Joaquín Moeckel: «Me sonó raro lo de la coronación del Cristo pero los liturgistas llevan razón»
No le hace falta presentación. Este abogado de 58 años fue el primer ‘influencer’ local cuando aún no existían las redes sociales. Miembro de una dinastía de origen alemán, los Moeckel, cuenta los días para la coronación de la Virgen de la Piedad de su Baratillo.«Nunca lo habría imaginado -dice- solamente nos falta coronar a San José . Y aunque soy un baratillero feliz, sí digo que la coronación canoníca debe ser de carácter muy devocional. Si fuéramos estrictos, sólo la Virgen de los Reyes, La Macarena y La Esperanza de Triana lo estarían. Son grandes devociones concretas. El resto tienen todos mis respetos pero solo le rezan sus devotos. No me gustaría que por exceso, se valorara denominar a una imagen como ‘no coronada’».Siempre ha sido tradicional que las coronadas de la Semana Santa sean las vírgenes de palio. La Piedad sería la primera de un paso de Cristo. «Mi padre, Otto Moeckel, y toda la familia éramos y somos de la Piedad aunque la última foto de don Otto fue en un besamanos de la Caridad cuando ni se podía levantar. Y yo, en los años de hermano mayor, me vestí todos los años con el cordón blanco en la Caridad. Don Otto jamás se hubiera pensado lo de la coronación de la Piedad. Era muy humilde para eso».A Joaquín como a muchos cofrades, le pareció extraño eso de coronar al Cristo de la Misericordia en la misma ceremonia del 14 de septiembre. «Me sonó raro pero los liturgistas llevan toda la razón del mundo. En las vírgenes con Niño, primero se corona al hijo y después a la María porque la Virgen recibe la corona no por si sino por ser la Madre del Hijo de Dios. Qué es una cosa que nos ha cogido un poco a traspiés, cierto. Yo jamás hubiera reparado en eso. Pero el canónigo Luis Rueda sabe y creo que se le hadado una solución satisfactoria como es coronar a Cristo como ocurrió hace 21 siglos, con una corona de espinas».Momento de eclosión en la hermandadLa coronación le viene al Baratillo cuando la hermandad se encuentra en un momento de eclosión se se refleja entre otras cosas en el número de nazarenos. «¿Por qué pasa?, primero la popularidad de la cofradía, lo de los tramos en la Plaza de Toros, el recorrido y el horario que son agradables y sobre todo el trabajo de las juntas. Si al hermano no se le cuida no va, ni vienen los nuevos».Estuvo solo un mandato, dejó la junta en 2002. 20 años después le concedieron la máxima distinción de su cofradía. «¿Qué debe hacer un Medalla de Oro?, primero no meter la pata . Y después colaborar con los que estén». Considera que la fecha de la coronación, 14 de septiembre, es calurosa pero significativa para el Baratillo. No suele ir a ver extraordinarias: «hay un exceso tremendo. De éxito se puede morir. Pero defiendo al Arzobispo. Lo mismo él piensa qué como pastor debe darle al pueblo lo que le hace disfrutar. Pero no se le puede dar al rebaño todo lo que pide.» En su iniciativa para hacer la diadema de oro de la Piedad han participado hasta divorciados que dieron su alianza. «Si el Arzobispo fue a repujarla no debe estar muy en desacuerdo. ¿no?•» ¿Y el futuro? «Sería un magnifico presidente del Consejo- afirma Moeckel-. Conozco a las hermandades, me puedo dedicar, tengo carácter y se trabajar en equipo. No me presentaría con tres candidatos, prometiendo palcos y organizando pescaos fritos para que me voten.. Pero me veo capacitado. Si quieren un presidente con determinación y mando, porque yo mando mucho, aquí estoy».