Fallece el doctor Juan José Rufilanchas, uno de los grandes cirujanos cardiovasculares españoles

Conocí a Juanjo Rufilanchas , para muchos El Rufi, cuando él era Médico Adjunto del Cirugía Cardiovascular y Torácica en la Clínica Puerta de Hierro. Yo, estudiante de cuarto de medicina en la Autónoma de Madrid. Desde entonces siempre ha sido una referencia y un modelo a seguir.Recuerdo la primera lección que recibí de él, un día que una paciente llegó a su consulta desde un pueblo de Extremadura, la acompañaban el marido y la madre, tenía unos treinta y tantos y entró al despacho con humildad y azoramiento, tenía las mejillas rubicundas.El Rufi le hizo la historia clínica como hablando con ella, cercano y cariñoso, después la auscultó el corazón, pensó un segundo y le dijo con rotundidad y ternura : «la vamos a operar y se va a curar». El marido, la madre y ella misma lloraban al oír por fin que había una esperanza.Ya sin la paciente me preguntó: «¿por qué tiene las mejillas tan rojas esta paciente?», y antes de que yo le contestara siguió «se llaman chapetas malares y es un signo de estenosis mitral». En los cinco minutos siguientes me contó que la fiebre reumática ya no debía existir, que era impropia en un país desarrollado y que la prevalencia en España ya estaba disminuyendo gracias a la medicina moderna y a sus médicos. Una semana después operó a la paciente para sustituirle la válvula mitral.Me mostró con un solo paciente la esencia de su forma de hacer medicina. El respeto al paciente, mostrando su lado mas humano. La ciencia como elemento de diagnóstico y de tratamiento. Y la trascendencia de su labor a un nivel colectivo para mejorar la calidad de la medicina y la salud de los españoles.Por ello se había ido a EE.UU., a aprender más, y no se quedó allí, volvió para aplicar lo que aprendió y mejorar la medicina en su España, una España que le dolía y que quería mejorar.Contribuyó a la modernización de la cirugía cardíaca, fue pionero en muchos tratamientos y dirigió cinco servicios de Cirugía Cardíaca en los mejores hospitales de Madrid . Supo rodearse de los mejores y siempre combatió la mediocridad y depuró la mezquindad.Su escuela de cirujanos, dentro y fuera de España, y culminada con Alberto Forteza , son un legado que debemos reconocer, admirar y esforzarnos por mantener.Además, incorporó a la enfermería de quirófano como un elemento más de la especialización, otorgando a la instrumentista un papel en el control del procedimiento quirúrgico. Filu, su fiel instrumentista creó bajo su dirección, la mejor escuela de enfermeras de quirófano de nuestro país, que hoy disfrutamos los que aprendimos con él.Trabajé con él en cuatro hospitales, y he compartido pacientes, pero también hemos sido amigos. Sus conversaciones nunca eran banales, su perspicacia e inteligencia para analizar las situaciones y a las personas eran sobresalientes. De su conversación siempre se podía extraer una lección,…La última la recibí hace unos días. Supe que estaba enfermo y le visité en su casa. Realmente estaba muy enfermo, él mismo se había diagnosticado y conocía bien su pronóstico . Hablamos mucho; sobre todo él. Yo tenía encogido el ánimo y él me lo animaba. Repasamos nuestros recuerdos, lo que habíamos trabajado juntos y las personas y los personajes que se habían cruzado entre nosotros. Con su mente preclara y su lenguaje sagaz simplificó su vida y me explicó cómo todo se acaba.Su última lección fue que la muerte también pertenece a la vida, y que el esfuerzo que nos exigimos para vivir bien, de igual manera debemos exigírnoslo, para también morir bien.Gracias Rufi por tu legado.

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