La Justicia paraliza el ERE de funcionarios de Trump
La Administración de Donald Trump deberá extender el plazo del polémico programa de renuncia diferida para empleados federales , tras una decisión judicial de última hora que bloqueó el ultimátum de la Casa Blanca. Un juez federal en Boston ordenó que la fecha límite, que vencía este jueves a medianoche, se posponga hasta después de una vista oral programada para el lunes. Desde que la Administración Trump lanzó el paquete de despidos incentivados el 28 de enero, más de 40.000 funcionarios han aceptado renunciar con el incentivo de mantener su salario y beneficios hasta septiembre, según la Casa Blanca. No obstante, sindicatos y legisladores demócratas han denunciado la oferta como una trampa para desmantelar el servicio civil y llenarlo de personas afines a Trump. Tres grandes sindicatos, que representan a más de 800.000 empleados federales , demandaron al Gobierno esta semana, calificando la propuesta como un «ultimátum ilegal y arbitrario». Mientras el caso se dirime en los tribunales, el mensaje del equipo de Elon Musk , encargado de los recortes, es que si no hay suficientes bajas, se procederá a despidos.Según ha dicho este jueves la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt , se espera un ahorro de miles de millones de dólares. «Animamos a los empleados federales en esta ciudad a aceptar esta oferta tan generosa. Si no quieren presentarse en la oficina, si quieren estafar al pueblo estadounidense, entonces son bienvenidos a aceptar esta compensación, y encontraremos personas altamente competentes que quieran ocupar estos puestos», dijo.Adiós al teletrabajoLo de la estafa viene porque a partir de esta semana, todos los funcionarios federales deben regresar en persona a la oficina , lo que marca el final de un generoso régimen de teletrabajo. Sólo el 6% de empleados públicos trabaja a tiempo completo en sus puestos de trabajo, presencialmente, lo que ha propiciado numerosos cierres de negocios en Washington la capital federal. Funcionarios de la Administración de Servicios Generales han advertido en correos internos de que, si no se alcanzan las cifras esperadas de renuncias, los despidos serán inevitables. Mientras la Casa Blanca insiste en que todo es voluntario, la presión dentro del Gobierno federal es evidente. Trump ha dejado claro que esta es solo la primera fase de su plan para transformar la burocracia federal en un sistema más flexible y más reducido.Elon Musk, principal arquitecto del plan, ha defendido la iniciativa como una oportunidad para modernizar la burocracia federal, promoviendo bajas con mensajes que la presentan como un incentivo atractivo. Sin embargo, los críticos sostienen que el objetivo real es reducir drásticamente el tamaño del Gobierno sin pasar por el Congreso. Los empleados han recibido comunicaciones que describen la oferta como una oportunidad para tomarse vacaciones con sueldo , lo que ha provocado indignación y escepticismo. Más de dos millones de empleados públicos han recibido la oferta de renunciar voluntariamente a cambio de siete meses de salario y beneficios hasta septiembre de 2025. Sin embargo, la medida ha sido criticada por su premura y la falta de claridad sobre sus implicaciones a largo plazo. Protegidos frente al despidoEn Estados Unidos, como en España, los funcionarios están protegidos de despido, una medida que previene que se generen vacíos en la administración pública. Trump ha advertido de que si no hay abundantes bajas , estudia cambiarles la categoría por decreto y convertirlos a todos en trabajadores por cuenta propia. El programa de bajas, inspirado en la estrategia que Musk aplicó en Twitter, exige que los empleados interesados envíen un correo con la palabra «dimito» antes de la fecha límite de este 6 de febrero. Aunque excluye a militares y trabajadores del Servicio Postal, sorprendentemente incluye a diplomáticos y miembros de agencias de inteligencia como la CIA y la NSA . Esto ha generado preocupación sobre el impacto en la seguridad nacional y la estabilidad institucional. El tono de la Administración ha sido polémico. En un correo interno, se alentó a los empleados a aceptar la oferta con mensajes que parecen sacados de una estrategia de marketing: «Tómese unas vacaciones prolongadas» o «Consiga un trabajo en el sector privado, donde la productividad es mayor». Para muchos, estas frases han sido percibidas como una burla, considerando que el despido podría dejarlos sin estabilidad laboral en un contexto económico incierto. Mientras algunos empleados federales han aceptado la oferta, otros han optado por resistir. Esta semana, trabajadores se manifestaron frente a agencias gubernamentales junto a legisladores demócratas, acusando a Trump de desmantelar el servicio público y a Musk de actuar como el «verdadero presidente». La Casa Blanca ha defendido la medida, asegurando que reducirá costes y modernizará la Administración, aunque el temor a despidos masivos sigue latente.