Mandatarios de todo el mundo escuchan a los supervivientes de Auschwitz: «Yo era una niña y mi madre me suplicaba que no llorara»
El sol estaba a punto de caer sobre el campo de concentración de Auschwitz cuando un total de 45 delegaciones de países de todo el mundo, 27 de ellos representados al máximo nivel, llegaron en la tarde de este lunes a una carpa instalada en la antigua estación de Birkenau, parada final de los trenes que entre 1940 y 1945 trajeron hasta este espantoso lugar a las víctimas del Holocausto . El contexto geopolítico actual no acompaña a la efeméride que hoy se celebra en Auschwitz. En una jornada señalada por Naciones Unidas como el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto –cuando se cumplen 80 años desde que el ejército ruso liberó este campo de exterminio nazi–, en el mundo permanecen activas en este momento 56 guerras, en las que están involucrados 92 países, según el último Índice de Paz Global que elabora anualmente el Instituto para la Economía y la Paz. Estos datos reflejan que el planeta ha alcanzado el pico de conflictos más alto desde la II Guerra Mundial. De ahí que esta cumbre mundial de mandatarios haya adquirido una mayor relevancia: porque un genocidio como el de Auschwitz no se puede repetir .56 guerras activas Hay 92 países involucrados en conflictos abiertos en todo el planetaLos Reyes Felipe y Letizia coincidieron con otros jefes de Estado como los Reyes de Dinamarca, Países Bajos, Bélgica o Reino Unido. Acudieron también la Princesa Victoria de Suecia, Haakon de Noruega , el heredero del Gran Ducado de Luxemburgo, el príncipe de la Orden de Malta o Amalia de los Países Bajos . Estuvieron presentes presidentes y primeros ministros de otros 21 países. Entre ellos Volodímir Zelenski, quien llegó desde Ucrania por la mañana y se le vio llorar durante las intervenciones de los supervivientes que asistieron al acto. Junto a él, estuvieron también los presidentes de Austria, Hungría, Alemania, Francia o Finlandia, entre otros.Noticias relacionadas estandar Si Presidente de Polonia en el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz «Nosotros, los polacos, somos los guardianes de la memoria» Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín estandar No El trauma de Shapiro El testimonio del primer soldado que entró en el campo de exterminio Manuel P. VillatoroAunque Polonia, que ejerció como país anfitrión, confió en que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, acudiría a esta cita, finalmente estuvo representado por su ministro de Educación, Yoav Kisch . El recién estrenado presidente de EE.UU., Donald Trump , envió una delegación de nueve representantes de su gobierno, en la que combinó figuras clave de la política, los negocios y la diplomacia, encabezado por Steve Witkoff , enviado especial para Oriente Medio. No hubo ni rastro de Elon Musk , que sí estuvo aquí hace cinco años, como el 75 aniversario de su liberación, y que hace solo unos días apoyó públicamente a Alternativa por Alemania con unas declaraciones incendiarias cuando afirmó que en los alemanes «deben estar orgullosos de serlo» y que allí «se apunta demasiado a la culpa del pasado». Entre delegaciones de países e invitados, la ceremonia congregó en Auschwitz a 3.000 personas . Todos ellos recorrieron las principales calles del campo de concentración. En ellas sigue estando el extenso alambre de espino, la valla electrificada, las torres de vigilancia y los focos que deslumbraban a los prisioneros que hasta el 27 de enero de 1945 se arrastraban sin rumbo entre los barracones, enajenados y moribundos emocionalmente ante un futuro incierto y un presente sobre el que planeaban el hambre, el frío, la tortura y la muerte. En un contexto geopolítico convulso, en el que se ha demostrado que la barbarie puede surgir en cualquier momento –como se ha visto tras el final de la II Guerra Mundial con otros sucesos atroces como Hiroshima y Nagasaki, los Gulag rusos , la sangrienta campaña de Vietnam , el autogenocidio de Camboya , el genocidio de Ruanda u otros más recientes como la invasión de rusia a Ucrania, el conflicto en la Franja de Gaza o en Siria, tras el régimen de Bashar Al Assad – con su presencia los mandatarios mostraron su compromiso para que la masacre de Auschwitz no se vuelva a repetir. Porque, hasta el momento, nunca han sido extinguidas tantas vidas humanas en tan poco tiempo como en el Holocausto. Tampoco se conoce una combinación de tecnología, fanatismo y crueldad como la de los nazis, donde imperó el racismo, la xenofobia, los discursos de odio y antisemitismo. Las cifras del horrorHace 80 años, el 27 de enero de 1945, en Auschwitz sólo quedaban 7.000 prisioneros. En aquel momento comenzaron a conocerse las atrocidades que se habían cometido aquí. Fueron asesinados, al menos, 1 ,1 millones de personas –incluyendo un millón de judíos, 70.000-75.000 polacos, 21.000 romaníes, 14.000 prisioneros de guerra soviéticos y 10.000-15.000 personas de otras nacionalidades–, según las cifras del Memorial y Museo Auschwitz Birkenau. A día de hoy, sin embargo, no se conoce con exactitud la cifra total de víctimas mortales del Holocausto, que oscila entre 6 y 20 millones de personas. La matanza en Auschwitz fue de semejantes proporciones, de una crueldad tan atroz, que incluso los nazis siempre confiaron en que si algún prisionero vivía para contarlo, nadie le creería. Pero sobrevivieron, y esta tarde, 80 años después, medio centenar de ellos regresaron al campo de concentración –aún con todas las consecuencias psicológicas que ello conlleva– para contarlo. Porque, aunque los polacos son «los guardianes de la memoria de Auschwitz», como les dijo el presidente de Polonia, Andrzej Duda , sin los supervivientes no se habrían conocido las atrocidades del Holocausto. Noticia Relacionada Presidente de Polonia en el 80 aniversario de la liberación de Auschwitz estandar Si «Nosotros, los polacos, somos los guardianes de la memoria» Rosalía Sánchez | Corresponsal en Berlín Andrzej Duda celebra un acto previo más íntimo: una emotiva entrega de flores y velas en memoria de las víctimas del campo de concentraciónSe hizo un silencio en medio de la carpa en cuanto comenzó a sonar ‘Lamento’, del compositor, pianista y musicólogo judío alemán Simon James , quien fue deportado a Auschwitz en octubre de 1944. Una luz cenital siguió a Marian Turski , quien llegó al escenario ayudado por dos bastones y sin lucir el pañuelo de rayas azules y blancas que llevaron muchos de los asistentes y que recordaban a los uniformes que él y otros prisioneros estuvieron obligados a llevar en el campo de concentración. «Hoy, y ahora, vemos un enorme aumento del antisemitismo y es precisamente el antisemitismo lo que condujo al Holocausto» Marian Turski Superviviente de Auschwitz«Es incomprensible y a la vez obvio que la gente y los medios de comunicación nos miren a aquellos que sobrevivimos, se pregunten cómo lo hicimos y que nosotros compartamos con ellos nuestros recuerdos», declaró. Turski condenó el «enorme aumento» del antisemitismo y pidió «coraje» contra quienes niegan el Holocausto: «Hoy, y ahora, vemos un enorme aumento del antisemitismo y es precisamente el antisemitismo lo que condujo al Holocausto».Siguió Janina Iwanska , quien fue detenida por esconder a dos judíos en su casa y la llevaron a Auschwitz, donde sobrevivió a una marcha de la muerte. Con 14 años, cuando el campo fue liberado, descubrió que los nazis habían asesinado a toda su familia. Sobrecogedor fue también el testimonio de Tova Friedma n. Vestida con un traje de chaqueta de raso negro y blanco, recordó su llegada junto a su madre a la fábrica de la muerte. Recordó cómo su madre le intentó justificar el hecho de que los nazis las desnudaran en mitad del campo nada más llegar. Para no asustarla, le dijo que estaban buscando «¿enfermedades?», expresó en tono de pregunta, cuestionando de nuevo, 80 años después, el sufrimiento que vivió. Sergio Matarella, Emmanuel Macron y los Reyes Felipe y Letizia, entre otros, escuchan atentos el testimonio de Tova Friedman AFP«Nos golpearon durante horas y yo miraba a mi madre y ella me decía: ‘no llores, no llores’.Yo tenía cinco años y hubo una rebelión en mí y me dije a mí misma que no les iba a mostrar el sufrimiento que estaba viviendo», afirmó. «Muerte, niño y judío parecía una combinación normal. Pensé que todos teníamos que morir», apuntó ante todos los asistentes, que respondían a su testimonio con miradas de sufrimiento. Advirtió que «todos tenemos la obligación, no sólo de recordar, sino también de advertir y enseñar que el odio engendra más odio y matar más asesinatos». «Nuestra venganza ha sido construir un país judío fuerte y criar a nuestras familias en paz» , destacó, al tiempo que apreció que 80 años después de la liberación del campo, «el mundo vuelve a estar en crisis» y que «todos debemos despertar nuestra conciencia colectiva para transformar la violencia, la ira, el odio y la malignidad –que tan poderosamente se han apoderado de nuestra sociedad– en un mundo más humano y justo antes de que estas fuerzas negativas nos destruyan»Después de pasar cinco años de trabajos forzados en un gueto, Leon Weintraub fue deportado a Auschwitz, de donde consiguió huir pocos meses después. Tenía entonces 17 años. «Este campo de concentración simboliza la crueldad sin precedentes para con las personas a lo largo de la historia. Este es un lugar en el que las técnicas de asesinato masivo industrial se utilizaron por primera vez y me inteistece mucho ver en países europeos y en Polonia esloganes nazis por parte de la gente en manifestaciones y que no haya consecuencias. Nos deshumanizaban nada más llegar, quien no era torturado iba a la cámara de gas», reconoció. Estos eslóganes, como dijo, «proclaman esa ideología de odio de los nazis alemanes» , que fue «la razón por la que se asesinaron a millones de personas». «Nos deshumanizaban nada más llegar, quien no era torturado iba a la cámara de gas» Leon Weintraub Superviviente de Auschwitz y DachauLeon pidió «a la gente de buena voluntad y a los jóvenes» que sean «sensatos» y no promuevan esta «ideología y actitud que promueve el antisemistomo y la xenofobia»: «Sean sensatos y hagan frente a todo tipo de expresiones de intolerancia y resentimiento hacia todos aquellos que son diferentes por su género, religión o identidad sexual». Nada más terminar, pidió un minuto de silencio para las víctimas, al que siguió el cuarteto de cuerdas de Szymon Laks , quien después de vivir el horror de Auschwitz fue trasladado a Dachau. La ceremonia concluyó con un tributo a las víctimas por parte de los supervivientes y los mandatarios de todo el mundo. Recorrieron la carpa con flores y velas, que fueron colocando delante de uno de los vagones de carga instalados junto a la estación y que entre 1940 y 1945 sirvieron para traer a los judíos deportados hasta Auschwitz.