El PP halla otro motivo para la dimisión del fiscal general del Estado: «Quien nada teme nada borra»
Al Partido Popular le sobran los motivos para pedir la dimisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz , imputado en el Tribunal Supremo por supuesta revelación de secretos. Este lunes, el Comité de Dirección de los populares, reunido en el número 13 de la madrileña calle de Génova, su sede nacional, se ha desayunado con el atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, en el que se acredita que García Ortiz borró «hasta en dos ocasiones» los mensajes de su teléfono móvil el 16 de octubre, el mismo día en el que la Sala Segunda le abrió causa penal.La posición del PP no es nueva. El Senado, donde los populares tienen mayoría absoluta, ya lo reprobó en mayo, meses antes de su imputación, tras una sucesión de escándalos que comenzó cuando el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), por primera vez en esta etapa democrática, negó la idoneidad para el puesto a un fiscal general del Estado. Génova ha vuelto a pedir su dimisión este lunes, esta vez con un argumento más en el saco.El encargado de manifestar la postura del PP ha sido su portavoz nacional, Borja Sémper, quien en la rueda de prensa habitual de los lunes ha tirado de ironía: «Es de aurora boreal». El diputado vasco ha mostrado su sorpresa por el hecho de que el fiscal general, según el atestado de la UCO, borrase «casualmente» sus mensajes, dos veces, el mismo día que el Supremo lo citó como investigado.Noticia Relacionada estandar No Vox evita criticar los aranceles de Trump auque reconoce que «algo de daño» harán a España Pilar de la Cuesta Replica que el verdadero perjuicio para la economía española procede de Bruselas«El responsable de perseguir el delito en España entorpece la investigación judicial», se ha quejado Sémper, quien ha lamentado que el fiscal general sea «de dedo rápido» para borrar sus mensajes de WhatsApp y que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijese que había que pedirle perdón por poner en duda su honorabilidad. García Ortiz está investigado por revelación de secretos por la filtración de un correo de Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en el que la defensa de este reconocía la comisión de dos delitos fiscales para intentar evitar el juicio. La revelación de esa comunicación puede perjudicar su derecho a la defensa.«¡Y aquí nadie dimite!», ha espetado Sémper, antes de añadir: «El fiscal general del Estado debería dimitir y si no, el Gobierno debería pedir su dimisión». «Quien nada teme nada borra», ha agregado el portavoz nacional de los populares, antes de sentenciar que existe «una connivencia absoluta» entre el Ejecutivo y «el número veintitrés de sus ministros», como habitualmente se refieren a García Ortiz tanto el PP como Vox. Cabe recordar que Sánchez, recientemente, manifestó la confianza del Consejo de Ministros en «su fiscal general», en una frase que despertó una nueva controversia en torno a la independencia de la Fiscalía General del Estado.Respuesta a los arancelesSémper, por otra parte, ha abordado cuestiones de actualidad como la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump , de imponer aranceles al acero y al aluminio procedentes de la Unión Europea, la cumbre celebrada este fin de semana en Madrid por Patriotas, el partido europeo que preside Santiago Abascal, y el acuerdo cerrado la semana pasada entre el Gobierno y el Ejecutivo canario para establecer los criterios de reparto de los menores extranjeros no acompañados que colapsan la capacidad de acogida de las islas y de la ciudad autónoma de Ceuta.En la cuestión arancelaria, ha abogado por «calma y sosiego» y ha evitado aclarar si sería partidario de que la Unión Europea, si se concreta el órdago de Trump, debería responder con la misma moneda. Sí ha reiterado la apuesta de su formación, de inspiración liberal en lo económico, por el libre mercado. En cuanto al acto protagonizado por Vox y sus aliados europeos, entre ellos el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y la francesa Marine Le Pen, ha advertido a Abascal que el Partido Popular no romperá su alianza en Europa con los socialdemócratas. «Sería descabellado que un acuerdo de reparto dejara fuera a dos comunidades que casualmente son las que tienen partidos nacionalistas que apoyan a este Gobierno», ha insistido sobre la cuestión migratoria, aunque aún no está definida aún la ponderación de cada criterio y no se sabe cuál será la distribución de menores si es que llega a ser convalidada en el Congreso de los Diputados.