Cepsa abre otro frente en la guerra de los gases verdes con Repsol y Naturgy y empieza a vender biometano

Cepsa ha realizado la primera compra de biometano de su historia, con lo que entra oficialmente en la liza con Repsol y Naturgy -el líder en este tipo de energía en España- en el mercado de este gas renovable, que, como todos los demás gases verdes, vive un verdadero ‘ boom ‘ en Europa. Sobre esto, hay que recordar que en diciembre de 2023 la Comisión y el Parlamento europeos alcanzaron un acuerdo para la descarbonización del mercado gasístico de la Unión, con vistas a alcanzar la neutralidad climática en 2050. Hay varias tipologías de gases renovables: el hidrógeno renovable, que se obtiene mediante un proceso de electrólisis del agua a partir de electricidad proveniente de fuentes renovables; el gas sintético (Syngas), obtenido con un proceso de gasificación térmica de materiales orgánicos; el biogás, que se produce mediante la digestión anaerobia (descomposición de material biodegradable en ausencia de oxígeno) de materiales orgánicos biodegradables; y finalmente el biometano, que se extrae del biogás mediante un proceso de depuración denominado ‘upgrading’ y con el que se pueden sacar porcentajes de metano superiores al 90%. Noticia Relacionada Cabra y Castro del Río estandar No Así serán las dos grandes plantas de biometano de Biomargas: 60 millones de inversión y 70 empleos ABC Córdoba Permitirán reducir 20.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al añoComo pasa con el biogás o el hidrógeno renovable, el biometano es muy parecido al gas natural, de modo que puede inyectarse fácilmente a sus redes sin necesidad de nuevas infraestructuras. Por eso hoy la directora de Trading de Cepsa, Alice Acuña , ha destacado que con esta primera operación de compra se impulsa una energía sostenible que puede emplearse «desde ya». Esta primera remesa que Cepsa va a comercializar proviene de una compra de la compañía, que después de ser certificada como trader por el ISCC, el programa de certificación internacional para la producción de biomasa y bioenergía, ya puede realizar operaciones de trading en este mercado. En concreto, la empresa ha adquirido 25 GWh del gas producido en la planta de Valdemingómez (Madrid) a partir de residuos orgánicos urbanos.La operación, a su vez, contempla varias entregas que se efectuarán hasta enero de 2025 y permitirán, según ha explicado una portavoz a ABC, que por primera vez Cepsa « descarbonice su actividad industrial» . De momento, la operación evitará la emisión de más de 4.400 toneladas de dióxido de carbono (CO2), una cantidad equivalente a la plantación de cerca de 300.000 árboles, pero en el futuro las ‘cifras verdes’ de la empresa aumentarán, pues se ha fijado un ambicioso plan con vistas a 2030. Es un paso más en la guerra que mantienen los grandes grupos energéticos españoles por destacarse en el proceso de transición hacia la energía limpia que se esta viviendo en España y en Europa. Naturgy, que lidera el sector, tiene tres plantas de producción de biometano operativas y varias en camino, y Repsol se estrenó en abril con la adquisición del 40% de Genia Bioenergy, una operación que incluye el plan para proyectar 19 plantas de biometano. Cepsa y la UE, neutralidad climática para 2050En octubre de 2023 Cepsa alcanzó un acuerdo con Kira Ventures para el desarrollo de hasta 15 plantas de biometano en España en esta década , con el objetivo de gestionar una cartera de proyectos de 4 TWh anuales, equivalente al consumo de gas natural de 650.000 hogares. Los objetivos de Cepsa, han dicho en un comunicado, son los siguientes: que en 2030 sus emisiones de CO2 se hayan reducido en un 55% con respecto a las que tenían en 2019, ser neutra en carbono antes de 2050 y reducir la intensidad de carbono de su energía vendida entre un 15 y un 20% en 2030.No por casualidad, el plan trazado por la compañía se parece mucho al objetivo de neutralidad climática para 2050 que se ha fijado la Unión Europea; como ya se ha dicho, el momento político acompaña. El acuerdo entre el Parlamento y la Comisión incluye diversos puntos, como la propuesta de que los contratos a largo plazo para el gas natural fósil no reducido no se prolonguen más allá de 2049, la creación de un mecanismo que permita a los Estados miembros limitar ‘ex ante’ la solicitud de capacidad de acceso a la red y a las terminales de GNL para el gas natural y el GNL procedentes de Rusia y Bielorrusia , facilitar que los consumidores puedan optar fácilmente por gases renovables y gases hipocarbónicos en detrimento de los combustibles fósiles, o poner los medios para que los gases verdes se inyecten a la red existente, que es lo que Cepsa empieza a hacer ahora.

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