El Papa pide a Singapur que dé un «salario justo» a los trabajadores migrantes
El Papa ha pedido a Singapur un «salario justo» para los trabajadores migrantes, de los que depende la construcción de los rascacielos y autopistas y el servicio doméstico de esta imponente ciudad. Francisco sí ha elogiado que el «alto nivel de desarrollo de este lugar es el resultado de decisiones racionales y no del azar». Después de la calidez que el líder de la Iglesia católica ha encontrado en las calles en las otras etapas de su viaje a Asia y Oceanía, llama la atención la calma que reina al paso del papamóvil por las calles de Singapur. Será el formalismo de esta excolonia británica o que a este antiguo puerto del mar de la China ya nada le sorprende. «Se desplaza por zonas un poco acordonadas. Verás más gente esta tarde en la zona del estadio, donde celebrará la misa», explica a ABC Konstance , una portavoz de la Iglesia católica. Francisco ha comenzado este jueves a primera hora su agenda oficial en Singapur con la tradicional ceremonia de bienvenida en el edificio del Parlamento de esta ciudad-Estado. Allí ha mantenido sendas reuniones a puerta cerrada con el presidente Tharman Shanmugaratnam , de 67 años, y el primer ministro Lawrence Wong , de 51.Noticia Relacionada estandar Si El Papa se despide de Timor: «Continuad la historia de sacrificios de quienes consolidaron esta nación» Javier Martínez-Brocal | Enviado especial a DiliLuego se ha desplazado hasta la «National University of Singapore», donde se ha reunido con la clase política, representantes de la sociedad civil y embajadores. Quienes se esperaban una crítica a esta sociedad hiper tecnológica o a sus instituciones financieras, se han llevado una enorme desilusión. Refiriéndose a sus rascacielos, a la fuerza de este gigante financiero y a la creatividad con que ha compensado la falta de recursos naturales, el Papa ha dicho que «Singapur es un brillante ejemplo de lo que la humanidad puede realizar trabajando junta en armonía, con sentido de responsabilidad y con un espíritu incluyente y fraterno».«Desde sus orígenes humildes, esta nación ha alcanzado un alto nivel de desarrollo , demostrando que eso es el resultado de decisiones racionales y no del azar. Es el resultado de un compromiso constante por llevar a cabo proyectos e iniciativas bien ponderadas y en sintonía con las características específicas del lugar», ha comenzado.Pero también ha alertado de la otra cara de la moneda, del «riesgo que conlleva cierta exaltación del mérito», cuando se legitima sin querer «la exclusión de aquellos que se encuentran al margen de los beneficios del progreso». Por eso, ha solicitado «la tutela de la dignidad de los trabajadores migrantes, que tanto contribuyen a la construcción de la sociedad, y a quienes hay que garantizarles un salario justo». Se refiere a t rabajadores del servicio doméstico y del sector de la construcción, electricidad y servicios , procedentes sobre todo de Bangladés y de India , cuyo tenor de vida y condiciones laborales contrasta con el del resto del país. Viven en barracones, no tienen sueldo mínimo, tienen expresamente prohibido casarse con ciudadanos de Singapur y en general no se les pagan las horas extra. Tensiones en una sociedad «multicultural»«Somos una sociedad multiracial, multireligiosa y multicultural», le ha explicado en su discurso de saludo el presidente Tharman Shanmugaratnam, asegurándole que no siempre ha sido así. «En un periodo de nuestra historia esto ha dado origen a tensiones intercomunitarias. Por eso, para nosotros la solidaridad y la armonía se pusieron y se pondrán en el centro de nuestro desarrollo nacional», ha añadido.También el Papa ha reconocido que ese «respeto recíproco, la colaboración, el diálogo y la libertad de profesar las propias creencias, acatando la ley vigente, son condiciones determinantes del éxito y la estabilidad alcanzadas por Singapur, y requisitos para un desarrollo no conflictual o caótico, sino equilibrado y sostenible». Quizá en esa frase se podría entrever un mensaje a otros países de la región, como China, Malasia o Brunéi, cuyos gobiernos concentran sus energías en imponer un modelo único de pensamiento para evitar las discrepancias.Una orquídea con el nombre del PapaEl primer gesto de Singapur con el Papa ha sido darle su nombre a una especia particular de orquídea, por supuesto de color blanco. « Orquídea Su Santidad Papa Francisco », la han «bautizado». Al Papa le han regalado algunos ejemplares de esta especie híbrida, y le han asegurado que el resto serán cuidados en el espectacular Jardín Botánico Nacional de Singapur, para que siga creciendo y difundiendo su polen por el Sudeste asiático. Aunque ha acogido el gesto muy sonriente y con evidente gratitud, lo cierto es que más que la difusión de estas flores, parece que a Francisco le interesa que sean sus palabras las que den frutos en estas tierras.