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El pasado octubre, el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica, dio luz verde a un real decreto sobre la gestión de estos residuos del tabaco que contemplaba que la industria tabacalera deberá financiar la recogida de las colillas. Pero la norma contempla también que sea el sector el que asuma esa gestión , algo que sociedades científicas, asociaciones sanitarias o medioambientales, entre otras, no ven con buenos ojos por las injerencias que podría tener en las políticas públicas. Por ello, han enviado una carta a la ministra Sara Aagesen en la que le advierten de que la norma va contra tratados internacionales . La norma de Transición Ecológica, dicen los firmantes, entre los que se encuentran el Comité Nacional de Prevención de Tabaquismo (CNPT), la organización Nofumadores y otras 62 asociaciones o sociedades, tanto nacionales como internacionales, contradice los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y el Convenio Marco de Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este último habla de un «conflicto fundamental e irreconciliable» entre «los intereses de la industria tabacalera y los intereses de las políticas de salud pública».Y es en ese punto precisamente donde ponen el foco las organizaciones firmantes de la misiva. Este real decreto, apunta Raquel Fernández Megina, presidenta de la ONG Nofumadores, da la posibilidad a la industria del tabaco de hacerse cargo de la gestión de la limpieza, «pero debería ser responsable de pagar la factura, no de la gestión , porque desde el momento en el que tiene esa gestión se le da acceso directo a los poderes públicos, porque por ejemplo habrá necesidad de firmar contratos con los ayuntamientos». Y en esas relaciones directas, denuncia, pueden darse «injerencias en temas de salud pública». Campañas de concienciaciónPrecisamente el mismo día que el Consejo de Ministros aprobó ese real decreto la industria tabacalera anunció la creación de una plataforma llamada Ávora , desde la que se asumirán «los costes asociados a la limpieza, transporte y tratamiento de residuos», así como en realizar campañas concienciación para combatir la dispersión de basura.En estas campañas de concienciación también ven un grave problema las asociaciones firmantes, y así se lo hacen saber a la ministra de Transición Ecológica, pues creen que se contribuye a un «lavado de imagen» de la industria. «Esto pone la responsabilidad en el ciudadano, pero quien genera el problema es la industria. Y además crea soluciones que no son eficientes y que siempre van a beneficiar a la industria, como el reparto de ceniceros portátiles que normalmente además llevan una publicidad», prosigue Fernández Megino. MÁS INFORMACIÓN noticia No Milán prohíbe fumar al aire libre y multará a quien encienda un cigarro a menos de diez metros de otra persona noticia No Las tabacaleras tendrán que empezar a pagar por la contaminación de las colillas noticia No Récord de playas españolas que cuelgan el cartel de prohibido fumarAdemás de la ministra Aagesen, las organizaciones han enviado la carta también a la ministra de Sanidad, Mónica García, a la OMS, a la secretaría del Convenio Marco para el Control del Tabaco o al Pacto Mundial de las Naciones Unidas, como modo de «presión» a Transición Ecológica. «Esto no da buena imagen a imagen internacional. España no lo está haciendo bien y queremos que el resto del mundo lo sepa», zanja la presidenta de Nofumadores.org.