La braga-faja
Elena Irureta sólo ha visto una vez ‘Patria’ . Le entró una congoja enorme al pensar que han vivido así 40 años. «Porque todo el mundo hemos hecho lo mismo. Horrorizarnos cuando matan a alguien y a las semanas estás haciendo tu vida». Y esto: «Todo el mundo somos peores. Porque cuando las cosas se ponen feas, la gente es fea». Lo dijo en ‘Estirando el chicle’ con Carolina Iglesias y Victoria Martín. Se quejaba de que la siguiente generación no se entera. Pero no todo fue el horror. Irureta es la tía más graciosa que he visto en mucho tiempo. Ríete de Yolanda Ramos o Candela Peña. También habló de gallinas, de fingir o del día que se puso una braga-faja.Veníamos del aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez y ayer tuvimos el 80 aniversario de la llegada del Ejército Rojo a Auschwitz. Los periódicos y las televisiones se llenan de Auschwitz. Se celebran actos, se publican libros. ¿Pero llegan a esa siguiente generación? Simone Veil fue durante años la mayor portavoz de los supervivientes del Holocausto. Lumen ha publicado ‘Solo la esperanza calma el dolor’, donde sus palabras son anteriores a las memorias (‘Una vida’). Viene este libro de la iniciativa ‘Memorias de la Shoah’, que llevó a cabo la historiadora y periodista Dominique Missika. Recogió más de cien testimonios en entrevistas filmadas. Y una es la de Simone Veil. Ahí está lo que sabemos de ese infierno inexplicable, pero también aspectos de los que se habla menos, como las relaciones sexuales en los campos («A los hombres no les gusta hablar de ello») o el difícil retorno a la vida normal. Los supervivientes eran menos importantes que los combatientes de la Resistencia o los presos de guerra. «Se habla a menudo del deber de memoria; es una expresión que no me gusta mucho. Es una necesidad, la memoria. Pero, para nosotros, es un deber transmitirlo, porque lo prometimos. Siempre nos decíamos: ‘Ha de saberse, ha de saberse qué ha pasado, ha de saberse todo’…» Que políticamente hubo una voluntad de reconciliación. Que mejor no hablar de ello porque era el pasado. Señala lo sorprendente de que en el juicio a Pétain o a Laval se hablara tan poco de las detenciones de judíos. Elon Musk ha intervenido este fin de semana en un acto de la AfD y ha dicho que Alemania no debería pensar tanto en su pasado. Vale, no pensemos en ello, pero solo una vez se conozcan y se sepan todas las atrocidades. Una vez no se pueda manipular la memoria. Ni de los jóvenes ni de los mayores. No sé las veces que he visto ‘Shoah’, de Claude Lanzmann. Y pienso volverla a ver. Como ‘Patria’. Claro que poco tiene que ver una cosa con la otra. También señalaba Veil las comparaciones inadecuadas entre víctimas del Holocausto . Nadie compara. Me preocupa lo poco que se hace para que lo inolvidable no se olvide. La braga-faja que disimula las lorzas de la infamia.