observadores internacionales siguen con atención cada movimiento de este enfrentamiento que promete tener repercusiones de largo alcance. La detención de Palmero, aunque breve, ha dejado claro que el conflicto con el Príncipe Alberto está lejos de resolverse y que las próximas semanas serán cruciales para el futuro de Mónaco y su Familia Real.GTRESLo que queda claro es que el Palacio de Mónaco, envuelto en su brillo y lujo, está ahora atrapado en un complejo laberinto de secretos, traiciones y acusaciones que podría cambiar para siempre su imagen ante el mundo.

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