“EL PAÍS es lo más cercano que hay a la verdad”
A finales del siglo XIX editores como Joseph Pulitzer o Rudolf Hertz manejaban a su antojo las grandes cabeceras estadounidenses. No solo monopolizaban la información, sino que dirigían el rumbo de los acontecimientos, creaban guerras y derrocaban presidentes a conveniencia. Gran parte de su negocio estaba en manos de los voceadores que ofrecían los ejemplares en la calle y necesitaban titulares más espectaculares cada día para vender su producto. Así que poco a poco los periódicos se hicieron cada vez más llamativos y sensacionalistas y la confianza en los periódicos poco a poco se fue deteriorando sin que el lector supiera ya cuanto había de verdad y cuánto de espectáculo en cada titular. Fue entonces cuando a Adolph Ochs se le ocurrió aplicar en los periódicos algo que ya sea hacía con los libros en Inglaterra: las suscripciones. Su objetivo fue que los lectores pudieran encontrar el periódico en la puerta de casa independientemente de lo espectacular que fueran los titulares del día. Eso permitía a los periodistas concentrarse en escribir historias importantes e ignorar las que no estuvieran contrastadas o los intereses de los anunciantes. El modelo de suscripción inventado por Ochs permitió al periódico alejarse del amarillismo y con ello dio paso al despegue de uno de los mejores periódicos del mundo: The New York Times. Más de un siglo después, que EL PAÍS haya llegado a los 400.000 suscriptores es una apuesta de ustedes y de nosotros por una forma de informarse y de entender el periodismo.